Higaditos de pollo encebollados al estilo tradicional

Si eres de los que no le hace feo a la casquería, los higaditos de pollo encebollados son una alternativa deliciosa que merece un espacio en tu recetario. Al igual que el hígado de ternera encebollado, esta receta, a pesar de su sencillez, es un plato lleno de sabor y tradición. ¿Quieres saber cómo convertir unos modestos hígados de pollo en un plato extraordinario? Sigue leyendo.

En muchas cocinas, los hígados de pollo son a menudo pasados por alto, pero deberíamos reconsiderar esta elección. Son una fuente sorprendente de sabor y nutrición. Al prepararlos encebollados o con cebolla caramelizada elevamos su presentación, transformándolos en una opción irresistible. Además, los higaditos de pollo son accesibles y económicos, brindándonos una alternativa deliciosa para incluir en nuestra dieta.

Ingredientes

• 500 g de hígados de pollo, limpios y cortados
• 2 cebollas medianas, en rodajas finas
• 3 dientes de ajo, picados
• 3 cucharadas de aceite de oliva
• 1 copa de vino para guisar o caldo
• Sal y pimienta al gusto
• Perejil fresco, picado (opcional)
• Pan tostado para acompañar (opcional)

Pasos para cocinar los higaditos de pollo encebollados

En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio.Añade las cebollas y el ajo, salteándolos hasta que estén dorados y caramelizados.

Incorpora los hígados de pollo y cocina hasta que estén bien sellados por todos lados. Añade el vino o caldo.

Condimenta con sal y pimienta al gusto, y continúa cocinando hasta que los hígados estén cocidos pero aún tiernos en su interior (al menos 5 minutos). Cuando el alcohol o el caldo se evapore, apaga el fuego.

Espolvorea con perejil fresco picado si lo deseas. Sirve los higaditos de pollo encebollados sobre pan tostado.

Consejos y trucos para un sabor inigualable

• No cocines demasiado los hígados : un sellado rápido a fuego alto es clave para mantener su ternura. Evita prolongar la cocción para mantener su textura tierna y evitar que se vuelvan secos.
• Añade vinagre balsámico : agrega un toque de vinagre balsámico a las cebollas para potenciar el sabor.
• Incorpora vino o caldo : Potencia el sabor de la salsa agregando un toque de vino blanco o caldo de pollo durante la cocción. Esto proporcionará una dimensión adicional a tu plato.
• Marinado sutil : Si tienes tiempo, marina los hígados con un poco de ajo, limón y hierbas frescas antes de cocinarlos. Esto intensificará los sabores y aportará un toque extra de frescura.
• Pan tostado : Acompaña con pan tostado para disfrutar de cada gota de la deliciosa salsa.

Beneficios nutricionales del hígado de pollo

Los hígados de pollo son una excelente fuente de hierro, fósforo, zinc y vitaminas del grupo B. Incorporarlos a tu dieta no solo es un placer culinario, sino también una decisión nutricional inteligente.

• Alto contenido de hierro : El hígado de pollo es una excelente fuente de hierro hemo, la forma más fácilmente absorbida por el cuerpo. Esto lo convierte en un alimento ideal para prevenir la anemia.
• Rico en proteínas : Los hígados de pollo son una fuente magra de proteínas de alta calidad, esenciales para la reparación y construcción de tejidos en el cuerpo.
• Abundante en vitaminas : Contienen vitaminas esenciales como la vitamina A, fundamental para la salud ocular, y vitaminas del complejo B, necesarias para el metabolismo y la función cerebral.
• Buena fuente de zinc : El zinc, presente en los hígados de pollo, es vital para el sistema inmunológico y contribuye a la salud de la piel.
• Aporte de colina : La colina, un nutriente esencial para la función cerebral y la salud del hígado, se encuentra en cantidades significativas en el hígado de pollo.