Cuajada con galletas de sésamo por Karlos Arguiñano

Elaboramos un postre tradicional con un toque original que le dará un sabor diferente: Cuajada con galletas de sésamo, un lácteo de textura cremosa y elaborado con leche coagulada por acción del cuajo.

Sobre las cuajadas diremos que ya se conocían en la prehistoria y han sido un plato tradicional de pastores hasta que se han popularizado en los hogares.

Cuenta la tradición que se elaboraban en un recipiente de barro o cerámica de nombre kaiku (en euskera).

Si te gustan las cuajadas, te proponemos las siguientes elaboraciones: cuajada casera con miel, cuajada de galleta y miel o copa tres cuajadas al caramelo.

Ingredientes (4 personas):

• 600 ml de leche de oveja (pasteurizada)
• 12 gotas de cuajo líquido de farmacia
• 50 g de azúcar
• 15 g de semillas de sésamo
• hojas de menta

Receta de cuajada con galletas de sésamo paso a paso

Pon el azúcar en una sartén y ponla a calentar hasta que se funda y caramelice. Añade el sésamo y mezcla bien.

Con una cucharilla coge pequeñas porciones del caramelo y distribúyelas (sin que se toquen entre sí) sobre un trozo grande de papel de horno. Tápalas con otro trozo de papel y pásales el rodillo por encima hasta formar las galletas. Deja que se enfríen.

Coloca los vasos (o recipientes de cristal) sobre una superficie lisa y pon 3-4 gotas de cuajo en cada uno.

Pon la leche a calentar en una cazuela. Cuando empiece a humear, retírala del fuego, deja que se temple un poco y repártela en los vasos. Espera a que cuajen.

Sirve las cuajadas, acompáñalas con las galletas (enteras o troceadas) y decora los vasos con unas hojas de menta.

Consejos para hacer cuajada con galletas de sésamo

Para controlar mejor la temperatura de la leche, es recomendable introducir un termómetro en la cazuela. Cuando el termómetro alcance los 50ºC, retira la cazuela del fuego y elabora las cuajadas.

Si te has pasado con el calor de la leche, retira la cazuela del fuego y espera hasta que baje a 50ºC.

A la hora de preparar esta original cuajada utilizaremos galletas de sésamo, semillas que pueden ser de color blanco, marrón, dorado o negro, destacando por su composición saludable.

Las galletas de sésamo pueden ayudarnos a enriquecer numerosos platos, pudiendo utilizarlas enteras y secas, germinadas o se presentan en forma de pasta, aceite o harina, dotando al plato principal de un toque característico.