Fartóns valencianos, receta de bollos esponjosos de Joseba Arguiñano

Joseba Arguiñano enseña cómo preparar fartóns, un dulce típico de Alboraya, en Valencia (España). Se trata de un bollo alargado, suave y dulce, perfecto para mojar en horchata, una bebida elaborada a partir de la chufa.La masa de los fartóns es similar a la del brioche, por lo que resulta ligera y esponjosa.
Joseba comienza mezclando los ingredientes y espera a la autólisis, un paso clave para lograr una textura perfecta. Como en toda receta de masas, es necesario respetar los tiempos de reposo. 'Como los buenos guisos, lo lento tiene su encanto y el resultado es mucho mejor', advierte.
Después del amasado, llega el momento de dar forma a los fartóns, moldeándolos en 'canutillos', es decir, estirando la masa y enrollándola. Luego, se hornean durante solo 10 minutos. Para finalizar, se pintan con un glaseado de azúcar glas y agua, obteniendo así un acabado brillante y dulce.
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
20 m
Cocinado
10 m
Tiempo total
30 m
Ingredientes (4 personas):
- 300 g de harina de fuerza + 25 g para estirar
- 120 ml de agua
- 10 g de levadura fresca
- 1 huevo
- 50 g de azúcar
- 3 g de sal
- 40 ml de aceite de girasol
Para el glaseado:
- 100 g de azúcar glas
- 25 ml de agua
- Hojas de menta (para decorar)
Elaboración de la receta fartóns paso a paso
1. Haz la masa de los fartóns
Pon la harina en un bol grande, agrega la levadura desmenuzada, azúcar, sal, agua, y el huevo. Mezcla los ingredientes hasta que desaparezca la harina. Incorpora 30 ml de aceite y mezcla (dale 2-3 pliegues) un poco. Tapa el bol con film de cocina y deja que repose a temperatura ambiente durante 30-45 minutos.

Pasa la masa a la encimera y amásala durante 3-4 minutos hasta que consigas una masa lisa y homogénea.

Pon un poco de aceite en un bol, pon la masa dentro, tápala con film de cocina y deja que fermente a temperatura ambiente hasta que doble su volumen (2 horas aproximadamente).
2. Divide la masa
Espolvorea la masa con un poco de harina, pásala a la encimera, forma un cilindro, córtalo en 8 porciones y forma 8 bolitas. Tápalas con un paño limpio, deja que reposen durante 10 minutos y retira el paño.

3. Dale forma
Espolvorea la encimera con un poco de harina. Con un rodillo estira una bolita (en un sentido) hasta conseguir una masa fina. Enróllala (por el lado más largo) hasta formar una especie de 'canutillo'.
Cubre una bandeja de horno con papel de horno, coloca encima el 'canutillo' dejando la parte del pliegue hacia abajo. Repite el proceso con el resto de las bolitas hasta conseguir otros 7 'canutillos'.

4. Hornea
Cubre los "churros" con un paño limpio y deja que reposen hasta que doblen su volumen (1 hora y media). Estíralos (a mano) un poco más y hornéalos a 220ºC durante 10 minutos.
5. Pinta los fartóns con la mezcla de azúcar glas y agua
Para el glaseado, mezcla en un bol el azúcar glas con el agua e introduce el bol en el frigorífico.

Retira los fartóns del horno, deja que se templen y píntalos con el glaseado. Deja que se sequen a temperatura ambiente o bien introdúcelos de nuevo en el horno y deja que se sequen con el calor residual del horno.
6. Sirve y decora los fartóns
Sirve 2 en cada plato y decóralos con unas hojas de menta.

Consejos de Joseba Arguiñano para hacer fartóns
Las recetas de masas requieren paciencia, y Joseba Arguiñano aconseja respetar los tiempos de fermentación para lograr una textura 'ligera y esponjosa'.
Al colocar los fartóns en la bandeja del horno, se recomienda dejar espacio entre ellos para que se expandan al crecer y así conservar su parte lateral blanca, que les aporta una suavidad especial.
Después de glasearlos, tienes dos opciones: dejarlos secar al aire o aprovechar el calor residual del horno para que el glaseado se endurezca ligeramente.
Con qué se pueden acompañar los fartóns
Aunque los fartóns se crearon para acompañar la horchata de chufa, su textura ligera y esponjosa, gracias a que se elaboran con aceite de girasol en lugar de manteca, también los convierte en la pareja perfecta de bebidas calientes como chocolate a la taza casero o café con leche. Son perfectos para absorber líquidos y enriquecer desayunos y meriendas.
Preguntas frecuentes sobre los fartóns
¿Quién inventó los fartóns?
En la década de 1960, la familia Polo creó un bollo alargado, dulce y tierno, especialmente pensado para mojar en horchata. Su forma permite sumergirlo hasta el fondo del vaso y, gracias a su esponjosidad, absorber la bebida sin deshacerse. Así nacieron los fartóns.
Y ya en los años 90, la hostelería popularizó una versión 'hojaldrada', elaborada con una masa distinta que ofrece otra textura.
¿Cuánto tiempo duran los fartóns en la nevera?
Bien guardados en un recipiente hermético, los fartóns pueden durar entre 3 y 4 días en la nevera. Es importante no sacarlos del envase antes de consumirlos, ya que la humedad de la nevera podría afectar su textura.