Ingredientes (4 personas):
- 1 lámina de hojaldre
- 80 g mermelada de frutos rojos
- 200 g crema pastelera
- 100 g de chocolate de cobertura
- 1 cucharada de fresa liofilizada
- hojas de menta
Elaboración de la receta croissant New York Roll paso a paso
Para hacer esta receta necesitaremos 4 cortapastas redondos (o aros de metal) de 12 cm de diámetro X 4 de altura. Extiende la lámina de hojaldre sobre la encimera y corta 4 tiras largas (de 35 cm de largo X 3.5 cm de ancho). Es importante que la anchura sea un poco inferior a la altura del molde. A la hora del cortar el hojaldre no hay que arrastrar el cuchillo porque en el momento del horneado el hojaldre no crecería uniformemente. Enrolla cada tira formando una caracola.

Cubre la base de una bandeja de horno con un trozo grande de papel de horno. Pon encima los 4 cortapastas y coloca una caracola en el centro de cada uno. Cúbrelos con otro trozo de papel de horno y ponles encima algo de peso (por ejemplo una fuente apta para el horno). La idea es que al tener peso encima, no crezcan hacia arriba sino hacia los laterales. Hornéalos a 180º durante 25-30 minutos. Retíralos del horno y espera a que se enfríen.

Ponlos de canto (es decir de lado) y con una punta, haz 3 agujeros en uno de los lados de cada uno. Introduce la crema pastelera y la mermelada de frutos rojos en 2 mangas pasteleras. Rellena los agujeros de los extremos con la crema pastelera y el del centro con la mermelada de frutos rojos.

Funde el chocolate en el microondas, sella los agujeros con el chocolate y espolvoréalos con las fresas liofilizadas. Sirve un new York Roll en cada plato y adórnalos con unas hojas de menta.

Consejos para hacer el cruasán redondo New York Roll por Arguiñano
Este postre que está tan de moda podemos rellenarlo de diferentes ingredientes: chocolate, nata, crema de plátano o pistacho, etc. ¡lo que más nos guste y dejándonos llevar por la imaginación!
A pesar de tener una forma redonda, es un croissant ya que su olor y sabor nos evoca a este dulce: para obtener el aspecto circular, lo enrollamos y cortamos de manera diferente a la forma clásica.
Sí que es verdad que la masa es un poco más densa que la de un cruasán clásico. Una vez horneado se le hacen unas aberturas para rellenarlo de distintos ingredientes entre los que figuran por ejemplo el chocolate o pistacho.