Rosquillas de San Blas, la receta tradicional de Eva Arguiñano

Las rosquillas de San Blas son un dulce típico de la festividad de San Blas, especialmente popular en el País Vasco.
Eva Arguiñano te da los pasos para elaborar estas rosquillas con su característico sabor a anís y su cobertura de merengue, que elabora en el horno, por lo que contienen muy poca grasa. Sigue su paso a paso para disfrutar de este dulce tradicional.
Raciones
25
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
35 m
Cocinado
20 m
Tiempo total
55 m
Ingredientes (25-30 rosquillas)
Para las rosquillas:
- 500 g de harina de repostería
- 7 huevos
- 2 cucharadas de azúcar
- 125 ml aceite virgen extra
- 2 cucharadas soperas de anís
Para el glaseado:
- 4 claras de huevo
- 400 g azúcar glas
- un chorrito de anís
Elaboración de las rosquillas de San Blas paso a paso
1. Prepara la masa
Antes de ponerte a preparar la masa, pon a precalentar el horno a 165ºC (calor arriba y abajo). En un recipiente amplio, bate los 7 huevos. A medida que los bates, ve incorporando el aceite, el anís y el azúcar.
Una vez que los ingredientes líquidos estén bien mezclados, añade poco a poco la harina de repostería tamizada. Remueve hasta obtener una masa homogénea y suave.Trabaja la masa durante unos 10 minutos aproximadamente hasta que la harina quede bien integrada.
2. Da forma a las rosquillas
Divide la masa en porciones pequeñas, aproximadamente del tamaño de una ciruela. Con las manos, forma pequeñas bolitas con cada porción.Para formar las rosquillas, unta la mesa con un poco de aceite para evitar que la masa se pegue. Toma cada bolita y estírala con las manos hasta formar un churro.
Luego, une los extremos del churro para crear la forma típica de rosquilla.
3. Hornea las rosquillas
Coloca las rosquillas sobre una bandeja de horno con papel sulfurizado y hornea durante 15-20 minutos.
4. Prepara el glaseado y baña las rosquillas de San Blas
Coloca las claras de huevo en un bol limpio y seco. Bate las claras y la mitad del azúcar glas con una batidora de varillas eléctricas hasta que comiencen a espumar. A medida que las claras se montan, agrega poco a poco el resto del azúcar glas.
Cuando las claras estén completamente montadas y con la consistencia de un merengue espeso, añade un chorrito de anís. Sigue batiendo para integrarlo bien.
Una vez que las rosquillas se hayan enfriado, báñalas con el glaseado solo por la parte superior. Coloca las rosquillas glaseadas sobre una rejilla (para que se sequen también por abajo) y deja que el glaseado se seque completamente antes de servir.

Consejos para preparar unas rosquillas de San Blas perfectas
Añade la harina poco a poco
Cuando estés preparando la masa, añade la harina de forma gradual para evitar que se formen grumos.
Cómo dar la forma de rosquillas
Acuérdate de untar la mesa con aceite para evitar que la masa se pegue al darle forma de churro a cada porción.
Puedes ayudarte también con las manos para conseguir la forma de churro. Úntalas también con aceite.
Controla el tiempo de horneado
Es importante no sobrepasar el tiempo recomendado de horneado, ya que las rosquillas podrían endurecerse demasiado.
Deja secar antes de glasear
Al finalizar el tiempo de horneado, retira la bandeja del horno y deja que las rosquillas se enfríen completamente antes de proceder con el glaseado.
Trucos para montar las claras para el glaseado
Recuerda que las claras de huevo se montan mejor a temperatura ambiente y añadiéndoles unas gotas de zumo de limón o una pizca de sal gruesa. Además, el recipiente y el batidor deben estar bien limpios y secos.
Cambio de ingredientes
Aunque la receta original no lleva levadura, podéis echarle igualmente para que la masa coja más volumen y os salgan más rosquillas.
Además, en esta receta utilizamos aceite para elaborar la masa, pero podéis usar mantequilla.
Rosquillas de San Blas sin gluten
Puedes elaborar las rosquillas de San Blas sin gluten sustituyendo la harina de repostería por una harina sin gluten sin TACC (Trigo, Avena, Centeno, Cebada). De esta forma, los celíacos también podrán disfrutar de unas deliciosas rosquillas de San Blas.
Cómo conservar las rosquillas de San Blas
Al ser un dulce seco, las rosquillas de San Blas, se conservan bien en un recipiente hermético durante varios días.
Si deseas que se mantengan frescas y crujientes por más tiempo, puedes guardarlas en una caja de galletas o en una bolsa de papel dentro de un recipiente cerrado.
Evita almacenarlas en lugares húmedos, ya que esto puede afectar la textura del glaseado.
Historia de las rosquillas de San Blas
Estas rosquillas glaseadas deben su nombre a que son de uno de los dulces tradicionales de San Blas, una festividad típica del País Vasco (concretamente en Bizkaia) que se celebra cada 3 de febrero.
En este día se venden coloridos cordones para llevar en el cuello, bendecidos para proteger de las afecciones de garganta, junto con dulces clásicos de este día como la famosa torta de San Blas, caramelos, galletas de San Blas y muchos tipos de rosquillas, aunque la más famosa es esta rosquilla glaseada de San Blas.