No sólo encontraremos cordones durante este día, sino también muchos dulces tradicionales de San Blas que serán otro de los productos estrella en esta día especial. Entre ellos encontramos la famosa torta de San Blas, caramelos, galletas y muchos tipos de rosquillas (de las que las más famosas son las glaseadas).
En esta ocasión, Eva Arguiñano nos enseña cómo hacer las tradicionales rosquillas glaseadas de San Blas con un irresistible merengue de huevos, azúcar glas y toque de anís. Además, las prepara al horno, por lo que tienen menos grasa que los dulces que se suelen freír (como las torrijas, la leche frita o las rosquillas de Semana Santa)
Y aunque la receta original no lleva levadura, podéis echarle igualmente para que la masa coja más volumen y os salgan más rosquillas. Por otro lado, en esta receta utilizamos aceite para elaborar la masa, pero podéis usar mantequilla sin problema.

Lo mejor de todo es que podréis hacerlas con ayuda de los más pequeños de la casa. Así que, ¡vamos allá con la receta!
Ingredientes para 25-30 rosquillas:
- 500 gr. de harina de repostería
- 7 huevos
- 2 cucharadas de azúcar
- 125 ml. aceite virgen extra
- 2 cucharadas soperas de anís
Para el glaseado:
- 4 claras de huevo
- 400 gr. azúcar glas
- un chorrito de anís
Cómo hacer rosquillas de San Blas
Enciende el horno a 165ºC para que se vaya precalentando.
En un recipiente amplio añade los huevos y bátelos. Mientras bates, vete añadiendo el aceite, el anís y el azúcar. Incorpora la harina poco a poco hasta que quede una masa homogénea.

Amasa durante 10 minutos aproximadamente hasta que quede bien integrada la harina.
Córtala en porciones pequeños (el tamaño de una ciruela aproximadamente).
Unta la mesa con un poco de aceite y enrolla cada porción con las manos hasta crear un churro. Luego une cada extremo y séllalos para darle la forma característica de la rosquilla.

Colócalas sobre una bandeja de horno untada de aceite y espolvoreada de harina. Introduce en el horno a 165ºc durante 20 minutos aproximadamente y prepara mientras el glaseado.
Cómo hacer el glaseado de las rosquillas
Bate las claras con ayuda de una batidora de varillas eléctrica. Sin dejar de batir, incorpora poco a poco el azúcar glas y un toque de anís hasta conseguir que se monte y quede un merengue espeso.

Saca las rosquillas del horno y deja que se enfríen. Luego báñalas con el merengue por encima (sólo por un lado). Deja que se sequen y ¡ya podrás degustar tus ricas rosquillas de San Blas!
Consejos para hacer las rosquillas de San Blas
- Acuérdate de untar la mesa con aceite para evitar que la masa se pegue al darle forma de churro a cada porción.
- Puedes ayudarte también con las manos para conseguir la forma de churro. Úntalas también con aceite.
- Para el glaseado, recuerda que las claras de huevo se montan mejor a temperatura ambiente y añadiéndoles unas gotas de zumo de limón o una pizca de sal gruesa. Además, el recipiente y el batidor deben estar bien limpios y secos.
Preguntas que te pueden surgir
¿Por qué se llaman rosquillas de San Blas?
Básicamente porque se celebra el día de San Blas cada 3 de febrero. Se trata de una festividad típica del País Vasco (concretamente en Bizkaia) en la que se suelen vender unos cordones coloridos para proteger las afecciones de garganta como catarros o amigdalitis. La tradición es llevarlos unos días en el cuello hasta que llega el día de quemar los hilos para que sea efectiva la protección.
Es común encontrar varios puestos en Bilbao para comprar dichos hilos junto a los dulces tradicionales, entre los que destacan las rosquillas de San Blas.
¿Se pueden preparar las rosquillas sin gluten?
¡Por supuesto! Puedes elaborar las rosquillas de anís sin gluten sustituyendo la harina de repostería por una harina Proceli o sin gluten. De esta forma, los celíacos también podrán disfrutar de unas deliciosas rosquillas de San Blas.