Plato refrescante
Salmorejo de sandía de Joseba Arguiñano
Una receta tradicional con un toque diferente.

El salmorejo de sandía es una alternativa fresca y sabrosa al tradicional salmorejo cordobés.
Esta receta se elabora con los ingredientes clásicos y se añade sandía de Lidl, una de las frutas de verano por antonomasia, para darle dulzor y frescor.
Sigue el paso a paso de Joseba Arguiñano para prepara este refrescante plato en pocos minutos.
Índice de contenidos
Ingredientes

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4 tomates
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500 gramos de sandía de Lidl
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200 gramos de miga de pan
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100 gramos de aceite de oliva
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1 diente de ajo
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10 gramos de sal
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25 mililitros de vinagre de jerez
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50 gramos de virutas de jamón ibérico
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1 huevo cocido
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10 trozos de sandía
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brotes de mostaza (opcional)
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
10 m
Tiempo total
10 m
Alérgenos


Paso a paso
Prepara las migas de pan
Coloca las migas de pan en un recipiente hondo y añade un poco de agua para que se ablanden. No es necesario que queden empapadas, basta con que absorban suficiente líquido para poder triturarlas fácilmente después.

Tritura todos los ingredientes
Lava bien los tomates y córtalos en trozos medianos. Retira las semillas si lo deseas. Pela el diente de ajo y quítale el germen central para evitar que repita.
Corta la sandía, retira las pepitas si las tiene y trocéala.
Introduce en el vaso de la batidora las migas de pan remojadas, los tomates troceados, la sandía, el ajo, el vinagre de Jerez, el aceite y la sal. Tritura durante varios minutos hasta obtener una crema homogénea.

Sirve el salmorejo de sandía
Una vez triturado, guarda el salmorejo de sandía en la nevera al menos 1 hora antes de servir.
Al momento de servir, vierte el salmorejo en platos hondos o cuencos. Puedes decorar por encima con virutas de jamón ibérico, huevo cocido rallado o picado, trocitos de sandía y brotes de mostaza.

Consejos y trucos
El pan tiene un papel importante en la textura del salmorejo. Lo ideal es usar migas de pan asentado o del día anterior, sin corteza. Evita panes demasiado tiernos o industriales, ya que pueden dejar una textura gomosa.
Lo ideal es usar tomates pera o rama, que sean tomates maduros de temporada, ya que son más carnosos y tienen menos agua. Esto ayudará a conseguir una textura más densa y un sabor más concentrado.
A la hora de comprar sandías en Lidl, fíjate en su carne (cuando sea posible), que debe estar firme y jugosa.
Si solo se puede observar la sandía entera, sin abrirla, hay que fijarse en la parte inferior, donde un color amarillo pálido indica que está madura y sabrosa, mientras que la presencia de una mancha blanca o verdosa señala que fue recogida antes de tiempo y resultará insípida. La presencia de un tallo arrugado también indica que está madura.
Escoge una sandía bien madura y dulce para elaborar este salmorejo de sandía.
Puedes eliminar el pan si buscas una versión más ligera o apta para dietas sin gluten. En ese caso, añade menos líquido al triturar o usa una pequeña cantidad de almendra molida para espesar.
El vinagre de Jerez aporta un toque aromático y equilibrado, pero puedes sustituirlo por vinagre de manzana o de vino blanco si no lo tienes a mano.
Optar por un aceite de oliva virgen extra de sabor suave, para que no domine sobre el dulzor natural de la fruta.
El ajo aporta carácter, pero si se usa en exceso puede tapar el sabor fresco de la sandía. Un solo diente de ajo es suficiente. Para que sea más suave y digestivo, retira el germen central antes de triturarlo.
Para conseguir una textura cremosa y bien emulsionada, incorpora el aceite al final, en hilo fino, mientras sigues batiendo. Así lograrás que se integre de forma uniforme y sin que se separe la mezcla.
Para una textura más fina, pasa el salmorejo por un colador o chino tras batirlo. Esto elimina posibles restos de piel o semillas.
Preguntas y respuestas
¿Con qué acompañar el salmorejo de sandía?
Este plato veraniego puede acompañarse con una clásica tortilla de patatas y una ensalada de lechuga y cebolla para preparar un completo menú para una comida al aire libre.
¿Cómo conservar el salmorejo de sandía?
El salmorejo de sandía es un plato que debe conservarse en frío para mantener su sabor y propiedades. Una vez triturado y listo, lo ideal es guardar el salmorejo en un recipiente hermético de cristal o plástico con tapa, en la parte más fría del frigorífico (entre 2º C y 4º C).
Se puede conservar en buenas condiciones durante 2 o 3 días, siempre que no lleve toppings. Si ya has incorporado el jamón, el huevo cocido o los trozos de sandía como decoración, lo recomendable es consumirlo en el mismo día, ya que estos ingredientes pueden alterar su sabor y acortar su vida útil.
Si quieres conservarlo más tiempo, guarda la base del salmorejo sin los ingredientes de adorno y añádelos justo antes de servir.
¿Cómo saber si se ha estropeado?
Antes de consumir el salmorejo que ha estado varios días en la nevera, revisa los siguientes puntos:
- Olor: debe oler fresco, con notas a tomate y sandía. Si tiene olor ácido o agrio, descártalo.
- Color: si ha oscurecido mucho o presenta burbujas, podría estar fermentado.
- Textura: si se ha separado en capas o tiene una consistencia poco uniforme, remueve con una cuchara. Si no recupera su aspecto habitual, no lo consumas
¿Se puede congelar el salmorejo de sandía?
No es recomendable congelarlo. Aunque se puede hacer técnicamente, el resultado tras la descongelación no será óptimo. La sandía tiene un alto contenido en agua y, al congelarse y descongelarse, puede generar una textura aguada y poco apetecible. Además, se pierde parte del sabor y frescura natural de la receta.