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Ecología

4 ideas para reutilizar la bolita del desodorante que te van a encantar

El primer desodorante roll-on fue creado y lanzado al mercado en 1952 por la marca MUM, perteneciente al grupo empresario Doetsch Grether AG desde 2004. Desde la década de 1960, la técnica del roll-on (incorporar esa bolita) se ha convertido en una de las aplicaciones más importantes en la industria de los desodorantes.

Esto se refleja en la sociedad actual, pues es casi impensable salir de casa sin haber utilizado nuestro desodorante de confianza, ya sea en formato spray, crema o roll-on. No obstante, ¿sabías que esta industria dedicada al cuidado personal es una de las más contaminantes del planeta?

Los desodorantes en spray contaminan el aire con compuestos orgánicos volátiles (COV), mientras que los desodorantes roll-on generan residuos plásticos. Por mucho que reciclemos estos envases en el contenedor amarillo, muchos de estos botes y bolitas acabarán en el mar, en los bosques o vertederos bajo tierra, ¿y si los reutilizamos? ¡Puedes crear cosas maravillosas con estos envases y bolitas!

Si te ánimas a dar el paso, lo primero que debes hacer es desincrustar la bolita del desodorante con una herramienta puntiaguda y fuerte, como un cuchillo, un destornillador o un punzón plano. Tras retirarla, limpia con jabón y agua tanto el envase como la bolita.

¿Cómo reutilizar la bolita del desodorante?

Si tienes un bote de desodorante roll-on no lo tires, ¡reutilízalo! Mira todo lo que puedes hacer con este envase de plástico:

1. Masajeador corporal casero

Con la bolita del desodorante puedes crear un fantástico masajeador corporal casero que te vendrá de fábula para aliviar las contracturas del cuello, la espalda o las piernas.

Para ello, limpia bien el bote y la bolita, deja que ambos elementos se sequen y rellena el envase con un aceite especial para masajes o una crema del mismo uso. Nosotros te aconsejamos que optes por un aceite de masaje reafirmante y anticelulítico. Al pasar la bolita por las piernas u otras partes del cuerpo, el efecto será similar al del Gua Sha, una técnica japonesa para hacer un drenaje linfático y estimular la circulación del músculo.

Si optas por cremas, pomadas o incluso tu protector solar, procura que no sean muy espesas. Y, si lo son, puedes echar unas gotitas de agua para que el gel no se vuelva muy gelatinoso.

De cualquier forma, con estas ideas evitarás mancharte las manos. ¡La bolita hará todo el trabajo por ti!

2. Espaciador de jabón, alcohol en gel o aceite corporal

También puedes crear con la bolita del desodorante un esparcidor de jabón de manos o gel hidro alcohólico. El proceso es similar al anterior: limpia a fondo el envase y coloca el nuevo producto. En este caso no es necesario añadir agua.

También puedes rellenar el envase del desodorante con tu aceite corporal favorito y llevarla contigo a todas partes. Un par de toques en el cuello y tu fragancia hará relucir tu belleza. Nosotras te recomendamos el aceite corporal de Rituals (The Ritual of Ayurveda), tiene un olor floral delicioso y duradero.

Al ser un envase pequeño podrás llevarlo en el bolso o la mochila a cualquier lugar y disponer de sus múltiples ventajas.

3. Pelotas de ping pong y juguetes

Para ti, tus amigos o para tus mascotas, las bolitas del desodorante son ligeras y de plástico, perfectas para utilizar como pelotas de ping pong o como juguetes para tus mascotas, en especial para tus gatitos (si los tienes).

4. Bolas de navidad

También puedes usar las bolitas del desodorante como decoración navideña (pintarlas como bolas de Navidad) o para hacer manualidades de toda índole como muñequitos, disfraces, juguetes, etc.

Si te ha gustado este artículo, en nuestra sección de Ecología encontrarás múltiples artículos sobre cómo reutilizar los posos del café, las botellas de plástico y la razón por la que en Europa se han prohibido los plásticos de un solo uso como las pajitas, los vasos y los platos desechables.

Y, para mantenerte siempre informado, también te enseñamos los mejores trucos para quitar las manchas de desodorante de la ropa, ¡incluso más difíciles!