Cómo reutilizar los cepillos de dientes

Los cepillos de dientes antiguos son objetos valiosos a los que puedes sacarles mucho provecho: limpian de forma eficaz y sirven para crear artesanía, manualidades y arte.
El cepillo de dientes se ha convertido en un objeto de higiene imprescindible en el hogar, no solo para mantener una correcta higiene dental, sino también para evitar problemas bucodentales a largo plazo como las caries, la gingivitis o la periodontitis. Por cierto, ¿sabías que su origen se sitúa en China en el siglo XV? Se sabe que comenzó a utilizarse en la época imperial de la siguiente forma: un mango de hueso compuesto con cerdas duras de cerdos. Su coste era caro y solo estaba reservado a la clase alta de la sociedad.
Con el tiempo, este pequeño artilugio fue evolucionando hasta convertirse en lo que es hoy: un mango curvado de plástico compuesto con un cabezal de cerdas de todo tipo (blandos, duros, más largos o pequeños) y, como siempre, los hay de todo precio.
Como su uso es extendido y su precio relativamente económico, nos encontramos con varios cepillos de dientes pululando en casa con los que no sabemos exactamente qué hacer. No obstante, su vida útil no se acaba ahí, pues puedes darle un segundo uso todavía más apremiante. ¡Ahí van esas ideas!
Ideas para reutilizar los cepillos de dientes
Estas son las mejores ideas para reutilizar los cepillos de dientes viejos:
1. Cepillos de limpieza
Una forma muy útil de darle una segunda vida a un cepillo de dientes es convirtiéndolo en un cepillo de limpieza. Su tamaño reducido te permite limpiar lugares poco accesibles y objetos con ranuras muy pequeñas o angostas.

Por ejemplo, puedes reutilizar un cepillo de dientes viejo para:
- Limpiar ranuras y recovecos poco accesibles . Los cepillos de dientes son ideales para retirar la suciedad de las juntas de los azulejos , los rieles de las ventanas y la cara interna del inodoro, entre otros usos habituales.
- Lavar tus zapatillas y sandalias . De igual forma, te serán muy útiles para acabar con la suciedad del interior de tus zapatillas blancas , zapatos o sandalias. Incluso para quitar con la tierra que se acumula en los dibujos de la suela.
- Retirar las migas de teclados electrónicos . Tanto si son de hebras suaves o duras, los cepillos de dientes viejos pueden usarse para retirar la suciedad y el polvo que se acumula en las ranuras de los teclados electrónicos, las ranuras de los móviles y tablets .
- Quitar lo negro de la bisuterí a y las joyas . Tras sacarlos del agua jabonosa, utiliza un cepillo de dientes para limpiar la suciedad más difícil de anillos, pulseras, cadenas y relojes. ¡Sus hebras llegan a todos los huecos!
- Desengrasar las cadenas de la bicicleta . También puedes reutilizar los cepillos de dientes para retirar la mugre que se acumula en las cadenas de las bicicletas o herramientas de mano con piezas pequeñas y poco accesibles.
- Limpiar el interior de los electrodomésticos de la cocina. Al abrir un electrodoméstico, como una cafetera Krups , descubrirás que hay restos de café. Utiliza un cepillo de dientes para retirarlos y haz lo mismo con todos los electrodomésticos que se puedan limpiar por dentro.
Como puedes ver, estas pequeñas y alargadas herramientas de higiene dental tienen mucha utilidad en el mundo de la limpieza. No obstante, procura limpiarlos a conciencia si vas a aplicarlo sobre distintos objetos. Y, si puedes, destina uno a una tarea en exclusivo, en especial cuando lo utilices sobre objetos que tienden a los gérmenes y las bacterias como el inodoro o el fregadero, pues solo de esta manera evitamos la contaminación cruzada.
2. Peine para estilizar peinados
También puedes reciclar un cepillo de dientes y convertirlo en un peine pequeño para estilizar y peinar los pelitos rebeldes de la frente y las patillas, el cabello que comúnmente llamamos baby hair. La mayoría de las chicas lo empleamos con gomina, así que no es un truco nuevo, pero sí muy útil.
Otro uso, poco frecuente, es para maximizar la higiene de las uñas, pues sus hebras son ideales para retirar la suciedad que se acumula en su interior.
En cualquier caso, si vas a utilizarlo como herramienta de belleza, procura destinarlo en exclusivo a esta labor y no usarlo también para limpiar tu casa. ¡Higiene y seguridad ante todo!
3. Artes y manualidades
Los cepillos de dientes que no usamos también son muy útiles para crear detalles en objetos artesanales, especialmente para tallar texturas y, en el caso de la pintura, para hacer salpicados.

Tutorial para convertir cepillos de dientes en pulseras: Awesome Ideas.
En el caso de las manualidades, también puedes convertir los cepillos de dientes usados en divertidas pulseras de plástico de colores. Es muy sencillo, tan solo debemos hervir los mangos de los cepillos sin las hebras y, una vez calientes, moldear el plástico hasta conseguir esa forma redondeada. Estas pulseras se pueden personalizar con pinturas o esmaltes.
4. Toallero casero
Otra idea para reciclar los cepillos de dientes viejos es convertirlos en un precioso toallero casero. En este caso, lo que haremos es quitar las hebras de tres cepillos viejos y forrarlos con lana gruesa de colores (el que más te guste). Necesitarás silicona caliente para que la lana quede bien pegada al cepillo. A continuación, unimos los tres cepillos con un cordel dejando un espacio de 30 cm entre ellos y finalmente lo anudamos a un clavo o colgador en el baño.

Toallero casero creado con cepillos de dientes: tutorial en vídeo.
5. Ganchos para colgar objetos
Una forma fantástica de reducir los objetos plásticos y, además, obtener un objeto útil para el hogar es reutilizando los mangos de los cepillos de dientes como ganchos para colgar objetos (ropa, utensilios de cocina, trapos, etc.). Lo que hacemos es cortar el cabezal del cepillo y poner a hervir los mangos si son de plástico. Al contacto con el calor el plástico duro se ablandará y podrás moldearlo a tu gusto. Para crear colgadores, moldéalos en forma de S y voilá. Si quieres ver esta manualidad en video, haz clic sobre este enlace.
Llegamos al final de este artículo y te ánimos a poner todas estas ideas en práctica, no solo para ahorrar dinero, sino también para cuidar la salud del planeta. Ah, y no olvides que también puedes reutilizar la bisutería vieja, las tazas, las cazuelas y cualquier otro objeto del hogar.