Aunque parezca complicado, limpiar las persianas no lleva mucho tiempo y es una tarea del hogar que se realiza tres o cuatro veces al año. Al ser objetos que no limpiamos con frecuencia es fácil olvidar que necesitan un mantenimiento periódico o, al menos, retirar todo el polvo que acumulan con el paso del tiempo.
Otro de los motivos por los que no se limpian las persianas es su dificultad para limpiar la suciedad de las ranuras y la mugre que se acumula en la cara exterior de la persiana. Pero, ¡no te preocupes! Hemos encontrado un truco perfecto para dejar las persianas como nuevas.

Jabón y agua, dos ingredientes básicos y baratos para limpiar las persianas.
Cómo limpiar las persianas, paso a paso
1. Quita el polvo de la persiana
Si quieres evitar que los trapos de limpieza acaben negros, el primer paso es quitar todo el polvo que se acumula en las ranuras de los pliegues.
Para ello, con la boquilla más estrecha de una aspiradora, ve retirando todo el polvo acumulado. Utiliza el cabezal con cepillo para rascar las motas de polvo más adheridas.
2. Limpia las manchas de la persiana
Existen varias fórmulas caseras que dejarán tus persianas tan limpias y brillantes como el primer día. Te vamos a mostrar tres soluciones dependiendo del material de tus persianas.
Si es de PVC
Para limpiar persianas de PVC, lo mejor es preparar en un bol una disolución de agua caliente más jabón de platos. Te aconsejamos que utilices un paño que no suelte pelusas o una esponja suave que no raye la hoja de la persiana.
Si ves que están muy sucias, recurre al amoníaco líquido, el mejor desengrasante del mercado. Lo único que tienes que hacer es diluir un tapón de amoníaco en un litro de agua y quitar con esta disolución las manchas más difíciles. Recuerda utilizar guantes durante la limpieza.
Si es de aluminio
Para limpiar las persianas de aluminio, lo mejor es pasar un trapo humedecido en agua tibia o limpiacristales. A la hora de pasar el paño por la persiana, realiza pasadas horizontales y firmes. En este caso, no aconsejamos el uso de productos como el vinagre o el amoniaco, ya que acabarían maltratando el acabado del material.
Si ves que tienen manchas muy difíciles, puedes recurrir a un material antigrasa o a un jabón más potente. Además, para evitar que se oxiden, te aconsejamos que solo las vuelvas a enrollar cuando estén completamente secas.
Si es de madera
Para limpiar persianas o contraventanas de madera puedes utilizar un limpia madera concentrado o limpiarlos con vinagre blanco de limpieza o vinagre de manzana (el último tiene menos acidez). En este caso, el vinagre limpia, desinfecta, trata y nutre la madera, manteniendo ese brillo tan característico.
En este último caso, lo único que tienes que hacer es diluir agua y vinagre a partes iguales y utilizar un paño para retirar la suciedad de las hojas. Tras limpiar la suciedad, vuelve a pasar un trapo húmedo con movimientos horizontales, pero está vez solo empapado en agua y voilà.
3. Limpia la persiana por la parte de afuera
En el caso de que tengas acceso a la parte de afuera de la persiana, bien porque sean persianas que estén a ras de suelo, límpialos según su material. Lo único que tienes que hacer es soltar la persiana hasta abajo y limpiarla a fondo.
Si las persianas no están accesibles, no las limpies desde fuera. ¡Seguridad ante todo! En su lugar, abre el cajón que contiene la persiana y conforme vas desenrollándola, ve limpiando poco a poco. Si la caja contiene mucho polvo, aspira en profundidad antes de aplicar el producto de limpieza.

Si las manchas no salen, utiliza amoniaco líquido para quitar las manchas más difíciles de las persianas.
Cómo limpiar las persianas con la vaporeta
Otro utensilio que te será de gran utilidad a la hora de limpiar las persianas es la vaporeta, un elemento que te permitirá limpiar las persianas con mucha facilidad y rapidez. Lo bueno de este utensilio es que también sirve para limpiar estores enrollables, paneles japoneses, persianas venecianas, cortinas, etc.
Para limpiar tus persianas con este utensilio, solo tienes que seguir estos cuatro pasos:
- 1. Retira todo el polvo de las persianas con una aspiradora o con un plumero.
- 2. Enciende la vaporeta y ve aplicando vapor por todas las láminas de la persiana. Haz hincapié en sus rendijas.
- 3. Una vez que el vapor haya sacado la suciedad más incrustada, con un paño húmedo ve retirando la suciedad más visible de la persiana. Tanto de su cara interna como externa (si es accesible).
- 4. Con un trapo limpio y seco, retira el exceso de humedad de la persiana. No la enrolles hasta que esté completamente seca. De lo contrario, podría adquirir humedad y malos olores.
- 5. Por último, para un mantenimiento completo de las persianas, puedes aprovechar para limpiar su, su marco y la correa.
En el caso de que tus persianas sean venecianas, puedes recurrir a una mopa de mano para retirar la suciedad. Procura hacerlo con cuidado y tratando de evitar que alguna lámina de la persiana acabe rompiéndose. Finalmente suéltala en su totalidad y pasa un paño humedecido en agua y jabón para retirar la suciedad más visible.
Aquí te explicamos cómo limpiar las persianas venecianas con los mejores trucos caseros.