El Aporocactus o cactus rasta, como también se le conoce, es una planta colgante realmente decorativa. Sus tallos carnosos, cilíndricos, largos y colgantes están cubiertos por infinidad de pequeños pinchos.
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Plantas
El Aporocactus o cactus rasta, como también se le conoce, es una planta colgante realmente decorativa. Sus tallos carnosos, cilíndricos, largos y colgantes están cubiertos por infinidad de pequeños pinchos.
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Es una planta muy resistente y elegante, fácil de cultivar, y además del interés intrínseco de los tallos colgantes, durante los últimos meses de invierno florece intensamente llenándose de flores de color fucsia de gran tamaño que añaden un interés indiscutible al Aporocactus.
Al tratarse de una cactácea podemos deducir que el Aporocactus requiere exposiciones lo más soleadas y luminosas posibles.
De ser cultivada en un lugar poco soleado, el crecimiento de los nuevos tallos no será todo lo fuerte y consistente posible, desluciendo el aspecto general de este cactus gigante.
Los riegos han de ser moderados, y los realizaremos recurriendo a humedecer el cepellón de tierra sumergiéndolo en agua tibia una vez hayamos detectado que éste está seco.
Este cactus se puede cultivar tanto en exterior como interior simultáneamente.
Durante el invierno lo podemos colocar dentro de casa junto a una ventana, y hacia febrero-marzo se llena de flores.
Pasada la floración y el riesgo de heladas, se saca el Aporocactus al balcón dejándole que se aclimate y crezca vigoroso y fuerte durante el verano, para volver a meterlo en casa en otoño cuando las temperaturas empiezan a bajar.
Si os interesan este tipo de cactus de porte colgante, os encantrá el cleistocactus winteri y el cactus espina de pescado o Cactus Ric Rac.