Durante la época otoñal, son muchas las siembras de hortalizas que se realizan en el huerto. En este caso, nos centraremos en las habas, los guisantes y los ajos. ¡No os lo perdáis!
Jardinatis, 19 de octubre de 2020
Huerta
Cultivar habas, guisantes y ajos en otoño
El primer paso es roturar toda la tierra en la que vamos a realizar la siembra. Para mejorar la estructura de la tierra y nutrirla, tendremos que aportarle una parte de materia orgánica, que en este caso será mantillo. Para que se mezcle bien, lo distribuimos homogéneamente.
También incorporaremos un poco de abono natural, para que los productos del huerto sean ecológicos y naturales. Una vez distribuido el abono y el mantillo, volveremos a rotular toda la tierra para que quede bien mezclado.
Cuando tengamos preparada la tierra, habrá que realizar unos surcos para prodecer con la siembra.
En cuanto a la siembra de las habas, podremos realizarla con semillas. Suelen tener un envoltorio rosa que es un fujicida que se le ha añadido para evitar que la semilla se pudra por culpa de los hongos.
Otra opción para conseguir el cultivo de las habas será en plantel, que las tendremos bien enraizadas. Para sembrarlas, si utilizamos las semillas, lo haremos de tres en tres y, a continuación, las taparemos con tierra.
Si lo hacemos con el plantel, colocaremos cada plantel a unos 20 centímetros de distancia y en unos 10-15 días habrán germinado.
Al igual que con las habas, tenemos dos opciones para sembrar los guisantes: en plantel o mediante la siembra directa de la semilla. Para ello, colocaremos las semillas en el surco y las taparemos con un poco de tierra.
Si hemos elegido un guisante de la variedad de mata alta, necesitará una estructura para trepar. Unas ramas secas a ambos lados del surco donde hemos realizado la siembra será de gran ayuda.
Los guisantes en cuestión de 10 días ya habrán germinado y comenzaremos a ver las primeras hojas. La planta, cuando empiece a crecer, comenzará a sacar sus hojas y de estas, empezarán a parecer los zarcillos.
Los zarzillos son hojas modificadas en espiral que la planta utiliza para ir agarrándose a la estructura.
Para sembrar el ajo, lo más importante será buscar ajetes tiernos. Para ello, desgranamos una cabeza de ajo.
A la hora de sembrarlo, como no buscamos que se formen cabezas grandes, lo haremos en alta densidad, colocando cada diente a unos 5 centímetros del otro. Los tapamos con la misma tierra que hemos sacado al realizar el surco.
Otra hortaliza que podremos sembrar será el rabanito. En este caso lo podremos sembrar durante todo el año.