Composición elegante en tonos blancos y azules

Los azules y blancos van a ser los protagonistas de la composición de este consejo de jardinería. Utilizaremos unas macetas blancas, unas escaleras viejas transformadas en una original estantería y unas plantas con follaje gris. ¡Te encantará el resultado final tanto como a nosotros!

Composición en tonos blancos y azules

Comenzamos utilizando unas lavandas con una floración en tonos azulados y morados. También usaremos una gramínea originaria de las dunas (Leymus arenarius). Hay que tener en cuenta que, en esas zonas, la arena es blanca y el sustrato muy suelto, de ahí que su raíz se expanda muchísimo. El color azulado de su follaje no es más que una defensa que tiene para tolerar las altas insolaciones. En invierno se queda un poco pajiza y en primavera empieza a sacar los primeros brotes.

Vamos a utilizar dos variedades diferentes de senecios. Uno tiene el follaje más denso con unas hojas más finas y alargadas y, el otro, es mucho más azul. Iñigo suele pinzarlos de vez en cuando para conseguir que se vaya ramificando.

Vamos a realizar unos esquejes a estos senecios. Los cortamos y dejamos que se sequen un poco un par de días antes de plantarlos nuevamente. Cortando estos esquejes, lo que estamos haciendo e que la mata se vaya densificando más, es decir, haga muchos más ramajes.

No podíamos evitar incluir diferentes tipos de crasas como las echeverias y sedums .También utilizaremos en la composición un eucalipto con la hoja redondeada y azulada. Las opciones entre las que elegir son enormes.

También utilizaremos una ágave americana (una variedad de pitera enana) y el arbusto olivilla (Teucrium fruticans) cuyas hojas son muy rústicas. Por último, hemos sumado una Yucca rostrata con una hojas en punta que crean la forma de una especie de esfera.

Como podéis observar, el resultado final es espectacular, ¡de 10! Esa mezcla de colores blancos, y grises hacen un conjunto precioso.