Entrados en el otoño nos encontramos en un jardín en el que el rosa es el protagonista. Vamos analizar cada una de las plantas que se pueden encontrar en este rincón.
Podemos observar las espigas de los astilbes que ya están completamente secas, con un tono marrón. Estos astilbes florecieron hacia finales de primavera. Pasada la floración la espiga se puede mantener ya que mantiene un aporte estético.
En los meses de julio y agosto, la protagonista fue la floración de la Phlox paniculata. Una planta de floración muy prolongada en tonos rosas. Algunas variedades son sensibles al oidio, pero en general, es una planta vivaz muy a tener en cuenta.
Entre estas plantas vivaces se intercalaron ciertas plantas anuales como es el caso de la ardisia. Se caracteriza por sus tallos rosas, casi fucsias. Sus hojas tienen manchas de distintas tonalidades. Mirándola al contra luz se agudizan todavía más esos matices y colores rosas intensos.
Como es una planta de temporada, es buen momento, antes de que lleguen los fríos, coger tallos y esquejarlos para tener plantas el año que viene. Para esquejarla realizar un corte justo debajo de los nudos de donde salen las hojas. Una vez hecho el corte se introduce en tierra y la planta enraizará.
Es una planta que enraíza tan fácil que puede incluso reproducirse mediante acodo, es decir: un brote que toca tierra y en la intersección de los nudos genera nuevas raíces.
Otra planta que aporta un color especial a este jardín es un ricino. Ya hablamos en su día de este arbusto de hojas muy oscuras casi negras con sus flores y las capsulas con pinchos donde se encuentra las semillas.
Y al pie de este ricino podemos encontrarnos una acelga ornamental de tallo rosa. Son también comestibles pero tiene ese punto decorativo tan especial. En las acelgas, si van a flor, una vez pasada la floración la planta desaparece.
También podemos ver una linea de gramíneas en tonos rosas, el pennisetum alopecuroides moudry, una variedad nueva de pennisetum que aporta una luminosidad al jardín. No son resistentes al frío, por lo que en zonas de heladas es conveniente protegerlas.
Con estas plantas en tonos rosas vamos a crear una composición floral realmente interesante.
Composición floral de otoño con plantas de follaje rosa
El potencial estético de este color fucsia estridente de las plantas de este jardín nos permite crear composiciones muy llamativas.
En un jarrón hemos colocado la ardisia con sus características hojas manchadas y ese tallo fucsia intenso.
En un jarrón más pequeño, hemos colocado las acelgas de tallo rosa. Estos tallos son comestibles. Para que luzcan un poco más, hemos eliminado la hoja por dos motivos: primero, porque su aporte estético es menor, y segundo, para eliminar las marcas y agujeros que hace la cercoespora, el hongo típico que afecta a las acelgas.
Para finalizar, en un jarrón más pequeño y de boca estrecha el pennisetum alopecuroides moudry con sus características espigas ligeramente rosadas.
Como veis tres composiciones muy sencillas con colores muy llamativos.