Todo lo que debes saber para cultivar en lana de roca
En el cultivo hidropónico, la lana de roca se está volviendo cada vez más popular. Este material ofrece numerosas ventajas para quienes buscan una alternativa a los sustratos tradicionales como la tierra.
A continuación, te explicamos en qué consiste el cultivo con lana de roca, cuáles son sus beneficios, cómo utilizarla correctamente y qué aspectos debes tener en cuenta para lograr cosechas exitosas.
¿Qué es la lana de roca?
La lana de roca es un material compuesto por mineral coque y rocas basálticas. Estos minerales se funden en hornos hasta alcanzar su punto de fusión, convirtiéndose en un líquido que posteriormente se transforma en fibras.
Estas fibras se prensan y se presentan en distintos formatos, como placas, rollos o a granel.
Este material es uno de los mejores aislantes térmicos y acústicos del mercado. En jardinería, su función principal es proporcionar soporte estructural a las raíces y retener tanto el agua como el oxígeno en sistemas de cultivo hidropónicos.
Para ello, se utilizan bloques, macetas o tapetes de lana de roca que actúan como un sustrato de cultivo altamente adaptable.
Es apta para el cultivo de una amplia variedad de plantas, desde tomates, melones, pepinos y pimientos, hasta fresas y hierbas aromáticas.
Además, su facilidad de uso la convierte en una excelente opción tanto para grandes explotaciones agrícolas como para pequeños cultivadores hidropónicos que desean incorporar esta tecnología en sus huertos domésticos.
¿Qué es el cultivo hidropónico?
Los sistemas hidropónicos se distinguen por prescindir del uso de tierra, empleando en su lugar una solución de agua con nutrientes que alimenta directamente a las plantas.
Así, las raíces se sumergen en esta solución o en un sustrato inerte, como la lana de roca o la fibra de coco, en lugar de estar en tierra.
Los nutrientes se distribuyen a través del agua, impulsados por una bomba de aire que, además, asegura que el agua se mantenga bien oxigenada.
¿Qué se puede cultivar en lana de roca?
La lana de roca es ideal para especies que se desarrollan con éxito en la hidroponía. Entre los cultivos más indicados se encuentran:
- Lechugas.
- Tomates.
- Pimientos.
- Guindillas.
- Pepinos.
- Fresas.
- Berenjenas.
- Judías verdes.
- Melones.
- Calabacines.
- Hierbas aromáticas (como albahaca, perejil o cilantro).
- Flores ornamentales como las rosas o gerberas.
- Fresas y frutos rojos
Ventajas del cultivo en lana de roca
El uso de lana de roca en cultivos presenta numerosas ventajas que explican su creciente popularidad tanto en sistemas hidropónicos profesionales como domésticos:
Excelente retención de agua
La lana de roca mantiene las raíces constantemente húmedas sin riesgo de asfixia. Esto favorece el crecimiento de las plantas y garantiza una hidratación continua y uniforme.
Buena aireación
Al tratarse de un material poroso, en su interior se forman pequeñas bolsas de aire que permiten una adecuada oxigenación de las raíces.
Esto reduce el riesgo de enfermedades provocadas por el exceso de humedad y evita la asfixia radicular, manteniendo un equilibrio óptimo entre agua y oxígeno.
Sustrato inerte
La lana de roca no contiene nutrientes propios, lo que permite un control absoluto sobre la nutrición del cultivo.
De este modo, el cultivado en lana de roca puede ajustar con precisión la solución nutritiva según las necesidades de cada etapa de crecimiento.
Libertad para el desarrollo radicular
Las raíces pueden atravesar sin dificultad las fibras de la lana de roca, expandiéndose en cualquier dirección. Esta libertad favorece un desarrollo radicular sano y vigoroso.
¿Cómo preparar la lana de roca antes del cultivo?
La lana de roca no debe utilizarse directamente, ya que es fundamental acondicionarla previamente para asegurar unas condiciones óptimas de germinación y crecimiento.
Prepararla adecuadamente permite ajustar su pH y eliminar residuos que podrían afectar a las raíces.
La lana de roca tiene un pH elevado, alrededor de 8, por lo que es fundamental remojarla para reducirlo antes de utilizarla.
El pH ideal para el cultivo está entre 5,5 y 6,5. Para lograrlo, debes sumergir los bloques o cubos de lana de roca en agua con un pH de 5,5 y dejarlos en remojo 24 horas.
Después, deja que la lana de roca escurra. No la presiones para eliminar el exceso de agua, ya que esto podría compactar las fibras y afectar la aireación.
Añade la lana de roca al sistema hidropónico y deja que el sistema funcione sin plantas hasta que el pH se estabilice en el rango que necesiten tus plantas.
Cultivo en lana de roca
Una vez que el pH de la lana de roca esté controlado, podrás comenzar con la germinación de las semillas o el cultivo.
Coloca las plantas, con las raíces ya desarrolladas, en los tacos de lana de roca y asegúrate de mantenerlas hidratadas, pero evitando el encharcamiento.
Dado que la lana de roca no contiene nutrientes, es esencial proporcionar una solución nutritiva equilibrada.
Además, asegúrate de que el sistema de drenaje funcione correctamente para evitar acumulación de agua y garantizar un adecuado desarrollo radicular.
Cosas para tener en cuenta al cultivar en lana de roca
Mantén la lana de roca húmeda: la lana de roca debe mantenerse constantemente húmeda, ya que no puede secarse.
- No reutilices los tacos de lana de roca: a diferencia de otros sustratos como la turba o el coco, que pueden ser reutilizados tras la cosecha, no se recomienda reutilizar los tacos de lana de roca.
- Ventila adecuadamente el entorno: para prevenir problemas relacionados con la humedad, como hongos o moho, es crucial asegurarse de que el entorno de cultivo tenga una buena circulación de aire.