¿Tu perro bebe de la calle? Cuidado con esta agua peligrosa

Los veterinarios han lanzado una clara advertencia: no toda el agua que encuentras en la calle es segura para tu perro. Porque, ¿sabías que tu peludo podría enfermar gravemente solo por beber de un recipiente equivocado?
Pero espera porque hay más, puesto que con la llegada del calor es más importante que nunca conocer qué tipo de agua evitar y cómo prevenir ciertas enfermedades. Sigue leyendo.

¿Qué es el agua peligrosa para perros y dónde se encuentra?
Bebederos públicos: una trampa bienintencionada
En verano y durante los paseos, es habitual encontrar bebederos colocados por vecinos o comercios varios. A pesar de que la intención es buena, una gran parte de estos contenedores acumulan agua estancada, lo que les convierte en potenciales focos de infección.
Aunque conviene señalar que el problema no reside en el gesto, del todo altruista, sino de la evidente falta de mantenimiento.
¿Qué puede contener esa agua estancada?
En opinión de varios veterinarios, como es el caso de la Dra. Lori Teller, el agua de estos bebederos puede llegar a contener:
- Moho y toxinas ambientales.
- Parásitos intestinales como giardia .
- Restos de materia orgánica.
- Bacterias como E. coli o salmonella .
- Virus presentes en la saliva de otros perros.
Pero esto no todo. Ya que, si el recipiente ha estado en contacto con las patas o la boca de otros animales, el riesgo se multiplica, como no podía ser de otra manera.
Enfermedades que puede contraer tu perro
Si tu perro bebe agua de un recipiente contaminado, se puede exponer a varias enfermedades, algunas leves y otras potencialmente graves:
Tos de las perreras
Una infección respiratoria muy común, principalmente en zonas en las que conviven muchos perros. Es capaz de provocar fatiga, tos seca y falta de apetito.
Papiloma canino
Puede causar verrugas en la boca, dificultando la alimentación. Se transmite principalmente por contacto con la saliva.
Infecciones bacterianas y parasitarias
- Giardia: Deshidratación, diarrea persistente y pérdida de peso.
- Salmonella: Fiebre, diarrea con sangre y vómitos.
- E. coli: Capaz de provocar letargo, fiebre y problemas digestivos.
- Leptospirosis: Puede afectar a los riñones y al hígado. En casos graves, podría ser mortal.
Cómo prevenir estos riesgos
Lleva tu propio bebedero
Sin duda, la solución más sencilla y efectiva es llevar un recipiente portátil con agua fresca para tu perro. Existen modelos plegables muy ligeros y fáciles de usar durante el paseo.
Pide agua limpia en locales
En el caso de que no lleves un bebedero, siempre puedes pedir un vaso de agua en un bar o tienda. Es más seguro que dejar que el perro beba de un recipiente callejero sin supervisión por tu parte.
Evita paseos en horas de máximo calor
No nos podemos olvidar que además del riesgo de agua contaminada, las altas temperaturas propias del verano pueden provocar golpes de calor. Por lo que recuerda que lo ideal es salir a pasear con tu perro por la mañana temprano o al atardecer.
¿Cuánta agua necesita tu perro al día?
Si bien la hidratación es esencial para la salud canina, no todos los perros tienen que beber la misma cantidad de agua. La media recomendada es la siguiente:
Entre 40 y 100 ml por kilo de peso corporal al día.
Es decir, un perro de 10 kg, tendrá que beber entre 400 ml y 1 litro al día. Aunque dependerá de varios factores como:
- Actividad física.
- Edad y salud.
- Alimentación (pienso seco o comida húmeda).
- Clima.
Señales de alerta por hidratación inadecuada
Es bien sencillo. Tanto si tu perro bebe demasiada o muy poca agua, podría ser una señal de que existe un problema de salud.
Bebe poca agua
Indicaría dolor, fiebre, deshidratación o enfermedades renales. Fíjate si sus encías están secas o su piel ha perdido elasticidad.
Bebe demasiado
Podría ser un síntoma de diabetes, desequilibrios hormonales o infecciones urinarias. Ten en cuenta que también el hecho de que tu perro beba mucha agua puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos.
¿Qué tipo de bebedero es el más recomendable?
Seleccionar un bebedero adecuado también es muy importante. Las mejores opciones son las siguientes:
- Acero inoxidable: Higiénico, duradero y fácil de limpiar.
- Plástico: Económico, aunque puede acumular bacterias y causas alergias.
- Cerámica: Bonito a nivel estético, pero frágil y poroso.
Importante: Renueva el agua cada día y lava el recipiente con relativa frecuencia de cara a evitar el crecimiento de microorganismos.

Otros lugares donde no deberías dejar que tu perro beba agua
Como bien hemos señalado, los bebederos públicos suponen un riesgo evidente. Pero existen otros sitios comunes que también pueden poner en jaque la salud de tu perro. Presta atención:
Charcos en la calle o caminos de tierra
Son focos de giardia o leptospirosis. Pueden contener restos de aceite, excrementos, gasolina o químicos que se filtran con la lluvia.
Fuentes decorativas en parques o plazas
Aunque en un principio pueda parecer que están limpias, suelen tener agua estancada sin tratamiento, con un alto riesgo de moho y bacterias.
Albercas o piscinas con cloro
Un exceso de cloro puede irritar el estómago del perro y provocar diarrea y vómitos.
Agua de macetas o cubos en patios
Son capaces de acumular tierra, insectos y hongos. Por si esto fuese poco, en el caso de que la planta sea tóxica para las mascotas, su agua también los será.
Riachuelos o arroyos naturales
Al igual que en otros casos, y aunque parezcan limpios, pueden estar contaminados con orina de animales silvestres, desechos agrícolas o incluso, pesticidas.
¿Y tú? ¿Llevas su propio bebedero o dejas que tu perro beba agua de la calle? Recuerda que aunque pueda parecer inofensivo, dejar que tu perro beba de un bebedero público sin control puede exponerlo a infecciones peligrosas.
Por tanto, lleva su propio recipiente con agua para que se hidrate cuando sea necesario. ¡Y sin correr riesgos!