¿Por qué mi perro bebe mucha agua?
¿Por qué mi perro bebe mucha agua? ¿Es normal que te esté tan sediento... o quizás le pase algo malo? De hecho, ¿cuánta agua debería beber un perro en condiciones normales?
Si estas preguntas te suenan familiares, te recomendamos que sigas leyendo. Es normal que te preocupes si detectas un cambio tan importante en el comportamiento de tu perro como es un consumo excesivo de agua y aquí vamos a explicarte cuáles son las posibles causas y qué hacer en cada caso.

Debes tener en cuenta, antes de nada, que hay situaciones en las que un perro podría beber más agua de lo normal sin que eso indique que tiene algún problema. Es decir, la polidipsia -así se denomina un aumento anormal de la sed- no siempre tiene por qué ser un síntoma preocupante, como verás enseguida.
La clave será observar el contexto, la evolución del consumo de agua del perro y la posible aparición de otros síntomas paralelos a la polidipsia.
Veamos, pues, por qué motivos un perro podría beber más agua de lo normal y, si existe algún problema, qué opciones y tratamientos podrían ser recomendables.

Mi perro siempre está sediento: ¿cuánta agua es demasiada para él?
Ya decíamos que, al pensar en por qué mi perro bebe mucha agua, otra pregunta que nos puede surgir es, naturalmente, cuánta agua deberían beber estos animales en condiciones normales.
Está claro que tanto la falta de agua como un consumo excesivo tienen efectos negativos en los perros, como los tienen también en nosotros, pero no existe un término medio exacto.
Una posible regla general es que un perro debería consumir aproximadamente entre 30 y 100 ml de agua por cada kilo de peso corporal. Por ejemplo, si tu perro pesa 20 kg, tendría que beber entre 1 y 2 litros de agua cada día.

No obstante, estas cifras son puramente orientativas y el consumo real de agua de un perro puede variar mucho dependiendo de factores -y aquí te adelantamos algunos posibles motivos del exceso de sed- como la alimentación, la temperatura o el nivel de ejercicio.
Para que te hagas a la idea, un perro que tome más alimentos secos y viva en un entorno caluroso normalmente beberá más que otro can de las mismas características, pero que consuma comida húmeda con frecuencia y viva en un entorno frío.

También hay que tener en cuenta que hay perros a los que les cuesta un poco más que a otros beber agua, o les gusta menos, sin ningún motivo específico.
Teniendo todo esto en cuenta, ¿cómo saber si un perro está bebiendo demasiado?
Es recomendable que te fijes no tanto en las cifras generales como en la tendencia general de tu perro, que conocerás bien por convivir con él. Y son los cambios en esa tendencia (es decir, que tu perro aumente mucho su consumo de agua sin una causa clara) los que, llegado el caso, deberían ponerte en guardia o plantearte si a tu mejor amigo quizás le pase algo.

Por qué mi perro bebe mucha agua: 8 posibles causas y qué hacer en cada caso
Ahora que ya sabes cómo podrías medir lo que se consideraría un consumo normal de agua en un perro, es el momento de hablar de las posibles causas del exceso de sed. Estas son las 8 más frecuentes:

Diabetes mellitus
La diabetes en perros es una enfermedad bastante habitual (la sufren 1 de cada 500 perros), en especial en ejemplares de edad avanzada, y uno de sus principales síntomas es precisamente la polidipsia o sed excesiva.
La diabetes de tipo 1, la más frecuente, se produce cuando el páncreas no produce suficiente insulina y, como consecuencia, aumentan los niveles de glucosa en sangre. Al filtrar el exceso de glucosa, los riñones generan mucha orina (poliuria), lo que es contrarrestado por el cuerpo con un mayor consumo de agua.
Otros síntomas típicos de la diabetes en perros son la polifagia o aumento del apetito, la pérdida de peso y la letargia.
La diabetes es una enfermedad crónica, pero los perros que la padecen pueden gozar de una buena calidad de vida con la administración regular de insulina y una dieta específica.

Síndrome de Cushing
Si te preguntas por qué mi perro bebe mucha agua, otra posible causa es el síndrome de Cushing o hiperadrenocorticismo, una enfermedad hormonal que suele darse también en perros de edad avanzada (a partir de los 10 años).
El síndrome de Cushing está relacionado con un aumento de la producción de cortisol, con diversas causas posibles (mal funcionamiento de las glándulas suprarrenales o adrenales, tumores...), y produce síntomas como:
- Poliuria (el perro orina con más frecuencia).
- Polidipsia o aumento anormal de la sed.
- Polifagia (mayor apetito).
- Fatiga.
- Jadeos.
- Pérdida de pelo en ciertas zonas del cuerpo.
- Problemas cutáneos.
- Atrofia muscular progresiva.
El Cushing puede tratarse con medicamentos, pero el enfoque concreto depende de cuál sea la variante de la enfermedad que sufra el perro.

Diarrea
La diarrea en perros no es realmente una enfermedad, sino un síntoma. Pero, sea cual sea su origen, una de las principales consecuencias de la diarrea es la deshidratación; así pues, un perro que sufra este problema seguramente beberá más agua de lo normal para compensar la que está perdiendo.
Si tu perro tiene diarrea, la polidipsia será con toda probabilidad un efecto secundario de esta. La propia diarrea puede deberse a múltiples causas (alimentos en mal estado, parásitos, ingesta de cuerpos extraños, etc.), por lo que es recomendable que examines a tu perro en busca de otros síntomas y consultes con tu veterinario. Quizás te interese también este artículo sobre cómo cortar la diarrea en perros.

Medicación
Ciertos tratamientos y medicamentos también pueden provocar un aumento puntual de la sed de un perro. Es el caso de los diuréticos (que facilitan la eliminación de líquidos) y los corticoides, uno de cuyos efectos secundarios es también una mayor producción de orina.
Si la medicación es la causa del exceso de sed de tu perro, sus ganas de beber deberían volver a la normalidad una vez concluya el tratamiento. En cualquier caso, no dudes en consultar con tu veterinario cualquier pregunta que puedas tener acerca de los medicamentos que toma tu perro y sus efectos secundarios.
Recuerda también que nunca debes medicar a tu perro por tu cuenta, y mucho menos darle medicamentos para humanos.

Alimentación
Una dieta con exceso de fibra o, en general, muy rica en alimentos secos también puede hacer que un perro beba más de lo habitual.
En estos casos puede ser recomendable cambiar de pienso o planificar otro tipo de dieta, cuidando de incluir en ella ingredientes de calidad, minerales y vitaminas, todo ello de diversos orígenes y en proporciones equilibradas. También puedes considerar la posibilidad de darle comida húmeda con mayor frecuencia.

Insuficiencia renal
La insuficiencia renal en perros se produce cuando los riñones no funcionan con normalidad. Esta dolencia puede ser crónica, sobre todo en los perros de mayor edad, o aguda, una variante que puede afectar a cualquier can.
Los síntomas de la enfermedad pueden variar, pero en general un perro con insuficiencia renal estará débil, cansado y apático. También orinará más de lo habitual y, para evitar la deshidratación, aumentará su consumo de agua.

Otros síntomas de insuficiencia renal pueden ser:
- Anorexia.
- Depresión.
- Pérdida de peso.
- Anemia.
- Úlceras estomacales.
- Llagas en la mucosa oral.
La insuficiencia renal es una enfermedad grave que no tiene cura. La pérdida de la función renal no puede revertirse, por lo que el tratamiento consistirá en una dieta especial y medicación para mantener el equilibrio en el organismo del perro.

Calor excesivo o ejercicio intenso
Cuando hace mucho calor, un perro corre o juega intensamente o ambas cosas al mismo tiempo, el consumo de agua del animal también aumentará.
Puede que en esas situaciones tu perro llegue a beber grandes cantidades de agua de una sentada y eso te llame la atención, pero no tiene por qué significar que existe ningún problema. De hecho, es importante mantener bien hidratados y frescos a los canes durante los meses más calurosos del año para evitar los golpes de calor.
Cabe mencionar que los cachorros, que están siempre jugando y pueden mantenerse activos durante horas, también pueden tener picos de sed que nos llamen la atención.
Si tienes dudas, no pierdas de vista a tu perro durante los siguientes días, observa cómo evoluciona su sed y, como siempre, consulta a tu veterinario si notas cualquier cosa extraña.

Embarazo y lactancia
Una última respuesta a la pregunta de por qué mi perro bebe mucha agua es la preñez: una perra embarazada tenderá a beber más agua que antes, incluso aunque no desarrolle una actividad física especialmente intensa. Lo mismo se aplica a las perras lactantes, que beberán más agua mientras estén produciendo leche para sus cachorros.
Las perras que sufran un embarazo psicológico también podrían contar la poliuria y la polidipsia entre sus síntomas, aunque en algunos casos sucede justo lo contrario y las hembras en cuestión se muestran inapetentes y con poca sed.