Parásitos en animales: cómo afectan las lluvias y qué puedes hacer para prevenirlos

Las pulgas y garrapatas pueden transmitir diferentes tipos de enfermedades.
Las pulgas y garrapatas pueden transmitir diferentes tipos de enfermedades.

Las lluvias intensas que se producen durante la primavera no solo afectan al entorno, sino que también pueden alterar la salud de nuestras mascotas. Sí, porque el aumento de la humedad crea el ambiente propicio para la proliferación de microorganismos y parásitos en animales.

Desde infecciones cutáneas hasta diversas enfermedades graves como la leptospirosis, es importante conocer los riegos a los que se enfrentan nuestras mascotas y cómo prevenirlos.

El contacto con zonas de agua estancadas o charcos puede exponer al animal a la leptospirosis.
El contacto con zonas de agua estancadas o charcos puede exponer al animal a la leptospirosis.

¿Por qué aumentan los parásitos en animales tras la lluvia?

La humedad como aliada de los parásitos

Cuando la humedad ambiental se dispara, se producen las condiciones ideales para la reproducción de pulgas, garrapatas y hongos. Estos organismos encuentran en el pelaje húmedo de perros y gatos un refugio ideal en el que multiplicarse.

Pulgas y garrapatas, los primeros en aparecer

Al igual que el resto de los insectos de primavera, las pulgas y garrapatas no son solo molestas, sino que además pueden transmitir diferentes tipos de enfermedades. Las pulgas provocan dermatitis alérgica y las garrapatas son portadoras de patologías como la conocida enfermedad de Lyme.

Pero esto no es todo, ya que su ciclo vital se acelera en condiciones de humedad, aumentando de esta forma el riesgo de infestación.

Principales riesgos para perros y gatos

Infecciones cutáneas: más comunes de lo que parece

Como ya hemos mencionado, la humedad constante favorece la aparición de dermatitis fúngicas y bacterianas, con síntomas reconocibles como enrojecimiento, picos y pérdida de pelo.

Aunque cuidado, porque también puede desarrollarse tiña (dermatofitosis), una infección fúngica muy contagiosa entre animales y personas.

Enfermedades respiratorias: cuando la humedad afecta más que la piel

Las temperaturas frescas, combinadas con una humedad elevada, pueden derivar en patologías como la tos de las perreras o la rinotraqueítis infecciosa felina. Estas afecciones se contagian con suma facilidad en ambientes cerrados y húmedos.

Leptospirosis: un riesgo grave por aguas contaminadas

El contacto con zonas de agua estancadas o charcos puede exponer al animal a la leptospirosis, una infección bacteriana de carácter grave, capaz de dañar diversos órganos vitales.

Es más frecuente que se produzca en parques urbanos tras fuertes lluvias o en zonas rurales, con lo que habrá que estar alerta.

Dolor articular: los animales mayores, los más afectados

Y finalmente, la humedad también es capaz de influir en las articulaciones, principalmente en animales ancianos o senior, con predisposición a la artritis. Tanto la rigidez como el dolor se intensificarán con el cambio de clima.

Consejos prácticos para prevenir parásitos en animales

Secar bien a la mascota tras cada paseo

Después de salir a la calle o del baño, es importante secar con atención patas, barriga, orejas y cualquier pliegue de la piel. Eliminar cualquier resto de humedad es clave de cara a evitar cualquier tipo de infección.

Evitar las zonas con aguas estancadas

Nunca hay que dejar a nuestra mascota que beba o juegue en charcos o zonas encharcadas, sobre todo si vivimos en una zona con fauna silvestre. Pueden estar contaminadas con orina de animales portadores de leptospiras.

Reforzar la protección antiparasitaria

Es recomendable consultar con el veterinario para mantener los distintos tratamientos antiparasitarios al día, correctamente actualizados. Existen opciones externas como collares, pipetas o sprays, e internas como comprimidos, además de diversos repelentes naturales contra pulgas y garrapatas.

Mantener un entorno seco y ventilado

Es fundamental que las mantas, camas y zonas de descanso se encuentren siempre secas y limpias. Además, se debe evitar que el animal duerma cerca de corrientes frías o sobre superficies húmedas.

Revisar el calendario de vacunación

Hay que asegurarse de que nuestra mascota tiene todas las vacunas actualizadas, principalmente si está expuesta a ambientes húmedos o naturales. Las vacunas específicas, como la de leptospirosis o tos de las perreras, deben estar correctamente administradas.

Nunca hay que dejar a nuestra mascota que beba o juegue en charcos o zonas encharcadas.
Nunca hay que dejar a nuestra mascota que beba o juegue en charcos o zonas encharcadas.

Cuándo acudir al veterinario

Si observas síntomas como los siguientes, es prioritario acudir al veterinario:

  • Pérdida de pelo.
  • Picor persistente.
  • Tos frecuente.
  • Fiebre o vómitos.
  • Letargo o falta de apetito.
  • Heridas en la piel.

Por tanto, y ante cualquier duda, es preciso consultar cuanto antes. El veterinario puede identificar rápidamente el problema y prescribir el tratamiento adecuado. También ajustará el protocolo antiparasitario a las necesidades del propio animal.

En resumen, la prevención es un factor clave para proteger a nuestros peludos del efecto de la humedad y de los parásitos más peligrosos para los perros.

Con unos sencillos cuidados diarios y atención a los síntomas, se pueden evitar muchas complicaciones de salud tras los días lluviosos propios de la primavera.

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