Beneficios de cepillar a tu gato para su salud y bienestar

El cepillado es una de las rutinas más importantes dentro del cuidado e higiene de tu gato. A pesar de ello, muchos dueños la pasan por alto, ya que consideran que en cierto modo se acicalan solos, ¿verdad? Y es que a pesar de que los felinos son animales muy limpios, necesitan siempre ayuda humana para lucir un buen pelaje.
Cepillar a tu gato con cierta regularidad y frecuencia no solo mejora su aspecto, sino que también es una práctica esencial para su salud, evita la formación de bolas de pelo (tricobezoares) y fortalece el vínculo que te une a él.
Si quieres conocer cómo cepillar correctamente a tu pequeño amigo peludo, estás en el lugar adecuado, presta atención porque son todo beneficios.

¿Por qué es necesario cepillar a un gato?
Aunque los gatos se limpian a sí mismos, no son capaces de alcanzar todas las partes del cuerpo con la lengua. Pero esto no es todo, ya que durante las mudas estacionales, la cantidad de pelo muerto que desprenden aumenta de forma considerable.
En síntesis, cepillar a tu gato es necesario porque:
- Mantiene la piel sana y libre de nudos y enredos .
- Previene la formación de bolas de pelo.
- Fortalece el vínculo entre humano y gato.
- Permite detectar a tiempo diversos problemas (heridas, parásitos o irritaciones).
- Reduce la caída del pelo en casa.
Los principales beneficios de cepillar a tu gato
Menos pelo por toda la casa
Con un cepillado regular, evitarás que el pelo muerto acabe en sofás, mantas o ropa. Porque seguro que si convives con un gato, sabrás lo complicado que puede ser mantener la casa limpia. Por tanto, con solo unos minutos al día, notarás un gran cambio.
Menos bolas de pelo y mejor digestión
El cepillado reduce de forma significativa la cantidad de pelos que el gato ingiere al lamerse. Esto disminuye las tan temidas bolas de pelo, causantes de vómitos, estreñimiento o incluso, obstrucciones intestinales.
Pelo más sano y brillante
Tanto eliminar el pelo muerto como la suciedad acumulada, mejora el estado del pelaje felino. También estimula la circulación sanguínea de la piel, favoreciendo un pelo más fuerte, brillante y sin enredos.
Detectar bultos o problemas dermatológicos
Durante el cepillado, puedes encontrar ciertas anomalías como bultos, costras, heridas o pulgas. Al detectarlo a tiempo puedes actuar antes, para que el problema en cuestión no se agrave.
Refuerza el vínculo entre tú y tu gato
El cepillado puede convertirse en una relajada rutina que mejore vuestra relación. Porque el contacto físico suave y constante genera bienestar y confianza.
¿Con qué frecuencia debo cepillar a mi gato?
En función del tipo de pelaje, la época del año y la tolerancia del gato, la frecuencia de cepillado deberá ser de una u otra forma. Aquí tienes una guía aproximada:
Tipo de gato - Frecuencia recomendada
- Pelo corto: 1-2 veces por semana.
- Pelo semilargo: 3-4 veces por semana.
- Pelo largo: A diario o días alternos.
- Gatos mayores o enfermos: Requieren un cepillado suave y frecuente.
Conviene señalar que, durante las temporadas de muda, como son primavera y otoño, es importante aumentar la frecuencia de cepillado.

Tipos de cepillos según el tipo de pelaje
Elegir un cepillo idóneo facilita en gran medida la tarea y además, evita molestias al gato:
Para gatos de pelo corto
- Guantes de silicona: eliminan el pelo muerto de manera suave y sin causar rechazo.
- Cepillos de cerdas suaves: perfectos para conservar el brillo del pelaje.
Para gatos de pelo largo
- Cepillos de púas metálicas: desenredan con eficacia y sin dañar.
- Peines de doble cara: para deshacer nudos y a continuación, alisar después
Para gatos de piel sensible
- Cepillos de goma o naturales: suaves y sin riesgo de irritación.
- Recuerda limpiar siempre los cepillos una vez que los hayas usado, así mantendrás una buena higiene.
Cómo acostumbrar a tu gato al cepillado
En el caso de que tu gato no esté acostumbrado a un cepillado, puede que se muestre un tanto incómodo al principio. Pero con paciencia, puedes convertirlo en una experiencia del todo positiva. Sigue estas prácticas recomendaciones:
- Empieza con sesiones cortas, de 1-2 minutos.
- Cepilla a tu gato únicamente cuando esté tranquilo, nunca si le notas nervioso.
- Al principio, evita zonas sensibles como la cola o barriga.
- Usa snacks tras el cepillado para reforzar este momento positivamente.
- No fuerces, si tu felino está incómodo, déjalo e inténtalo otro día.
Alimentación y pelaje: una conexión directa
Un pelaje sano depende de la calidad del alimento que proporcionas a tu mascota. Por este motivo, asegúrate de que su dieta incluya:
- Proteínas animales de calidad.
- Ácidos grasos omega-3 y omega-6 (como el conocido aceite de salmón).
- Vitaminas A, E y biotina.
En el supuesto de que tu gato pierda mucho pelo o percibas que su pelaje se encuentra un tanto apagado, consulta con el veterinario. Es posible que recomiende un cambio de pienso o algunos suplementos específicos que mejoren el estado de su manto de pelo.

Productos útiles para complementar el cepillado
Además de un buen cepillado, en el mercado existen productos que hacen más fácil el cuidado del pelaje. Toma nota:
- Toallitas húmedas para gatos: limpiar zonas puntuales sin bañarlos.
- Sprays desenredantes: evitan tirones, sobre todo en gatos de pelo largo.
- Snacks anti bolas de pelo: ayudar a eliminarlas por vía intestinal.
- Rodillos quitapelos: para limpiar superficies después del cepillado.
En definitiva, es importante que cepilles a tu gato regularmente para mejorar su apariencia, prevenir problemas de salud, mantener la casa más limpia y fortalecer el vínculo que existe entre vosotros.
Con las herramientas adecuadas y un poco de paciencia, esta rutina puede llegar a convertirse en un agradable momento que mejore, sin lugar a dudas, la calidad de vida de tu querido felino.