Cadenas tróficas: qué son y cómo funcionan las redes de alimentación en los ecosistemas
Redes de alimentación animal
Las cadenas tróficas explican cómo fluye la energía entre los seres vivos de un ecosistema, desde productores hasta depredadores

La actividad humana tiene un gran impacto sobre los ecosistemas. Como ya sabrás, lejos de disminuir esta presión, cada vez va en aumento. Esto es especialmente dramático si pensamos en las cadenas tróficas, donde un pequeño impacto puede tener grandes consecuencias en muchas poblaciones distintas. Pero para poder entender esto… ¿Sabes lo que son las cadenas tróficas?

En este artículo te hablamos de este concepto, cuáles son los principales riesgos a los que se enfrentan y qué podemos hacer para protegerlas. ¿Te interesa?
¿Qué es una cadena trófica?
Una cadena trófica es una secuencia lineal que describe cómo la energía y los nutrientes fluyen a través de un ecosistema, desde los productores hasta los descomponedores. Para que nos entendamos, es algo así como estudiar cómo viaja el alimento entre diferentes seres vivos (tanto animales como plantas) cuando unos son los alimentos de los otros. ¿Para qué sirve esto? Bueno, es una manera de comprender cómo interaccionan diferentes seres vivos de un ecosistema, pero esto también puede tener un impacto importante, por ejemplo, en jardinería o en la agricultura. Comprender estas cadenas permite diseñar espacios que favorezcan la biodiversidad y el equilibrio ecológico. ¡Podemos ahorrar mucho esfuerzo, dinero y ser más respetuosos con el medioambiente con estos conocimientos!
Si queremos crear una cadena trófica en nuestro jardín podemos hacerlo basándonos en los diferentes miembros de una cadena trófica. A continuación te defino quiénes son y te doy algunos ejemplos que puedes encontrar en tu propio hogar.
Productores
Son organismos capaces de fabricar su alimento usando energía externa (luz o compuestos químicos). Su función es la de capturar energía (ya sea solar o química) y convertirla en biomasa, iniciando el flujo energético de la cadena trófica. Un ejemplo pueden ser todas las plantas autóctonas que realizan la fotosíntesis.
Consumidores primarios
Son organismos heterótrofos que se alimentan directamente de los productores. Su función es la de transformar la biomasa vegetal en energía y nutrientes que pasan al siguiente nivel trófico.

Un ejemplo son insectos herbívoros como pulgones u orugas, pero también pequeños mamíferos como conejos o los pájaros que se alimenten de los frutos de las plantas.
Consumidores secundarios
Son organismos que se alimentan de los consumidores primarios. Su función es la de transferir energía hacia los niveles superiores y, a la vez, controlar poblaciones de herbívoros y otros consumidores primarios, como muchos insectos que actúan como plagas. Un ejemplo son las serpientes y culebras que se pueden colar en nuestro jardín, pero también insectos depredadores como mariquitas o arañas.
Consumidores terciarios
Son organismos carnívoros que se alimentan principalmente de consumidores secundarios o incluso de otros terciarios. Su función es la de mantener la diversidad y el equilibrio del ecosistema regulando las poblaciones de niveles inferiores. Son clave para prevenir proliferaciones descontroladas de grandes plagas y en este grupo encontramos a muchas aves insectívoras.
Descomponedores
Son organismos que se alimentan de materia orgánica muerta, descomponiéndola y, de esta manera, se devuelven nutrientes al medio. Son todos los hongos, bacterias y lombrices que descomponen la materia orgánica y que tan útiles son en nuestro jardín.

¿Ya has puesto en práctica el depósito de compostaje del que te hablamos en otro artículo? ¡Se basa en estos miembros de la cadena trófica!
Como has podido ver, este flujo de energía y materia es esencial para mantener la salud de cualquier ecosistema y prevenir desequilibrios ecológicos. Si falta alguno de estos miembros, el problema principal es que se detenga el flujo de energía y biomasa hacia los seres vivos que se encuentran en la parte más superior y que estos no puedan alimentarse, pero cuando estos desaparecen, las comunidades de la parte más inferior crecen sin control. ¡Esto es un problema gravísimo para cualquier ecosistema!
¿Qué es una red trófica?
Una red trófica es un concepto un poco más complejo que una cadena trófica, pero en realidad son múltiples cadenas tróficas que se interconectan entre sí en un ecosistema. Cada organismo puede ocupar diferentes niveles tróficos dependiendo de su dieta, lo que refleja la complejidad de las interacciones ecológicas.
¿La actividad humana pone en peligro las cadenas tróficas?
Como suele ocurrir con la inmensa mayoría de la actividad humana, esta puede alterar las cadenas y redes tróficas de diversas maneras. Te cuento algunas de las más importantes.
Sobreexplotación
La caza o pesca excesiva de depredadores, que son los miembros más superiores de la cadena trófica, puede desestabilizar toda la estructura trófica.
Especies invasoras
Plantas o animales no nativos pueden desplazar a las especies locales, teniendo un efecto similar al de una caza excesiva. Nuevamente, esto puede alterar las interacciones ecológicas.
Pérdida de hábitat
La urbanización y la agricultura intensiva destruyen hábitats naturales, reduciendo la biodiversidad.
Contaminación
El uso indiscriminado de pesticidas y fertilizantes afecta a los organismos del suelo y a los polinizadores.
¿Qué ejemplos de alteración de cadenas tróficas conocemos?
Nutrias y bosques de kelp
La caza de nutrias en la costa del Pacífico disminuyó enormemente esta población, que actuaba como consumidores secundarios. Esto permitió que la población de erizos de mar creciera abruptamente, ya que su depredador había sido en gran medida eliminado. Para que esta población pudiese mantenerse, sus miembros sobrepastaron los bosques de kelp, esenciales para el ecosistema marino. ¡Un desastre ecológico a diferentes niveles por la caza excesiva! Por suerte, en este caso la reintroducción de nutrias restauró el equilibrio ecológico.
El problema de los lobos
Si vives en España seguro que habrás oído hablar recientemente de la problemática de los lobos, gente que está a favor de cazarlos y gente que está en contra. Te cuento un ejemplo de su importancia a nivel ecosistémico para que puedas elaborar una opinión propia. Históricamente, la eliminación de lobos provoca un aumento en la población de ciervos u otras presas. Como ocurría en el caso anterior, estas presas sobrepastaron la vegetación ribereña, afectando a otras especies que se alimentaban de ellas. ¡Un claro ejemplo de cómo la desaparición de una especie afecta no solo a esa cadena trófica, sino a toda una red! De nuevo, la reintroducción de lobos, o la prohibición de cazarlos para que así la población pueda recuperarse, restauró la vegetación y la biodiversidad.

¿Qué podemos hacer por nosotros mismos para proteger las cadenas tróficas?
Las actividades realmente útiles que podemos hacer por nosotros mismos son pocas, ya que la mayor parte de las decisiones realmente importantes las deben tomar nuestros gobiernos. Sin embargo, una gran acumulación de pequeños actos puede marcar una gran diferencia. Te cuento qué podemos hacer cada uno para proteger nuestros ecosistemas.
Reduce el consumo de carne y pescado
Optar por una dieta que esté más basada en plantas disminuye la presión sobre los niveles tróficos elevados, lo que ayuda a prevenir la pesca excesiva y reduce la deforestación vinculada a la ganadería, además de que ayuda a incentivar el bienestar animal.
Elige productos sostenibles y certificados
Cuando consumamos carne, como el pescado, debemos priorizar aquellos ejemplares con sello MSC. Lo mismo ocurre con verduras, hortalizas y otros productos del campo, ya que podemos apostar por la agricultura ecológica, que promueve prácticas que preservan océanos y suelos, sosteniendo las redes tróficas.
Evita la contaminación y el plástico de un solo uso
Reducir plásticos evita su entrada en la cadena alimentaria, tanto marina como terrestre. De esta manera se protege al fitoplancton, zooplancton, peces y depredadores superiores.
Planta especies nativas en tu entorno
Las plantas nativas sostienen insectos, aves y otros organismos, fortaleciendo la red trófica local y la biodiversidad. ¡Un jardín diverso puede contener sus propias cadenas tróficas!

Como has visto, las cadenas tróficas son indispensables para que nuestros ecosistemas se conserven tal y como son, pero pueden ser especialmente vulnerables. La interconexión entre diferentes especies es uno de los motivos por los que nuestro mundo es tan diverso, pero la desaparición de algunas de ellas puede tener consecuencias insospechables.