Elige un buen hueso para tu perro, ¡será su mejor regalo de Navidad!

Desde siempre los huesos son por naturaleza "su gran tesoro". Sólo tienes que observar cómo lo miran cuando les acercan uno, despiertan su instinto más carnívoro. Cuando les das un maravilloso hueso seguro que dedican un buen rato a lamerlo, roerlo y saborearlo...¡Es su gran momento perruno!

Además de entretenerle, morder un hueso le ayuda a limpiar sus dientes y mejorar el aliento. En los cachorros además es una forma de aliviar el dolor de encías y ayuda a aflojar los dientes temporales de leche.

Pero hay que tener mucho cuidado, y mantener los huesos naturales de carne fuera de su alcance. Un descuido puede hacer que coja un hueso inadecuado, lo muerda, lo triture y alguna astilla se le clave en la garganta o perfore el intestino del animal.

Sólo tú debes administrarle los huesos adecuados y en momentos ocasionales. Los huesos, por mucho que sean su adoración, no deben sustituir la alimentación ni tan siquiera complementarla ya que podría causar algo de estreñimiento, deben ser un regalo especial.

Sin embargo, elegir un mal hueso puede hacer que se atragante y darte un buen susto. ¡Vigílale siempre que lo esté comiendo! Y no olvides cómo actuar en caso de que sufra un atragantamiento.

A continuación os recopilamos los tipos de huesos que existen para que podáis elegir el más adecuado como un buen regalo para tu perro estas Navidades. ¡Un premio irresistible!

Huesos artificiales

En el mercado puedes encontrar huesos artificiales más resistentes y seguros:

• Huesos de cartílago
• Huesos de cuero natural anudados
• Huesos de plástico (nylon, polipropileno, poliéster, goma...)
• Huesos de carnaza real tratados y esterilizados

Son de larga duración, los mejores para desgastar sus dientes y realizar una limpieza mecánica que contribuye a su salud dental.

Huesos naturales

Si quieres darle un hueso natural tienes que tener muchísimo cuidado, un hueso con astillas puede atragantarle, perforarle el intestino e incluso provocarle la muerte.

Por esa razón:

• NUNCA le des huesos de pollo u otras aves de corral, así como tampoco le des de costilla o huesos muy pequeños.
• MEJOR opta por un hueso grande y redondeado de vacuno o jamón que esté previamente hervido para evitar parasitosis. Los huesos de los nudillos son más suaves que los dientes del perro y no dañan su dentadura.