¿Cómo quitar el miedo a los ruidos a un perro?

Saber cómo quitar el miedo a los ruidos a un perro es importante para quienes conviven con uno de estos animales, que, como ya sabrás, pueden llegar a sufrir mucho cuando se exponen a cohetes, fuegos artificiales, tormentas y otras situaciones similares.
Cuando un perro está aterrorizado por el ruido puede no solo adoptar comportamientos destructivos, sino también ponerse en peligro a sí mismo al salir corriendo e incluso desarrollar problemas de salud serios.
No es, por lo tanto, una cuestión de que la mascota se sienta más o menos a gusto. La sensibilidad excesiva a los ruidos fuertes es un problema que presenta riesgos reales para el perro, por lo que no es buena idea dejarlo estar o resignarse pensando que son solo momentos puntuales.
En este artículo vamos a contarte por qué los perros lo pasan tan mal con los ruidos fuertes, cuáles son los síntomas a los que debes estar atento y cómo trabajar junto a tu mejor amigo para reducir, poco a poco y al menos hasta cierto punto, sus miedos.
Miedo a los ruidos en perros: ¿cuáles son las causas más habituales?
La sensibilidad a los ruidos fuertes es muy frecuente en los perros. Hay que tener en cuenta, de entrada, que el sentido del oído de estos animales es mucho más fino que el nuestro, por lo que la intensidad con la que perciben los sonidos también es mayor.
Estando en casa mucha veces verás que tu perro levanta la cabeza de pronto y se queda mirando en una dirección determinada. Quizás incluso ladre.
¿El motivo? Algún sonido extraño que tú has percibido como un rumor, o quizás no has percibido en absoluto, pero que ha sido claramente audible para él. Si los perros reaccionan así incluso ante sonidos lejanos, puedes imaginarte cómo perciben ruidos fuertes y continuos, como truenos, fuegos artificiales, tráfico, etc.
Por supuesto, aunque todos los perros escuchan los ruidos con mucha mayor claridad e intensidad que nosotros, no todos reaccionan igual. El sonido que para un perro puede ser simplemente molesto, en otro puede desencadenar un episodio de pánico y ansiedad.
Las causas que habitualmente llevan a un perro a desarrollar fobia a los ruidos fuertes son las siguientes:
- Problemas de socialización: la socialización temprana de un cachorro es una parte fundamental de su proceso de aprendizaje y desarrollo, ya que durante esos meses el perro conoce el mundo poco a poco, aprende a relacionarse con él de forma saludable y se expone a todo tipo de estímulos. Si la socialización del perro es defectuosa, los estímulos que no haya conocido de pequeño, como el ruido de los fuegos artificiales o de una moto, pueden resultarle extraños y amenazadores cuando sea adulto.
- Experiencias traumáticas: si un perro vive una experiencia negativa asociada a un sonido, puede recordarlo y desarrollar aversión a él. Por ejemplo, si le pasa algo malo durante una tormenta, como asustarse al escuchar un trueno y perderse, quizás reaccione de forma negativa la próxima vez que haya tormenta.
- Predisposición genética: ciertas razas de perros , como el pastor alemán y el border collie , parecen mostrar mayor sensibilidad hacia los sonidos y desarrollan fobia a los ruidos fuertes de forma más frecuente. La sensibilidad también puede variar de un individuo a otro; es decir, hay perros que de forma natural, e independientemente de su raza, son más miedosos que otros.

En general, los perros más nerviosos, asustadizos o con mayor tenencia a sufrir de ansiedad son también los que con más frecuencia desarrollan un problema de fobia a los ruidos fuertes.
Los desencadenantes de un episodio de miedo o ansiedad pueden ser muy diversos, ya que, como hemos mencionado, cada perro es diferente, con sus propias experiencias previas y un umbral de sensibilidad particular. Los más comunes, algunos de los cuales ya hemos mencionado, son:
- Truenos y relámpagos.
- Tormentas (este problema en concreto, por cierto, se denomina brontofobia ).
- Alarmas y timbres.
- Sirenas policía, ambulancias o coches de bomberos.
- Tráfico en general.
- Cohetes y petardos (consulta nuestro artículo sobre qué hacer si un perro tiene miedo a los cohetes ).
- Fuegos artificiales.
- En general, sonidos fuertes inesperados: un golpe sobre la mesa, un vaso que se cae al suelo, un frenazo, etc.
Síntomas que muestran los perros con miedo a los ruidos
En un perro, el miedo excesivo a los ruidos se manifiesta con los siguientes síntomas:
- Temblores.
- Rabo entre las patas traseras.
- Orejas dobladas hacia atrás.
- Vocalizaciones excesivas e inusuales: ladridos continuos, aullidos, gemidos, lloros, etc.
- Salir corriendo sin rumbo fijo y sin atender a las órdenes de su dueño.
- En el otro extremo, inmovilidad absoluta.
- Comportamientos destructivos.
- Ojos desorbitados.
- Jadeo excesivo sin haber hecho ejercicio.
- Hipersalivación.
- Orinar o defecar dentro de casa, sin hacerlo nunca en circunstancias normales.
- Búsqueda de un escondite.
- Acurrucarse junto a su dueño.

Cómo quitar el miedo a los ruidos a un perro paso a paso
Si te preguntas cómo quitar el miedo a los ruidos a un perro, la solución más efectiva es la habituación o desensibilización sistemática (DS).
La DS es una técnica de adiestramiento que consiste en exponer al perro de forma progresiva y controlada al estímulo que le da miedo para que se vaya acostumbrando a él poco a poco.
Por ejemplo, si a un perro le dan miedo las tormentas, la idea sería exponerlo a ruidos similares a un nivel bajo y en un entorno seguro hasta que se sienta confortable. A medida que el perro vaya mostrando señales de habituación, la intensidad de los estímulos se irá incrementando.
Es importante señalar que la desensibilización sistema es eficaz, pero requiere paciencia, tiempo y constancia. Es un trabajo que puede durar semanas o meses y durante el que podemos encontrarnos con retrocesos.
Las fases en las que se divide la desensibilización sistema son las siguientes:
- Identificación del estímulo: lo primero es identificar con claridad el estímulo que le provoca al perro los episodios de pánico. Por ejemplo, puede ser el tráfico, en general, o algo más específico, como las sirenas de las ambulancias o el claxon de los coches. Una vez lo tengas claro, busca uno o varios vídeos con los que trabajar.
- Establecimiento de una jerarquía de intensidad: a continuación, planifica las fases en que se desarrollará la habituación del perro al sonido, su intensidad y su duración. Las etapas pueden ser muy diferentes dependiendo del can y su nivel de ansiedad, por lo que si tienes dudas te recomendamos que consultes con un adiestrador profesional o un etólogo canino.
- Elección de un refuerzo positivo: durante el trabajo será imprescindible contar con chucherías o snacks que hagan que tu perro empiece a asociar el sonido que le da miedo a un estímulo positivo.
- Exposición al sonido a baja intensidad: empieza exponiendo al perro al sonido en su intensidad más baja. Aumenta el volumen poco a poco hasta que veas que el perro se empieza a poner nervioso; cuando llegues a ese punto, detente y ofrécele las chucherías o snacks.
- Intensificación progresiva: a lo largo de las sesiones que hayas planificado ve aumentando el volumen poco a poco, siempre priorizando el bienestar del perro. Verás que poco a poco se va acostumbrando al ruido, pero, en cualquier caso, es fundamental que seas paciente y que no te desesperes si ves que los avances tardan en llegar o incluso que hay retrocesos.
Aunque la desensibilización sistemática suele funcionar bien, cada perro es diferente. Si tras un tiempo compruebas que no hay ningún avance o que tu peludo reacciona de forma agresiva, interrumpe el proceso y contacta con un adiestrador profesional.

¿Qué hacer para prevenir el miedo a los ruidos en un perro?
- Cuando vayas a adoptar, elige a un perro que (hasta donde puedas saber) haya pasado por un proceso de socialización adecuado y tenga un carácter equilibrado . Si prefieres un cachorro y tienes opción de elegir, decántate por uno que no parezca excesivamente tímido o miedoso.
- Si el proceso de socialización del perro depende de ti, procura que tu nuevo peludo pase desde pequeño por todo tipo de situaciones y experiencias y que conozca a otras personas, perros, gatos y más animales.
- Al enseñarle órdenes a tu perro, utiliza siempre el adiestramiento positivo. Evita castigos, gritos y otros comportamientos que puedan asustar al animal o crearle recuerdos traumáticos.
- Hasta donde dependa de ti, procura que tu perro no viva situaciones extremas que puedan asustarle o sacarle drásticamente de su rutina y entorno habituales. Por poner un ejemplo, un viaje en avión puede ser trivial para ti, pero aterrador para él.
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Fuentes: