¿Los perros pueden comer queso? Todo lo que debes saber

Nos ponemos en esta situación, más común de lo que en un principio puede parecer: tu perro te mira con esos ojos irresistibles mientras comes un trozo de queso. Seguro que le has dado envidia. Entonces surge la pregunta de si los perros pueden comer queso que de forma segura o si corren algún riesgo. ¿Sabrías responder?
No te preocupes si no conoces la respuesta, puesto que en este artículo te explicaremos de forma clara y concisa si puedes darle queso a tu perro, qué tipos son los más adecuados, qué hacer si ya ha comido y en qué casos es preferible evitarlos. Comenzamos, ¡vamos a resolver todas tus dudas!

¿Puedo darle queso a mi perro?
La respuesta rápida es sí. Los perros pueden comer queso, pero siempre tomando una serie de precauciones. El queso no es un alimento tóxico para ellos, pero no todos los perros son capaces de digerir bien los lácteos.
Son muchos los perros que desarrollan cierta intolerancia a la lactosa, el azúcar natural de la leche, lo que puede provocar ciertos problemas digestivos.
Pero esto no es todo, ya que el queso tiene normalmente un alto contenido en grasa y sal, dos elementos que bien podrían afectar a la salud de tu perro en caso de abuso o exceso.
En resumen:
Puedes darle queso como premio de manera ocasional, pero siempre en pequeñas porciones.
Nunca debe formar parte de su alimentación diaria ni ser considerado como una fuente principal de proteínas o grasas.
Importante:
Y recuerda que, antes de incluir el queso en su dieta, es clave observar cómo le sienta (posibles alergias) y empezar con cantidades mínimas.
¿Qué pasa si ya le he dado queso a mi perro?
No tendría por qué pasar nada, no te alarmes. En la mayoría de los casos, un pequeño trozo de queso no le hará daño. Aunque es importante estar atento, como ya hemos dicho, a algunos síntomas que pueden indicar sensibilidad o intolerancia.
- Diarrea.
- Vómitos.
- Gases o hinchazón abdominal.
- Malestar o cambios de ánimo.
En el caso de que notes alguno de estos signos en las horas siguientes, procura no darle más queso en un futuro.
Y si los síntomas duran más de un día o son fuertes, es importante que consultes con tu veterinario.
Pero si no presenta ninguna reacción, puedes seguir dándole queso de vez en cuando, siguiendo las recomendaciones que veremos a continuación.
¿Qué tipo de queso puede comer un perro?
No todos los quesos van a ser iguales, ya que algunos son mucho más seguros y digestivos para los perros que otros. Los repasamos:
Queso fresco
El queso fresco o el requesón son bajos en grasas, por lo que son opciones a tener muy en cuenta.
Contienen menos sal y grasa, características que los convierten en opciones ligeras para el estómago de tu mascota.
Queso de Burgos
El queso de Burgos, popular por su textura blanda y bajo contenido en sal, es perfecto para perros, sobre todo si es natural y sin aditivos.
Queso curado
Ciertos quesos curados, como el manchego o el parmesano, tienen menos lactosa gracias a la maduración.
No obstante, contienen más sal, por lo que solamente debes ofrecerlos en pequeñas cantidades y de manera ocasional.
Queso de vaca
El tradicional queso de vaca también será seguro siempre que optes por versiones suaves, naturales, sin condimentos ni especias.
Evita siempre:
- Quesos azules (roquefort o gorgonzola).
- Quesos procesados o en lonchas.
- Quesos muy salados o especiados.
Estas variedades pueden causar problemas digestivos o incluso intoxicaciones por bacterias en algunos casos.
¿Cuánto queso puede comer mi perro?
La cantidad ideal dependerá del tamaño y peso de tu perro. Presta atención a estas pautas:
- Perros pequeños (menos de 10 kg): 1-2 trocitos tamaño dado a la semana.
- Perros medianos (10-25 kg): 2-4 trozos pequeños semanales.
- Perros grandes (más de 25 kg): hasta 5-6 trozos pequeños a la semana.
Consejo:
El queso nunca debe superar el 10% de su ingesta calórica diaria. El motivo es que un exceso podría provocar sobrepeso, problemas digestivos o incluso pancreatitis, una inflamación peligrosa del páncreas.
Beneficios del queso para perros
Cuando el queso se ofrece con moderación y control, puede proporcionar varios beneficios:
- Rico en calcio, ideal para huesos y dientes.
- Fuente de proteínas de alta calidad.
- Aporta vitamina A y vitaminas del grupo B.
- Premio saludable y sabroso para un adiestramiento en positivo.
- Perfecto para ocultar medicamentos (y esconder las pastillas).
Riesgos de dar queso a los perros
A pesar de los beneficios que hemos enumerado anteriormente, también existen riesgos en caso de que no se controle su consumo:
- Obesidad si se ofrece en exceso.
- Intolerancia a la lactosa, que puede provocar vómitos o diarreas.
- Problemas renales si el queso muy salado.
- Pancreatitis por un exceso de grasa en perros con ciertas sensibilidades.
Importante:
Los perros que sufran enfermedades crónicas (hepáticas, renales, pancreatitis previa u obesidad) no deberían comer queso, salvo indicación veterinaria.
¿La leche también es buena para los perros?
De la misma forma que el queso, la leche no suele ser necesaria en la dieta diaria de los perros adultos.
Es más, muchos perros adultos no son capaces de digerir bien la lactosa, por lo que la leche podría provocarles malestar intestinal.
Pero no te preocupes, porque si quieres ofrecerle un derivado lácteo, siempre puedes optar por un yogur natural sin azúcar o una porción de queso bajo en grasa y lactosa.

Consejos para dar queso a tu perro de forma segura
En resumen, si quieres darle queso a tu peludo, recuerda siempre estas prácticas recomendaciones:
- Empieza siempre con una pequeña cantidad de queso.
- Vigila su digestión en las horas siguientes a la toma.
- Opta por quesos naturales, sin aditivos ni especias.
- No emplees el queso como un sustituto de su comida habitual.
- En caso de que tu perro tenga alguna enfermedad, consultado con tu veterinario.
Conclusión: ¿Puedo darle queso a mi perro?
Sí, los perros pueden comer queso sin problema. Eso sí, de forma moderada, en cantidades pequeñas y vigilando que sea una clase de queso apto para ellos.
En el caso de que ya le hayas dado de comer queso y no haya presentado síntoma alguno, puedes seguir ofreciéndoselo como un premio especial, pero sin abusar.
Recuerda siempre que el queso es solo un capricho ocasional, no debe formar parte de su dieta diaria. De esta manera, cuidarás su salud y evitarás problemas a largo plazo.