San jacobo casero, la receta fácil e infalible de Joseba Arguiñano

El 27 de marzo es el Día del Queso y los que somos ratoncitos como Joseba Arguiñano, ¡lo celebramos con una receta con queso!
El san jacobo es uno de esos platos irresistibles que todos disfrutamos, porque combina el crujiente del empanado y la cremosidad del queso.
Para lograr un interior bien cremoso, elige un queso que se funda fácilmente, como el queso La Bocatería Emmental de TGT, perfecto para bocadillos, sándwiches ¡y para san jacobos!
Su sencilla elaboración hace del san jacobo un plato ideal para una comida o cena rápida. Sigue los sencillos pasos de Joseba Arguiñano para conseguir un san jacobo perfecto.
Raciones
2
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
5 m
Cocinado
5 m
Tiempo total
10 m
Ingredientes
- 4 lonchas de queso La Bocatería Emmental de TGT
- 4 lonchas de jamón de york
- 2 huevos
- Harina y pan rallado para empanar
- Aceite
- Perejil (opcional)

Elaboración del san jacobo paso a paso
1. Prepara la base del san jacobo
Comienza por colocar las lonchas de queso La Bocatería Emmental de TGT sobre una de las lonchas de jamón cocido.
Luego, cubre el queso con otra loncha de jamón, asegurándote de que quede bien cerrado el emparedado. Este será el corazón de tu san jacobo.

2. Empana el san jacobo
Bate los huevos en un bol y reserva. Pon harina en un plato y pan rallado, en otro.
Primero, pasa el emparedado de jamón y queso por harina. Esto ayudará a que el huevo se adhiera mejor. A continuación, sumerge el san jacobo en el huevo batido, asegurándote de cubrir bien todos los lados.
Una vez empapado en el huevo, pasa el san jacobo por el pan rallado. Presiona ligeramente para que el pan rallado se adhiera correctamente, creando una capa uniforme.

3. Fríe el san jacobo
En una sartén grande, calienta suficiente aceite para freír, de manera que el san jacobo quede bien rodeado de aceite. Cuando el aceite esté caliente, añade el san jacobo con cuidado.
Fríe durante 2-3 minutos por cada lado o hasta que esté dorado y crujiente.

4. Sirve el san jacobo
Una vez que los san jacobos estén dorados y crujientes, retíralos del aceite y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
El san jacobo está listo para servir. Para un toque extra de frescura, puedes decorar con un poco de perejil picado por encima.

Consejos para preparar un san jacobo perfecto
Elige el queso adecuado
El queso que elijas para elaborar el san Jacobo debe fundir bien, así que el queso La Bocatería Emmental de TGT es perfecto para esta elaboración.

El queso emmental es ideal para esta receta porque se funde bien y tiene un sabor suave.
Asegúrate de que el queso esté bien distribuido para que se funda de manera uniforme al freír.
Prueba con otros tipos de jamón
El jamón cocido es la opción clásica, pero también puedes experimentar con otras variedades como jamón serrano para obtener diferentes sabores. Si prefieres un sabor más intenso, éste le dará un toque especial.
Ajusta el grosor del empanado
Un buen empanado es crucial para que el san jacobo quede crujiente y no se deshaga al freír.
Asegúrate de cubrirlo bien con harina, huevo y pan rallado. No dejes espacios descubiertos para evitar que se rompa al freír.
Es importante que el empanado quede bien consistente para conseguir una textura crujiente.
Elige el pan rallado que más te guste
El tipo de pan rallado influye en la textura del san jacobo. Opta por pan rallado de grano fino o medio para asegurar un empanado uniforme y crujiente.
Si prefieres un empanado más grueso y crujiente, puedes usar pan rallado panko, que da un toque más crujiente.
Fríe en aceite caliente
El aceite debe estar lo suficientemente caliente para que el empanado se dore rápidamente y no absorba demasiado aceite. Si el aceite está demasiado frío, el san jacobo quedará grasiento y poco crujiente.
Pero ve controlando la temperatura del aceite para que el san jacobo no acabe quemándose.
Cuando saques los san jacobos del aceite, ponlos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Esto no solo reducirá el contenido de grasa en el plato, sino que también ayudará a mantener el empanado crujiente.
Escurre bien los san jacobos
Cuando saques los san jacobos del aceite, ponlos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Esto no solo reducirá el contenido de grasa en el plato, sino que también ayudará a mantener el empanado crujiente.
Con qué acompañar el san jacobo
Las patatas son el acompañante ideal para el san jacobo. Puedes optar por patatas asadas con un toque de sal y pimienta, o patatas fritas crujientes al horno si prefieres un contraste de texturas.
Para compensar la fritura del san jacobo, puedes acompañarlo con una ensalada fresca de lechuga y cebolla aderezada con una vinagreta.
Si quieres untarlo en alguna salsa, puedes optar por una salsa barbacoa o un alioli.
Cómo conservar el san jacobo
Si ya has cocinado el san jacobo, puedes guardarlo en la nevera en un recipiente hermético durante 2-3 días. Para recalentarlo y mantener su textura crujiente, es recomendable calentarlo en el horno o en una sartén en lugar de usar el microondas.
Si deseas preparar el san jacobo con antelación, puedes congelar los que ya están empanados y listos para freír.
Para hacerlo, colócalos en una bandeja en el congelador hasta que estén completamente congelados y luego guárdalos en bolsas de congelación.
Cuando los necesites, simplemente fríelos directamente desde el congelador.