El motivo por el que se te ‘congela’ el cerebro al tomar un granizado
explicación científica
Te contamos por qué ocurre y cómo evitarlo

¿Alguna vez has sentido como si se te ‘congelara el cerebro’ mientras comías un granizado de limón, un helado o un frappé? Esta sensación es tan común que incluso tiene nombre científico: cefalea por estímulo frío. ¿Quieres saber por qué sucede y cómo puedes evitarlo? Te lo contamos.
El verano es la estación reina para disfrutar de las delicias heladas, pero a veces, ese placer refrescante se ve interrumpido por una punzada intensa y repentina en la cabeza. En inglés se denomina brain freeze y es un fenómeno breve, pero muy intenso, que ocurre cuando algo frío entra en contacto con el paladar o la parte posterior de la garganta.
¿Qué es exactamente esa sensación de ‘congelación del cerebro’?
Esa sensación de congelación del cerebro no es un mito ni una exageración. Se trata de una cefalea breve, pero muy aguda, que aparece al consumir algo extremadamente frío, especialmente cuando entra en contacto con el paladar o la parte posterior de la garganta.
En realidad, el cerebro no se congela, por supuesto. Lo que ocurre es un efecto reflejo provocado por un cambio brusco de temperatura que engaña a nuestro sistema nervioso.
El mecanismo detrás de esta sensación es tan curioso como fascinante: al tomar un helado o un granizado mu frío, esa temperatura extrema enfría el paladar rápidamente.
Esta zona está repleta de vasos sanguíneos que, ante el frío, se contraen (vasoconstricción) de forma inmediata.
Poco después, el cuerpo intenta volver a la normalidad aumentando el flujo sanguíneo (vasodilatación) para calentar esa zona.
Este cambio tan repentino en los vasos sanguíneos estimula el nervio trigémino, uno de los nervios más importantes de la cara.
El trigémino interpreta el dolor como si viniera de la cabeza. Por eso, aunque el frío se aplica en la boca, el dolor se siente en la frente o la zona ocular, dando lugar a esa típica expresión de llevarse las manos a la cabeza como si algo se hubiese congelado por dentro.
‘Los vasos sanguíneos se van a hacer más pequeños y va a llegar menos sangre a esa zona. Pero es que en la cabeza está el cerebro, que es muy dramático y siempre quiere sangre. Y para compensar, va a activar reflejos que generan una vasodilatación: va a hacer grandes los vasos sanguíneos y llegará mucha cantidad de sangre a la cabeza. Y ese aumento de la sangre provoca ese dolor de cabeza o sensación de cerebro congelado’, explica el médico anestesista David Callejo.
¿Por qué se siente tan intenso y repentino?
Lo que hace que esta sensación sea tan desagradable es la rapidez con la que ocurre. El sistema nervioso responde de forma inmediata al estímulo, lo que provoca un dolor agudo, punzante y localizado.
Por suerte, suele durar apenas unos segundos, aunque esos segundos pueden parecer eternos si te ha pillado de sorpresa.
Y aunque puede parecer alarmante, no representa ningún peligro para la salud. Es simplemente una reacción natural del cuerpo a un estímulo extremo y desaparece tan rápido como llegó.
¿A quién le afecta más el brain freeze?
No todas las personas experimentan esta cefalea del mismo modo. Hay quienes nunca la han sentido y otras que la padecen cada vez que comen helado.
‘Afecta más a adolescentes y personas que han tenido migraña alguna vez en su vida’, explica Callejo.
Algunos factores que influyen:
- Sensibilidad del nervio trigémino: algunas personas tienen un umbral más bajo de respuesta.
- Velocidad al comer o beber: cuanto más deprisa lo hagas, más probable será que ocurra.
- Temperatura del alimento: cuanto más frío esté el helado o granizado, más brusco será el cambio.
- Superficie de contacto: si el frío llega al paladar o la parte posterior de la garganta, el riesgo es mayor.
Trucos para evitar la cefalea del helado
Si eres de los que sufre este fenómeno con frecuencia, hay formas de prevenirlo sin tener que renunciar al placer de un buen postre helado:
Tómalo despacio: deja que el alimento se atempere un poco en la boca antes de tragarlo. ‘Si es que vuestra abuela tenía razón, como tantas otras veces’, dice con sorna Callejo.
Evita que toque el paladar directamente: si puedes, trata de dirigir el alimento frío hacia los lados de la boca.
Presiona la lengua contra el paladar: este truco ayuda a calentar la zona rápidamente.