Pak choi: qué es y cómo usar esta col asiática en tus recetas

El pak choi, también conocido como bok choy o col china, pertenece a la familia de las brasicáceas, al igual que el brócoli y la col rizada. Tiene una apariencia que recuerda a la acelga, con tallos blancos y hojas verdes alargadas.
En los últimos años, esta verdura se ha hecho cada vez más presente en nuestros hábitos alimentarios, gracias a la influencia oriental en nuestras cocinas. Te explicamos sus propiedades, beneficios y cómo incluirla y usarla en tus recetas.
El pak choi es una verdura de invierno, en la que alcanza su máximo sabor. Se cultiva principalmente en Asia, en países como China, Corea y Japón, aunque también se produce en Europa y América.
Dónde comprar pak choi o bok choy
Aunque no es habitual encontrarlo en los supermercados tradicionales, se puede conseguir en diversos establecimientos, desde grandes superficies hasta tiendas especializadas en productos orientales.

Este cogollo no es compacto y forma pencas, semejantes a las de la acelga, pero de mayor tamaño que otras coles chinas blancas. Sus variedades varían según el tamaño, pudiendo tener el tallo verde o blanco, y la planta suele alcanzar entre 40 y 50 centímetros de altura.
¿A qué sabe el pak choi?
Tiene un sabor suave y ligeramente dulce, con un toque amargo similar al del repollo. Sus hojas son tiernas, mientras que los tallos resultan crujientes y jugosos. Su versatilidad le permite adaptarse a diversas preparaciones, aportando textura y frescura a los platos.
Si se prueba crudo, el pak choi ofrece un sabor ligeramente amargo, recordándonos a otras verduras amargas como las acelgas o las endibias, aunque de forma menos intensa.Además, es un vegetal con un alto aporte nutricional.
Su bajo contenido calórico lo convierte en un aliado ideal para dietas equilibradas, y es rico en fibra, lo que favorece la digestión y mejora el tránsito intestinal. También aporta antioxidantes, como flavonoides y betacarotenos, esenciales para combatir el daño celular, y es una excelente fuente de vitaminas A, C y K, fundamentales para la salud de la piel, el sistema inmunológico y la coagulación sanguínea.
¿Cómo limpiar y lavar el pak choi?
Es Importante lavarlo bien antes de cocinarlo. Se recomienda cortar la base para separar las hojas de los tallos y enjuagarlo con agua fría para eliminar restos de tierra o pesticidas.

Si está muy sucio, déjalo en remojo unos minutos. Finalmente, escúrrelo y sécalo con un paño limpio o con una centrifugadora de ensaladas para eliminar el exceso de agua.
¿Cómo cocinar el pak choi?
Se consumen todas sus partes, sin necesidad de desechar nada, ya que no posee zonas duras ni filamentos como la acelga. En ocasiones, si la base está muy seca, se puede recortar, pero normalmente se ablanda durante la cocción.

Es muy fácil de preparar y combina bien con una amplia variedad de platos. Se puede añadir a sopas y caldos, como el ramen, incorporándolo en los últimos minutos para conservar su textura crujiente.
En ensaladas, sus hojas tiernas aportan frescura, y al vapor o hervido, mantiene su sabor sin necesidad de muchos condimentos. También se cocina a la parrilla o a la plancha con un poco de aceite de oliva, y en guisos queda muy bien, por ejemplo, en un plato de legumbres como garbanzos con pak choi.

Ten en cuenta que no es apto para cocciones prolongadas; lo ideal es cocinarlo durante 2 o 3 minutos y aderezarlo con salsa de soja y semillas de sésamo, o disfrutarlo recién tostado.
¿Cómo conservar el pak choi?
Aunque el pak choi se conserva bien en la nevera durante dos días, lo mejor es consumirlo lo antes posible para disfrutar de su sabor óptimo. Con el paso del tiempo, las hojas pueden volverse amarillas y perder su tersura, lo que indica que ya no está en condiciones óptimas.
Revisa que las hojas y las pencas mantengan un color saludable; si la parte inferior se torna marrón, significa que se ha oxidado o está seca. En ese caso, corta esa parte y aprovecha el resto del vegetal.