Cómo cortar jamón, guía paso a paso

Cortar jamón puede parecer una tarea complicada, pero con los trucos y técnicas adecuadas, podrás conseguir unas lonchas más que apetecibles.
Si tienes dudas sobre cómo empezar o cómo aprovechar todo el jamón, en esta guía te mostramos cómo hacerlo paso a paso.
Además, te damos consejos sobre qué hacer con las partes duras para no desperdiciar nada y disfrutar al máximo de este delicioso manjar.
Los consejos para cortar el jamón paso a paso
Los utensilios que necesitas para cortar bien un jamón
Necesitarás un jamonero de calidad para que la pata de jamón esté bien sujeta, un cuchillo jamonero (ideal para cortar lonchas finas) y un cuchillo puntilla (más pequeño y preciso, perfecto para limpiar y cortar alrededor de los huesos).
Cómo colocar la pata de jamón
La parte de la pezuña debe quedar hacia arriba, ya que es la parte más sabrosa y con más cantidad de carne.
Por dónde empezar a cortar el jamón
Antes de empezar a cortar, es importante limpiar la pata de jamón. Usando el cuchillo puntilla, retira la piel y la capa de grasa amarillenta que recubre el jamón.

Si sois muchos en casa y tenéis pensado consumirlo en un día o dos, lo más recomendable es empezarlo por la maza, que es la parte más ancha y jugosa de la pieza. Así disfrutarás la mejor parte del jamón en su plenitud.
Si por el contrario, el consumo va a ser más lento, de unas 2 semanas a un mes, es mejor empezar por la babilla, que es la parte más estrecha del jamón, con menos infiltración y que tiene menos cobertura de grasa para protegerla. Porque si su consumo es lento, al empezar por la maza y terminar por la babilla, ésta podría haberse sobrecurado.
Cómo cortar el jamón
Con el cuchillo de puntilla, mete la punta a unos centímetros por debajo del corvejón y hazle un corte oblicuo hacia los lados.Desde cada lado, vuelve a meter la punta del cuchillo y hazle un corte recto por todo el jamón (formando una corona). Te aconsejamos que hagas el corte según lo que vayas a consumir del jamón.
Con el cuchillo puntilla, retira poco a poco la piel y grasa de dentro de las líneas que hemos marcado. Una vez retirada la piel y la grasa amarilla, pasamos a usar el cuchillo jamonero.Corta la parte de grasa blanca y empieza a cortar las lonchas de jamón con el cuchillo jamonero de forma recta (desde la parte de la pezuña hasta la cadera).
Cuándo darle la vuelta al jamón
Después de cortar la primera parte del jamón, llegarás a los huesos. En ese momento, deberás darle la vuelta a la pata para aprovechar la otra parte de la carne. La pata de jamón se debe voltear cuando llegues al fémur, el hueso más recto de la pata. Esta es la señal de que debes comenzar a cortar en la otra dirección.
Al dar la vuelta, repite el proceso de limpieza y corte, asegurándote de aprovechar al máximo la carne disponible.

Cómo conservar tu jamón una vez empezado
Una vez hayas empezado el jamón, mantenlo en el jamonero, en un lugar seco, lejos de cualquier fuente de calor y donde no vaya a sufrir cambios bruscos de temperatura. Lo ideal sería consumirlo a lo largo de un mes, porque el jamón va a ir perdiendo cualidades con el paso del tiempo.
Cuando empieces a cortar el jamón, retira la cantidad justa de grasa, porque ésta ayuda a conservar la humedad natural del jamón y le sirve de protección. Si retiras demasiada grasa, tu jamón se quedará desprotegido y se secará más de lo debido.
Eso sí, no la utilices para tapar el jamón, ya que tiende a enranciarse y podría aportar mal olor y sabor al jamón.Lo que sí es recomendable hacer es untarnos los dedos con la grasa y aplicársela a la parte del jamón que hemos empezado a cortar, para darle una capa extra de protección.
Después, tápalo con un film para protegerlo. Eso sí, si no vas a volver a cortar el jamón en unos días, procura cambiar el film, porque si lo dejas mucho tiempo tapado con el mismo, provocará que se genere moho en la zona de corte.
Cómo aprovechar las partes duras del jamón
Como dice el dicho, del cerdo hasta los andares, así que, del jamón, ¡igual!Después de disfrutar de toda su carne, con sus partes más duras puedes hacer sabrosas recetas como unas clásicas croquetas de jamón o unos espaguetis con jamón y salsa roquefort.

Puedes aprovecharlo también con unas verduras de invierno como esta borraja con refrito de jamón o utilizarlo como sacramento en estos garbanzos al plato.