Conejo frito con patatas al romero: un plato sencillo y rápido por Karlos Arguiñano

Compartimos una receta de toda la vida, sencilla y rápida de preparar: Conejo frito con patatas al romero, un plato económico, exquisito, que se puede degustar como "picoteo" y que estará preparado en media hora ¡una saludable propuesta que gustará a todo el mundo!

A continuación te proponemos una selección de recetas de conejo que te van a encantar: conejo al ajillo con patatas, conejo al horno con salsa barbacoa, carne de conejo al romero con setas shiitake o conejo crujiente.

Ingredientes (4 personas) para la receta Conejo frito con patatas al romero

• 1 conejo troceado
• 4 patatas
• 4 dientes de ajo
• aceite de oliva virgen extra
• sal
• pimienta
• 2 ramas de romero
• perejil

Elaboración de la receta Conejo frito con patatas al romero:

Calienta una cazuela con 4-6 cucharadas de aceite. Salpimienta los trozos de conejo e introdúcelos en la cazuela. Fríelos a fuego suave-medio durante 15 minutos aproximadamente.

Pela 2 dientes de ajo, córtalos en daditos y agrégalos. Baja el fuego y cocina el conejo, removiéndolo de vez en cuando, hasta que esté a punto (3-5 minutos más).

Calienta abundante aceite en una sartén grande. Pela las patatas, córtalas (cáscalas) en gajos y fríelas durante 15 minutos a fuego medio. Retira la mayor parte del aceite.

Pela los otros 2 dientes de ajo, lamina y agrégalos. Añade también las hojas de las ramas de romero. Cocina las patatas durante unos 3-5 minutos más. Retira y sazónalas.

Sirve y adorna los platos con unas hojas de perejil.

Consejos e información nutricional:

Este plato no lleva muy bien el recalentamiento, por lo que lo mejor será cocinar solo la cantidad que vayamos a consumir.

El conejo es un alimento con alto valor nutricional: su carne es magra, saludable y nutritiva, nos aporta proteínas de calidad, hierro de fácil asimilación y vitamina B12, presente en alimentos de origen animal.

Su carne, por tanto, se encuentra dentro de las carnes blancas, es decir carne con poca grasa, recomendable para todos y en especial para las personas con colesterol y sobrepeso.

Fácil de digerir, en el caso de que se cocine con poca grasa, por lo que es una carne ideal para las personas con digestiones lentas y pesadas.

A su vez es una carne blanda que se mastica sin dificultad, siendo interesante para niños pequeños y personas mayores con problemas en la dentadura.