Matcha latte o té verde con leche, la bebida que puedes disfrutar fría o caliente

El matcha latte o té verde con leche se ha convertido en la bebida de moda en muchas cafeterías, y no solo por su llamativo color verde. Está hecha con matcha, que son hojas de té verde molidas, y se puede disfrutar tanto caliente como fría. Te enseño cómo preparar esta bebida, perfecta para cualquier momento del día, incluso en pleno verano.

El matcha es un té japones en polvo muy apreciado. Utilizado originariamente en la ceremonia del té, hoy en día es muy valorado por sus posibilidades en repostería. Además, podemos hacerla con leche de origen animal o cualquier bebida vegetal como almendra, avena o arroz.

Ingredientes (para 1 persona)

• 1 cucharadita de matcha
• 2-3 cucharadas de agua caliente
• 1 taza de leche (animal o vegetal)

Cómo preparar matcha latte

Coloca una cucharadita de matcha en un bol o taza. Es importante tamizar el matcha para evitar que queden grumos en la bebida.

Vierte el 1/4 de taza de agua caliente (sin hervir, unos 80°C) sobre el matcha tamizado.

Utiliza un batidor de bambú (chasen) o un batidor manual para mezclarlo. Bate enérgicamente en movimientos de "M" o "W" para disolver el matcha y formar una espuma ligera en la superficie. También puede servir un espumador de leche eléctrico.

Calienta la leche a fuego medio, pero sin que hierva. Si tienes un espumador de leche, úsalo para crear una textura más cremosa. Las bebidas vegetales, como la avena o la almendra, no crean tanta espuma, aún así será igual de rica. Vierte el matcha sobre la leche.

Si prefieres la bebida dulce, añade azúcar a la leche. También puedes agregar una pizca de extracto de vainilla o canela.

Matcha latte frío

Si quieres un matcha latte frío, sigue el mismo proceso de batido que en la versión caliente. Luego, llena un vaso con cubitos de hielo, vierte el matcha y la leche sobre el hielo, y remueve bien para que todo se integre.

Con qué acompañar tu matcha latte

Como con cualquier bebida, te sugiero que si la tomas en la merienda, hazlo con un bizcocho de yogur o unas galletas de limón, que siempre combinan muy bien. Ahora, si la prefieres fría, no te preocupes, que no necesita nada más, porque, por sí sola, es muy refrescante.