Colorantes, tomate, harina, chocolate... son algunas de las manchas que, por regla general, más se acumulan en los trapos, paños y bayetas de cocina después de limpiar.
Si no los lavas y desinfectas, los trapos y las bayetas acabarán adquiriendo manchas amarillas, marrones o negras, además de convertirse en caldo de cultivo de microorganismos peligrosos para la salud humana. De hecho, un trapo de cocina es uno de los 10 objetos del hogar con más bacterias.
Es por ello que hemos elaborado una guía completa para ver cómo desengrasar y desinfectar los trapos de cocina.
Trucos para limpiar los trapos y bayetas de cocina
Los únicos productos de limpieza que necesitas son: amoníaco líquido, percarbonato de sodio, vinagre de limpieza, limón y jabón de platos. Según el tipo de suciedad y manchas deberás utilizar un producto u otro.
1. Amoníaco para los trapos más sucios
El amoníaco líquido es el mejor desengrasante del mercado y, prueba de ello es que también es uno de los limpiadores que más se utiliza en las cocinas industriales. Si los trapos tienen manchas de grasa muy adheridas, utiliza amoníaco para dejarlos como nuevos.
Además, es un producto que no afectará al color de los trapos ni maltratará sus fibras. Eso sí, para utilizarlo con precaución, sigue estos pasos:
- En un barreño o cubeta vierte 5 litros de agua tibia. A continuación, añade dos tapones de amoníaco líquido.
- Introduce los trapos, paños y bayetas. Déjalos a remojo de 30 a 60 minutos. En este tiempo, el amoníaco ablandará las manchas de grasa y las eliminará.
- Colócate unos guantes y extrae los trapos para terminar su lavado en la lavadora (sin suavizante) con un programa corto y agua caliente. Y voilà.
Si continuas con el lavado a mano, frota bien todas las manchas y utiliza un jabón que respete los colores de los trapos. No es necesario el uso de suavizantes. Por último, sécalos al aire libre y listo.
Este truco te servirá tanto si los trapos están muy sucios, tienen manchas amarillas o manchas de moho

El amoniaco es capaz de eliminar las manchas de grasa más incrustada, el mal olor de los tejidos y de matar a todos los microorganismos presentes. Si quieres saber más sobre este producto, te mostramos 8 usos del amoníaco en la limpieza del hogar.
2. Percarbonato de sodio para los trapos claros
Al igual que el bicarbonato de sodio, el percarbonato sódico tiene excelentes propiedades para quitar las manchas más difíciles de los tejidos. Pero, se debe usar con cabeza. Es un producto que limpia, desinfecta y aclara.
Para limpiar los trapos de cocina con percarbonato de sodio, sigue estos pasos:
- Introduce los trapos, bayetas y paños en la lavadora y añade 3 cucharadas de percarbonato sódico en el cajetín destinado al detergente. Puedes combinarlo con el que tengas en casa.
- Programa un ciclo de lavado corto y altas temperaturas. El agua caliente, combinado con el producto, eliminará las bacterias presentes.
- Recuerda tenderlos nada más terminar el ciclo de lavado. Dejar mucho tiempo los tejidos dentro de la lavadora genera moho y hongos en este electrodoméstico. De hecho, uno de los errores más frecuentes al poner la lavadora es dejar la colada dentro durante varias horas.

El percarbonato sódico también viene integrado en productos de limpieza como es el caso de Color Vilex.
3. Con vinagre y limón para desinfectar los trapos
El vinagre blanco de limpieza es nuestro limpiador natural favorito, pues es capaz de desengrasar, desinfectar y quitar las manchas más difíciles como lo hacen los detergentes tradicionales. Si lo combinas con otros productos como el bicarbonato de sodio o el limón, se volverá aún más eficiente.
Para limpiar los trapos de cocina con vinagre sigue estos pasos:
- En un barreño o cubeta vierte abundante agua caliente, al menos 5 litros. Después, agrega 3 tazas de vinagre blanco de limpieza. A continuación, agrega a la mezcla el zumo natural de dos limones.
- Introduce todos los paños y trapos de cocina. Déjalos a remojo un buen par de horas. En este tiempo, el vinagre ablandará la grasa de los trapos facilitando su limpieza. Este truco también es ideal para blanquear un mantel amarillento.
- Transcurrido el tiempo, puedes terminar el lavado a mano o en la lavadora. En la lavadora solo tendrás que programar un ciclo de lavado largo con agua caliente y tu detergente habitual.

Este truco es perfecto si te gustan las fórmulas caseras para limpiar la casa.
Consejos para utilizar bien los trapos de limpieza
Los trapos de limpieza son muy útiles y cumplen con su cometido a la perfección. Sin embargo, no siempre los utilizamos bien y, prueba de ello es que acabamos tirándolos al poco tiempo de uso por verlos "muy sucios".
Para evitar tirarlos con frecuencia, toma nota de los siguientes consejos:
- 1. Destina cada trapo o bayeta a una zona concreta de limpieza. Así evitas contaminar y maltratar otras superficies. Por ejemplo, destina un trapo a la limpieza de encimeras (se ensucia con más frecuencia) y otro trapo a la limpieza de los armarios de la cocina.
- 2. Limpia los trapos con jabón y agua caliente tras cada uso. Así evitas que las manchas de grasa se adhieran a las fibras.
- 2. Seca los trapos. En muchas ocasiones dejamos el trapo en el fregadero a merced de los miles de millones de microbios que esté contiene. Lo mejor, tras limpiarlo es ponerlo a secar. De esta forma también evitas los malos olores.

Si los trapos huelen mal es porque han proliferado los hongos en ellos. Si es tu caso, descubre cómo quitar las manchas de moho de los tejidos.
Trapos de microfibras
Los trapos de microfibras se pueden usar tanto en seco como en húmedo. Además absorben muy bien el agua y se escurren fácilmente.
- Utiliza diferentes trapos para distintas superficies.
- Siempre ten uno limpio a mano, ya que los trapos recogen rápido el mal olor y la suciedad.
- Reutiliza otras prendas, sábanas viejas, camisetas antiguas como trapos para limpiar los zapatos, por ejemplo.