Cómo lavar la ropa a mano y conseguir un resultado impecable

Tejidos como la seda, la lana, ropa que destiñe o artículos de lencería deben lavarse a mano para que duren mucho tiempo con la misma textura y color.
¿Sabías que telas como la seda, el satén o el encaje se llevan mal con la lavadora? Esto lo descubrí cuando por desconocimiento lave una camisa de satén en la lavadora a 30ºC, con ropa normal y centrifugado de serie. Como era de esperar, la camisa salió limpia, pero sin brillo y con muchos hilos sueltos. En definitiva, se estropeó.
Para las personas que se acaban de independizar, para todos los que no estamos acostumbrados a las labores del hogar, un acto tan simple como poner la lavadora puede convertirse en una tarea aterradora.
Por fortuna para nosotros, disponemos de sendos manuales en Internet sobre cómo hacer algo sin miedo al fracaso. Y aquí va uno más, porque sabemos lo importante que es para ti hacer que tu ropa favorita se mantenga tan nueva como el primer día.

Pasos para lavar la ropa a mano
Antes de comenzar con la tarea, es fundamental que revises la etiqueta de la prenda, pues está nos dirá cómo debemos lavarla sin correr el riesgo de estropearla. Algunas prendas, por ejemplo, es mejor lavarlas en frio (como la ropa de lana) y otras (como la seda) se estropean al contacto con detergentes abrasivos como la lejía o cloro.
En segundo lugar, es importante contar con un detergente especial para el lavado a mano. Lo habitual es que sean detergentes aptos para los tejidos delicados y no irriten la piel.
En tercer lugar, es hora de ver el estado de la prenda. Por ejemplo, si tiene manchas de comida, bebida o alguna mancha en especial, como las de sangre o sudor, es preciso tratar la mancha antes de la lavar la prenda. Así, si tiene manchas amarillas y la prenda es blanca, lo ideal es utilizar un quitamanchas enzimático o, recurrir al clásico remedio de impregnar la mancha con una mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre blanco.
En cuarto lugar y tras tratar la mancha, vertemos agua tibia en un barreño junto a una dosis de detergente (líquido o en polvo). A continuación, introducimos la prenda y dejamos que repose por cinco minutos. En este tiempo, el agua jabonosa ablandará las manchas y será más fácil lavar la prenda.

En quinto lugar, frotamos las manchas con delicadeza. Si es preciso, podemos quitarlas con un cepillo especial para el lavado de la ropa. Cuando hayamos frotado la prenda y esta luzca sin manchas, escurrimos el agua jabonosa y enjuagamos con abundante agua fría.
Finalmente, cuando la prenda deje de soltar jabón, escurrimos suavemente sin llegar a retorcer. Prendas como los vestidos de seda, por ejemplo, dejamos que se escurran en una percha. Cuando la prenda ya no gotee, la secamos en el tendedero, preferiblemente al aire libre.
Si son prendas blancas, las ponemos al sol, ya que es una fuente natural para blanquear las prendas de este color.
El suavizante para lavar a mano: ¿sí o no?
Quizá hayas notado que no hay un paso especial sobre el uso de suavizante durante el lavado. Lo cierto es que las prendas delicadas, en especial las de seda o lana, no lo necesitan. Ni siquiera las prendas deportivas o las toallas lo precisan.
El suavizante es un detergente formulado para aromatizar la ropa y suavizar las telas duras. No obstante, alternativas verdes (como el vinagre) realizan este trabajo y son más que recomendables para que la colada salga más limpia y esponjosa. Además, si recurrimos a algunos trucos como el de la hoja del laurel en la lavadora, haremos que la ropa salga con ese aroma fresco que tanto nos gusta.
Y siendo honestos, prácticamente todos los detergentes vienen formulados con un aroma increíble, por lo que ¿quién necesita el suavizante? Si incluso a la hora de vestirnos, perfumamos la ropa para dotarle de ese aroma que nos caracteriza.
Aún así, si te gustan los suavizantes, el paso para aplicarlo durante el lavado a mano viene después del aclarado de la prenda. Es decir, introducimos la prenda en agua con suavizante y removemos un poco antes de escurrir y dejar secar. Los suavizantes no necesitan aclarado, por lo que tras aplicarlo bastará con escurrir el exceso de agua y tender la prenda.
Eso si, considera que cierto tipo de tejidos no pueden lavarse con suavizante bajo ningún concepto como la ropa deportiva, ropa de baño, ropa de bebé, tejidos de lana, ropa impermeable, entre otros.