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Ropa y tejidos

No uses suavizante en estas prendas, ¡podrías estropearlas!

Los suavizantes para la ropa son grandes aliados cuando queremos conseguir que la ropa salga esponjosa, con aromas frescos y agradables, ¿verdad? Incluso elimina la electricidad estática de las prendas haciendo que sean más fáciles de planchar. No obstante, ¿sabías que son altamente perjudiciales para muchos tejidos?

De hecho, prendas como los sujetadores deportivos o los vestidos de seda pueden llegar a estropearse por completo con el uso continuado de los suavizantes. Esto se debe a que los químicos que contiene el suavizante crean una capa serosa en las fibras de estos tejidos haciendo que pierdan sus capacidades y cualidades.

Si quieres evitar que el suavizante arruine tu ropa, presta mucha atención a este artículo y descubre en qué prendas no debes utilizar suavizantes.

Ropa que no necesita suavizante

Con el uso continuado de suavizantes, algunas prendas pueden llegar a oler mal (aunque estén limpias).

Ropa que no necesita suavizante

Si quieres alargar la vida útil de tu ropa, por tu bien, no utilices suavizante en las siguientes prendas:

1. Ropa deportiva

Las prendas deportivas como los sujetadores, los leggins o las camisetas están específicamente diseñadas para absorber la humedad. Como ya hemos indicado antes, los suavizantes van creando en las fibras de la ropa una capa serosa que bloqueará la capacidad de la prenda para absorber correctamente la humedad.

Con el tiempo, esta capa serosa hará que la ropa de deporte huela mal, luzca envejecida y pierda propiedades de elasticidad y transpiración.

Y es que el suavizante, a diferencia de los detergentes para la ropa, no tienen la función de eliminar la suciedad, solo de perfumar la colada y prevenir la rigidez, las arrugas y la electricidad estática en cierto tipo de telas.

2. Ropa de bebé

La ropa de bebé está confeccionada con tejidos delicados, aquellos que no alteran ni dañan la delicada piel del bebé. Al lavar estos tejidos con suavizante quedarán sustancias adheridas a las fibras que podrían irritar la piel del bebé.

Por ello, es importante que no añadas suavizantes cuando vayas a lavar ropa de bebé. Y, si deseas hacerlo, es mejor que busques un producto hipoalergénico y natural.

3. Ropa de lana

¡Está de moda! Las prendas de lana destacan por su calidez, abrigo y diseño sofisticado. No obstante, para que conserven su aspecto suave y esponjoso, es preciso saber cómo se lavan. Entre las cosas que debes evitar es lavarlas a elevadas temperaturas y el uso de suavizantes.

Las razones estas: el agua caliente encoje las prendas de lana y el suavizante arruina su esponjosidad natural. Por el bien de tu jersey de lana favorito, ¡evita los suavizantes en estas prendas!

4. Prendas delicadas

Los tejidos delicados como el cachemir, la seda, el damasco, el poliéster o la poliamida no necesitan suavizantes porque son fibras, cuya suavidad le viene dada de forma natural. Es muy raro que, por ejemplo, una blusa de seda se acartone o arrugue en exceso lavado tras lavado.

Además, es conveniente lavar este tipo de tejidos a mano, con agua fría y un detergente especial que proteja los colores y las fibras.

5. Ropa impermeable

Pantalones, chaquetas, chubasqueros, abrigos de pluma o plumíferos y todas las prendas que sean impermeables no necesitan suavizantes. Y sí, aquí podrías dañar realmente la capacidad de la prenda para repeler el agua. Es decir, el suavizante en los impermeables hace que estos acaben perdiendo sus propiedades para aislar del agua y la humedad.

Por ello, lo ideal es limpiar estas prendas en seco, en una lavandería profesional o lavarlas a mano de forma cuidadosa. De igual forma, es importante ventilarlas y guardarlas solo cuando estén totalmente secas.

En este tipo de prendas, normalmente costosas, es fundamental consultar la etiqueta de la prenda para saber cómo limpiarla correctamente.

6. Ropa de baño

Bañadores, bikinis, trikinis, ..., la ropa de baño en general, está específicamente diseñada para resistir los daños que provocan la sal, la arena y el cloro de la piscina. Para evitar que su estructura se dañe es vital que no utilices ningún tipo de suavizantes durante su lavado.

Lo ideal es lavarla siempre con agua fría, jabón líquido (especial para prendas delicadas) y, si lo lavas en la lavadora, siempre con un ciclo de lavado corto y sin centrifugado.

7. Toallas y albornoces

Al igual que ocurre con las ropa deportiva, las toallas y los albornoces están diseñados para absorber la humedad. El uso continuado de suavizantes hace que pierdan esta capacidad y acaben oliendo mal tras los lavados. ¿La solución? Dejar de utilizar suavizantes o, en su lugar, utilizar un suavizante casero elaborado a base de vinagre blanco.

Y, si tus toallas desprenden un olor desagradable, recurre al amoníaco líquido. ¡Los olores desaparecerán para siempre!

8. Bayetas y paños de microfibra

Con las bayetas y trapos de microfibra ocurre exactamente lo mismo que con las toallas, son tejidos que pierden su eficacia y se deterioran rápidamente por causa de los aceites que se utilizan en los suavizantes.

Qué ropa sí debería llevar suavizante

Los suavizantes son buenos aliados en prendas de algodón, lino o cáñamo, ya que mejora su acabado y suavidad. Además, reduce la rigidez de las telas haciendo que el planchado sea más fácil y rápido. Todo esto con el añadido de que la ropa tendrá una fragancia agradable.