Qué plantar en julio en tu huerto

¿Te preguntas qué puedes plantar y sembrar en julio en el hemisferio norte? ¡No te pierdas nuestros consejos y descubre las mejores opciones para tu huerto este mes! Sigue leyendo y aprende cómo mantener tu jardín próspero incluso en pleno verano.
Julio es un mes muy cálido en España y en gran parte del hemisferio norte, ¡es cierto! Los planes de playa y piscina son geniales, pero todos sabemos que no podemos dejar de lado nuestro huerto.
¿Sabías que a pesar del clima hay muchas hortalizas que podemos seguir cultivando a lo largo de este mes? En este artículo te cuento cuáles son y qué debes hacer para obtener unos grandes resultados.
Qué plantar en julio en tu huerto
Brócoli
El brócoli es una verdura odiada por muchos y amada por otros, especialmente si lo acompañamos con algo de queso fundido.
¿Qué hay más satisfactorio que saber que esos brócolis vienen de tu huerto? Para ello te recomiendo que comiences utilizando semilleros, donde una vez plantada sus semillas comenzarás a ver aparecer las primeras plántulas unos 6 o 10 días después.
Cuando las plántulas se conviertan en plantones de unos 15 centímetros, ya podremos trasladarlos a su ubicación definitiva en nuestro huerto. Para ello te recomiendo que mantengas una distancia de unos 50 centímetros entre diferentes brócolis, de manera que se puedan desarrollar correctamente.
Respecto a sus cuidados, el brócoli necesita recibir una exposición directa al Sol para desarrollarse adecuadamente, por lo que esto y unos suelos bien abonados en potasio y nitrógenos son factores indispensables para que consigas unos brócolis sanos y sabrosos.
Requiere suelos constantemente húmedos, pero no encharcados, por lo que te recomiendo regar regularmente, pero sin excesiva intensidad. Por último, te recomiendo que coloques parte de la tierra alrededor del brócoli para que actúe como estructura de apoyo y así evitar que se tumben.
Fresones
Las fresas y fresones son uno de nuestros postres favoritos. Si quieres cultivar esta última planta te recomiendo que comiences utilizando semilleros. Puedes colocar estas semillas en el interior de tu invernadero, manteniendo una temperatura de unos 20º.

Aproximadamente 3 semanas después comenzarán a aparecer las primeras plántulas, que podrás trasladar rápidamente a su ubicación definitiva conforme tengan unos 4 o 5 hojas verdaderas. Esta puede ser directamente el suelo, como en el caso de que nos decidamos por un cultivo en bancales, pero también en macetas, plantándolas de manera individual.
Personalmente, prefiero siempre que sea posible utilizar basales, ya que podemos plantar los diferentes fresones en hileras espaciados entre sí unos 30 centímetros y de diferentes hileras (si las hubiera) unos 50 centímetros.
La ubicación que requieren los fresones debe permitir que reciban al menos unas 6 horas de luz solar directa, aunque deben estar protegidos del viento. Para su sustrato es común que se recomiende utilizar un sustrato universal combinado con un 20% de arena y un 10% de abono orgánico, como por ejemplo humus de lombriz.
Esta planta requiere un riego moderado, de manera que mantengamos la humedad del sustrato, pero sin que ocurra un encharcamiento, de manera que evitemos que aparezcan las enfermedades fúngicas relacionadas.
Los fresones son plantas perennes, por lo que podemos optar por repetir este proceso cada año o seguir cuidando nuestras plantas una vez finalice la fructificación, pudiendo obtener una producción durante al menos 2 o 3 años más.
Si decidimos apostar por esto, deberemos podarlos en invierno, eliminando los tallos que se hayan secado y las hojas y flores. De esta manera, la planta puede hacer un descanso vegetativo durante esta estación.
Escarola
La escarola es una hortaliza que suele acompañar a nuestras ensaladas, por lo que seguro que estás deseando comenzar a cultivarla en tu huerto. Para ello necesitamos comenzar utilizando, nuevamente, nuestros semilleros.
Las semillas comenzarán a germinar en apenas una semana, aunque deberemos continuar cultivando estas plántulas en los semilleros hasta que alcancen una altura de unos 10 centímetros, momento en el que podemos trasladarlas a su ubicación definitiva.
La escarola requiere una distancia mínima entre sí de unos 15 centímetros para poder crecer correctamente. La ubicación definitiva de la escarola debe permitirle recibir una buena cantidad de luz solar directa, a la vez que nuestro cultivo está protegido del viento.
Su temperatura óptima de crecimiento está sobre los 25 °C, por lo que deberemos tener en cuenta cómo son los veranos en nuestra huerta. Este cultivo requiere suelos francos o arcillosos, con un pH neutro o ligeramente ácido.
Es fundamental que mantengamos el suelo húmedo con riegos frecuentes, a la vez que evitemos el encharcamiento. Cuando esta planta experimenta una falta de humedad, su sabor suele empeorar, por lo que un riego correcto es imprescindible.
Borraja
¿Sabías que de la borraja se pueden comer tanto sus hojas como sus flores? ¡Así es! Lo más común es utilizarla en ensaladas, pero también podemos utilizarla para hacer sopas, guisos, tortillas e incluso infusiones. La borraja puede sembrarse directamente en su ubicación definitiva, espaciando cada hoyo de plantación unos 20 centímetros entre sí.

Esta germinación es muy sencilla y podemos realizarla tanto directamente en el suelo como en macetas, apareciendo las primeras plántulas aproximadamente 10 días después. Esta planta se desarrolla estupendamente en climas mediterráneos, por lo que si este es tu caso tendrás el éxito casi asegurado.
Requiere un suelo fresco y con un pH ligeramente alcalino, en torno a 7 u 8. Debemos regar regularmente esta planta para mantener la humedad edáfica, pero a la vez asegurando un correcto drenaje, sobre todo si nos decidimos por un cultivo en maceta.
Como consejo, te recomiendo que podes las hojas más grandes para estimular su crecimiento y que recolectes las hojas y las flores justo antes de utilizarlas, ya que no suelen conservarse muy bien. Plantando esta especie cerca de otros cultivos facilitará la llega de polinizadores. ¡Todo son ventajas!
Hierbabuena
¿Quién no ha tenido alguna de sus mejores noches de verano con algunos mojitos de por medio? ¡No me digas que continúas comprando las hojas de hierbabuena en el supermercado!
Cultivar esta especie es tan sencillo que si tuviera que darte un único consejo sería que colocases algunas semillas en una maceta y la regases, ¡pero aquí no estamos para quedarnos simplemente en eso!
Para comenzar con el cultivo de hierbabuena debemos hacernos con algunas semillas en nuestro vivero de confianza. Podemos sembrarlas directamente en su ubicación definitiva, separadas unos 15 centímetros entre sí, aunque realmente puedes esparcirlas directamente sobre la superficie húmeda sin preocuparte en exceso por la distancia.
Puedes elegir plantarla en una maceta o directamente en el suelo, pero debes colocarlas en lugar soleado o parcialmente sombreados, donde puedan recibir unas 6 horas de luz solar directa cada día.
En apenas dos semanas comenzarán a aparecer los primeros brotes, que cuando alcancen un tamaño de unos 20 centímetros podrás comenzar a recolectar.

No es necesario que cortes una rama entera, ya que si necesitas solo unas hojas puedes recolectarlas directamente.
Requiere unos riegos relativamente frecuentes, pero sin excedernos, además de suelos ricos en materia orgánica. Puedes conservar la hierbabuena durante más tiempo si la podas para evitar su floración.
Yo tengo un par de plantas en un gran macetero y dejo que ocurra la floración, ya que cada año las propias semillas que ha producido vuelven a germinar y volvemos a tener plantas frescas. ¡Sin apenas preocuparte!
Como has visto, julio continúa siendo un mes frenético en nuestros cultivos. Existen otras muchas plantas que podemos cultivar. Un último consejo: ¡No te olvides de regar tus plantas! ¡Da igual en qué momento del día leas esto!