Cómo hacer compost casero de forma sencilla

¡Descubre cómo transformar residuos en un valioso fertilizante! Aprende a hacer compost casero, mejora tu huerto en casa y reduce tu impacto ecológico. ¡Empieza hoy mismo!
¿Qué es el compost?
El compost o la composta es un fertilizante natural que surge de la descomposición de residuos orgánicos procedentes del jardín, de los desechos domésticos, etc.
¿Cuál es la diferencia entre compost y compostaje? Mientras que el primero es un abono natural, el compostaje es la técnica que se utiliza para conseguirlo.
¿Cómo hacer compost?
Para hacer tu propio compost necesitas un compostador, los materiales que se van a descomponer, agua, acelerador del compostaje (si quieres acelerar el proceso) y tiempo (para que los microorganismos descompongan poco a poco los residuos orgánicos).
Si dispones de un jardín grande, puedes decidir entre dejar los residuos en una esquina o dentro de un compostador. Nuestra recomendación es que escojas uno de estos últimos ya que te permitirá controlar mejor la humedad del compost.
Paso a paso para hacer compost casero
A la hora de hacer el compost, hay que ir intercalando diferentes capas de materia orgánica, pero siempre mezclando la más húmeda con la más seca.
En caso de que solo se utilizase el residuo más seco, el tiempo para la creación del compost sería mucho más largo y, si solo se utilizase el más húmedo, no se desarrollaría bien por ese exceso de agua.

Como última capa, se puede añadir un acelerador del compostaje y se cerraría la tapa de la compostera. Los microorganismos del acelerador harán que la descomposición de estos restos orgánicos se produzca en mucho menos tiempo.
Pasado este tiempo, habremos conseguido que todos los residuos se conviertan en compost, una materia que utilizaremos para mejorar la tierra de nuestras plantas, jardín o cultivos.
Preguntas de interés sobre el compost
¿Para qué sirve el compost?
Utilizar este abono en plantas, jardines y cultivos acarrea consecuencias muy positivas para el medio ambiente. Te contamos 5 beneficios del compostaje que puede que desconozcas
- Reduce la contaminación ambiental
Al reciclar los residuos orgánicos biodegradables se reduce, de esta forma, los sólidos urbanos (RSU) que se destinan a vertederos.
Sustituye y reduce los fertilizantes inorgánicos

Gracias a ello contribuye a mejorar la estructura del suelo (aportando macronutrientes y micronutrientes).
- Ahorra agua de riego
El compost posee una gran capacidad de retención del agua y de nutrientes y favorece el drenaje.
- Mejora la actividad biológica del suelo
La materia orgánica utilizada para su fabricación mejora la actividad biológica del suelo, su estructura y estabiliza su pH.
- Reduce los gastos
Al ser un abono hecho en tu propio hogar, ahorras una gran cantidad de dinero al evitar comprar este tipo de productos en las tiendas.
¿Cómo escoger el mejor compostador para nuestro compost?
El compostador puede ser de muchos tipos: compostador giratorio, compostador de palés o el clásico de plástico que venden en los centros de jardinería. Nuestros compañeros de Bricomanía nos enseñaron cómo hacer una compostera casera de forma muy sencilla.

Sea cual sea tu elección, lo más importante es cumplan los siguientes requisitos:
- Elección correcta de la ubicación: deberás colocar el compostador en el suelo en una zona que reciba luz solar durante algunas horas al día. Al alcanzar cierta temperatura, favorecerá la degradación por parte de los microorganismos de su interior.
- Debe estar aireado: si no entra oxígeno en ellos no se puede llevar a cabo el proceso de compostaje. Comprueba que tenga tu compostador orificios de ventilación y, en caso de que no los tenga, házselos tú mismo.
¿Qué residuos se pueden usar para hacer compost? ¿Cuáles no?
Manuel Gras, biólogo del Instituto Multidisciplinar para el Estudio del Medio (IMEM), explica a continuación cuáles son los elementos que sí puedes usar para hacer tu compost casero y cuáles no:
El compostaje está pensado para los residuos orgánicos que producimos en nuestros hogares y jardines, principalmente, los restos de la comida y hojas provenientes de la poda. La clave está en trocear los elementos orgánicos a compostar, antes de meterlos en el compostador, para lograr que el proceso sea más rápido y sencillo.

No todos los residuos orgánicos son apropiados para crear compost. Debemos evitar incluir, por ejemplo, heces de animales (para no contaminarlo con bacterias fecales), medicamentos, líquidos o restos orgánicos duros, como pueden ser huesos.
¿Cuál es la función de los microorganismos en el compost?
Los microorganismos son fundamentales a la hora de hacer un buen compost. Entre ellos, unos de los más importante son las lombrices: se comen la materia orgánica y la van excretando convertida en humus de lombriz. Transforman toda la materia orgánica pajiza en un compost de calidad.
Si ves hormigas y moscas en el compost, en cambio, es una mala señal. Las hormigas aparecen por una materia orgánica demasiado seca y las moscas porque los residuos no se han enterrado lo suficiente.
¿Cuánto tiempo se tarda en hacer compost?
Depende. Si la tienes en montones sin trabajarla, como sucede en el jardín, tardará alrededor de 2 años en deshacerse toda la materia orgánica. En una compostera hecha en condiciones, en 6 meses tendréis vuestro compost.

Si utilizas un acelerador en la compostera, conseguirás que la descomposición de estos restos orgánicos se produzca en tres meses en vez de en seis.
¿Por qué huele mal el compost?
Tal y como explica Manuel Gras si el compost huele mal puede ser debido a que la materia orgánica, en lugar de estar descomponiéndose por oxidación, lo está haciendo por fermentación, debido a la falta de oxígeno, probablemente por la falta de aireación del material, por lo que deberemos removerlo con más frecuencia y cubrir su superficie con más material estructural.
¿Conocías todos estos detalles sobre el compost? Es sorprendente cómo lo que para ti son simples desechos puede convertirse en algo tan beneficioso para tus plantas y tu huerto en casa. Aprovecha esta oportunidad para reducir tu impacto ecológico. ¡Manos a la obra!