Yema de huevo en la dieta de perros y gatos: beneficios y riesgos
Nutrición con sentido
Rica en vitaminas, grasas saludables y antioxidantes, la yema de huevo puede ser un complemento natural en la dieta de perros y gatos si se administra bien
Yema de huevo para perros y gatos: ¿sí o no?
Si alguna vez te has preguntado si puedes compartir un trocito de yema de huevo con tu perro o gato, la respuesta es sí. Pero como casi siempre, con matices. Porque la yema puede ser un alimento muy nutritivo para las mascotas, siempre y cuando se le ofrezca cocida y con moderación.
Este pequeño, pero potente alimento, contiene vitaminas esenciales, antioxidantes y grasas saludables, capaces de apoyar la salud visual, neurológica, inmunitaria y dermatológica de tu compañero peludo. A pesar de todo, también hay riesgos si se administra mal. Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
Beneficios de la yema de huevo para perros y gatos
Nutrientes esenciales
La yema de huevo está cargada de vitaminas del grupo B (como la biotina y la riboflavina), vitamina D, y minerales como el selenio, que fortalecen el metabolismo, el sistema inmunológico y la salud ósea.
Ácidos grasos omega-3 y omega-6
Estos conocidos ácidos grasos ayudan a reducir la inflamación, mejoran la salud cardiovascular, mantienen el pelaje brillante y además, favorecen la función cognitiva en perros mayores o gatos senior.
Luteína y zeaxantina
Dos antioxidantes que están presentes en la yema del huevo y son conocidos por proteger la retina y prevenir enfermedades oculares como las cataratas o la degeneración macular. A pesar de que son más estudiados en el caso de los humanos, se puede concluir que también pueden beneficiar la vista de los animales.
Aminoácidos esenciales
La yema del huevo cuenta con todos los aminoácidos que tu mascota requiere para construir y recuperar tejidos, mantener el metabolismo activo y fortalecer el sistema inmunológico.
¿Qué pasa si le doy yema de huevo a mi gato?
Tu felino se beneficiará de su aporte de grasas, proteínas y vitaminas. Realmente, es una fuente energética ideal, tanto para gatos activos como convalecientes. Pero evita dársela cruda, puesto que su sistema digestivo puede no tolerarla correctamente y existe riesgo de contraer salmonela.
Recomendación: Una o dos veces por semana, una pequeña cantidad cocida (¼ a ½ yema) será suficiente para aportar beneficios sin temor a sufrir cualquier riesgo
¿Y las yemas de huevo cocidas son buenas para los perros?
Sí, sin lugar a duda. Los perros pueden comer yema de huevo cocida sin ningún problema. Ya sea hervida, pochada o en tortilla sin sal ni aceite, es una buena manera de complementar su dieta.
Eso sí, se la debes ofrecer siempre cocida, ya que la cocción destruye bacterias y facilita la digestión. Por su parte, la clara cruda contiene avidina, una enzima que interfiere con la absorción de biotina, por lo que es mejor no darle claras crudas ni en grandes cantidades.
¿Cuántas yemas de huevo puede comer un perro?
En función del tamaño, nivel de actividad y salud del animal, podrás proporcionarle una u otra cantidad. Como orientación:
Tamaño del perro y cantidad recomendada:
Pequeño (menos de 10 kg):
½ yema cocida, 1 vez por semana
Mediano (10–25 kg):
1 yema cocida, 1–2 veces por semana
Grande (más de 25 kg):
1 yema cocida, hasta 2 veces por semana
En cualquier caso, es importante introducir el huevo poco a poco y observar la reacción de tu mascota. Si notas que tiene diarrea, vómitos o picor, suspende inmediatamente su consumo y consulta con el veterinario.
¿Qué parte del huevo debe comer un perro?
Si bien es cierto que, tanto la yema como la clara del huevo contienen nutrientes, la yema es la parte más beneficiosa para perros y gatos debido a su alto contenido en grasas buenas, vitaminas liposolubles y antioxidantes.
La clara es rica en proteínas, pero debe estar siempre bien cocida para evitar interferencias con la absorción de vitaminas. En conjunto, un huevo cocido entero (sin aceite ni sal) de vez en cuando, puede ser considerado como un snack sano para perros.
Precauciones y contraindicaciones
¿Cuándo evitar la yema de huevo?
- Si es alérgica al huevo (sí, a veces pasa).
- Si tiene sobrepeso o tendencia a engordar.
- Si tiene diabetes, pancreatitis, problemas hepáticos o siguen una dieta baja en grasas.
- Si ya recibe un suplemento nutricional con colina, biotina o grasas añadidas.
En estas situaciones, es mejor evitarla o consultar previamente con el veterinario.
¿Cómo preparar la yema de huevo para mascotas?
Como ya hemos comentado, hay formas seguras y sencillas de ofrecer la yema de huevo a nuestras queridas mascotas:
- revuelta sin aceite ni sal
- hervida (dejándola enfriar antes)
- pochada con agua, no frita
Es recomendable no añadir condimentos, mantequilla o cebolla, ya que pueden ser tóxicos para algunos perros y gatos.
Un pequeño tip: puedes probar a desmenuzar la yema cocida sobre el pienso o mezclarla con comida húmeda para hacerlo más apetecible.
Siempre bajo supervisión veterinaria
Si bien es cierto que la yema de huevo cocida es segura en la mayoría de las ocasiones, cada animal es un mundo.
Por lo que si estás pensando en incluirla de forma regular en la dieta de tu mascota, es preferible comentarlo con tu veterinario para ajustar cantidades y asegurarte de que no hay contraindicación alguna.
Un complemento nutritivo si se usa bien
En conclusión, la yema de huevo es un superalimento natural que, con moderación y la preparación adecuada, es capaz de aportar múltiples beneficios a la salud de tu perro o gato: mejor pelaje, piel, energía, visión y defensas.
Pero eso sí, no olvides que no sustituye a una dieta equilibrada, ni debe ofrecerse en exceso. Cocida, sin aditivos extra y como complemento ocasional, la yema puede ser un regalo saludable y sabroso para tu querido compañero de cuatro patas.