Las cataratas son una afección común en los perros mayores y también pueden estar asociadas a enfermedades como la diabetes. Te lo contamos todo sobre esta enfermedad.
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Sergio Martínez, 17 de marzo de 2023
Salud
Las cataratas son una afección común en los perros mayores y también pueden estar asociadas a enfermedades como la diabetes. Te lo contamos todo sobre esta enfermedad.
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Sergio Martínez, 17 de marzo de 2023
Las cataras en perros son un problema frecuente en nuestros mejores amigos y una de las causas más frecuentes de ceguera.
Los perros con cataratas experimentan un progresivo deterioro de su visión y, como consecuencia, una importante pérdida de calidad de vida: se mueven con lentitud e inseguridad, se golpean con los objetos que los rodean y desarrollan fotofobia o intolerancia a la luz. Los ojos de un perro con cataratas se irán cubriendo por una capa blanquecina a medida que la patología avance.
Si bien las cataratas no constituyen un problema mortal y solo en contadas ocasiones están relacionadas con enfermedades más graves (la diabetes, en particular), está claro que perjudican mucho al perro. Sin embargo, te adelantamos casi siempre pueden eliminarse con cirugía.
En este artículo vamos a contarte todo lo que debes saber sobre las cataratas en perros para que sepas, llegado el caso, cómo ayudar a tu mejor amigo. Descubre las causas más frecuentes de esta enfermedad, sus síntomas y todo lo que puedes hacer.
Se denomina catarata al proceso de pérdida de opacidad del cristalino del ojo.
El cristalino es una lente situada en el interior del ojo que dirige la luz y las imágenes hacia la retina. Cuando sus tejidos se rompen, la visión se vuelve borrosa o doble y la pupila comienza a adquirir un tono blanquecino o azulado.
Con frecuencia las cataratas en perros se detectan cuando el dueño se da cuenta de ese cambio en los ojos de su perro. Además, el animal se moverá cada vez con mayor torpeza e inseguridad, a medida que su visión continúe deteriorándose.
Si el perro no recibe ningún tratamiento, sus pupilas acabarán volviéndose totalmente blancas y las cataratas podrían acabar provocando una ceguera.
Así pues, en las cataratas en perros, como en muchas otras enfermedades, una detección temprana es clave para que el tratamiento sea un éxito y la calidad de vida del animal no se resienta.
La etiología de las cataratas en perros es variada, pero las causas pueden dividirse en dos grupos: primarias y secundarias.
Las cataratas primarias son las que se deben a un defecto genético hereditario que afecta al desarrollo o al envejecimiento del cristalino.
Suelen aparecer en perros jóvenes o de mediana edad y afectan en especial a ciertas razas como el caniche, el cocker spaniel, el bulldog francés o el schnauzer, entre otras. Son, con mucho, las cataratas en perros más frecuentes.
Las cataratas secundarias son las que se producen por otra enfermedad o lesión que daña el cristalino.
La causa más común de este tipo de cataratas es la diabetes mellitus, que, como en el caso de los humanos, altera el metabolismo del cristalino y provoca su opacificación. Más del 75% de los perros con diabetes desarrollan cataratas en el primer año de la enfermedad. En esto los perros son diferentes de los gatos, que apenas sufren cataratas asociadas a la diabetes.
Otras causas posibles son traumatismos (golpes, arañazos...), inflamaciones, infecciones, intoxicaciones o problemas oculares como la uveítis, el glaucoma o tumores oculares, entre otros.
Sea cual sea la causa, hay que tener en cuenta que la visión de los perros no es, incluso cuando están sanos, especialmente aguda. De hecho, estos animales destacan más por su capacidad para orientarse cuando hay poca luz y para captar movimientos.
Así pues, al no ser este su sentido principal y como las cataratas suelen avanzar poco a poco, es probable que los cambios en el comportamiento del perro no sean fáciles de notar hasta que haya pasado un tiempo.
Ya hemos mencionado que el síntoma más frecuente de las cataratas en perros es una nube blanca o azulada en el ojo del perro, que puede cubrir parte o todo el cristalino. Además, otras señales típicas de esta enfermedad son también:
Estos síntomas pueden aparecer de forma gradual o repentina, según el tipo y la evolución de las cataratas.
En cualquier caso, el principal problema que presentan los síntomas de las cataratas en perros es que son poco específicos y, por lo tanto, es fácil confundirlos con los de otras enfermedades y problemas como la esclerosis nuclear del cristalino (de la que te hablaremos en el apartado siguiente), el glaucoma, etc.
Así pues, ante la menor sospecha de que tu perro pueda tener cataratas, no lo dudes y llévalo al veterinario.
Es importante entender, además, que cuando las cataratas tienen un origen genético (y esto es lo más común) no es posible detener su avance ni frenarlas de ninguna forma. Solo la cirugía podrá resolver el problema.
Es importante no confundir las cataratas en perros con la esclerosis nuclear del cristalino, un proceso normal que se produce en el ojos de los perros ancianos (alrededor de los 7 años) por el paso del tiempo.
Con la edad el cristalino de los perros se vuelve más denso y menos flexible, lo que hace que su centro o núcleo se vea más opaco y de color gris azulado. A diferencia de lo que sucede con las cataratas, la neblina de la esclerosis no impide ver el fondo ocular.
Este fenómeno no afecta tanto a la visión del perro como las cataratas, ni le causa dolor o molestias.
La esclerosis suele ser bilateral (esto es, afecta a ambos ojos) y no requiere tratamiento ni seguimiento veterinario, salvo que se acompañe de otros síntomas como lagrimeo, secreción o inflamación ocular.
Por lo tanto, si tu perro tiene esclerosis nuclear del cristalino puedes quedarte tranquilo y olvidarte de las cataratas: se trata de un proceso natural que no presenta mayor problema.
Una vez confirmado que un perro tiene cataratas, la única forma de eliminarlas y restaurar la versión del animal será mediante la cirugía.
Lo primero que debes saber es que no todos los perros pueden operarse. Será tu veterinario quien tras un examen completo determinará su tu peludo es apto o no para la intervención, considerando factores como la edad, el estado general de salud, el estado de sus ojos, etc.
El tratamiento quirúrgico consiste en extraer el cristalino deteriorado mediante una técnica denominada facoemulsificación, que consiste en el uso de ultrasonidos para fragmentar y aspirar el cristalino a través de una pequeña incisión en el iris. El siguiente paso es colocar una lente intraocular artificial que hará las funciones del cristalino.
Esta cirugía es sencilla, pero requiere anestesia general. El tiempo de la intervención puede variar según el caso, pero lo habitual es que dure entre 30 y 60 minutos.
El postoperatorio dura unas dos semanas e implica el uso de un collar isabelino y un seguimiento con medicación antiinflamatoria y antibiótica y revisiones periódicas.
El precio de la operación de cataratas en perros puede variar notablemente dependiendo del país, la clínica, el tamaño del perro, si está afectado sólo un ojo o los dos y muchos otros factores. Puedes esperar que el precio parta de los 1000€, pero recuerda que esto no es más que una estimación.
Es importante señalar, por último, que no existen remedios caseros para curar las cataratas en perros, ya que se trata de una alteración irreversible del cristalino que solo puede solucionarse con cirugía.