El Síndrome de Ansiedad por Separación es un trastorno de comportamiento que afecta a muchos perros cuando se quedan solos en casa o se alejan de sus dueños. Suele ser muy común tras la vuelta de unas vacaciones en las que han permanecido juntos todos los días, por lo que lo más habitual es que aparezcan los trastornos en la vuelta a la rutina o los meses de otoño.

Si volvéis de las vacaciones de verano, ¡echad un vistazo a los consejos que te damos para cuidar a tu mascota en otoño!
¡Pero no son lo únicos! Como bien sabéis, nosotros también experimentamos un síndrome posvacacional en el que nos mostramos tristes y bajos de ánimo por volver a la rutina. A nuestros amigos peludos les sucede igual pero ¡echándonos de menos! Por ello, es habitual que nos encontremos la casa destrozada cuando volvemos del trabajo o tenga un comportamiento diferente cuando está con nosotros.
Debemos tener en cuenta que este síndrome de ansiedad por separación, además de influir en nuestra relación con el perro, puede generar problemas en su salud. Y aunque puede generarse por distintas causas y situaciones, todas convergen en una excesiva vinculación y dependencia del animal con su dueño (hipervinculación o hiperapego).

Toma nota de varios consejos para evitar que tu perro te destroce la casa cuando se queda solo.
Para solucionarlo lo mejor es ponerse en manos de un equipo profesional. No dudes en apoyarte en el equipo de profesionales caninos de Solo Es Un Perro para tratar la ansiedad por separación de tu perro.
No obstante, puedes intentar modificar su conducta con algunas pautas que te facilitamos. ¡Toma nota de ellas!
6 pautas para corregir la ansiedad por separación en perros
1. Rutina antes de salir de casa
Antes de salir de casa solemos seguir una rutina:
- Ponerse los zapatos
- Ponerse el abrigo
- Coger las llaves
- Apagar las luces
Nuestros amigos perrunos asocian estas acciones a nuestra partida cada vez que vamos al trabajo o a nuestras labores. De esta forma, su ansiedad se desencadena cuando empezamos a prepararnos antes de irnos.
Para evitar que se pongan nerviosos antes de tiempo, es aconsejable realizar este ritual en diferentes momentos del día sin salir de casa después, para evitar esa asociación.

2. Fuera despedidas antes de marchar
Es muy común que siempre que nos marchamos de casa nos despidamos de nuestra mascota con arrumacos y cariños. ¡Debemos evitarlo y no prestarle demasiada atención antes de salir! ¿La razón? Porque si les damos mimos y caricias creerá que le vamos a llevar con nosotros y por tanto, al marcharnos, pensará que le hemos mentido y no lo comprenderá.
Algo curioso es que este comportamiento es inherente a su naturaleza ya que sus antepasados los lobos se dan muestras de afecto cuando van a salir juntos de caza mientras que cuando salen solos ni siquiera se despiden. ¿Lo sabias? Pues en ese caso, no te despidas de él y entenderá que es porque te vas a marchar solo.

3. Entretenimiento en casa
Debemos demostrarle que nuestra partida no es algo negativo sino todo lo contrario. ¿Cómo? Ofreciéndole una golosina, juguete o premio que más le guste antes de salir de casa. De esta forma, no sólo conseguirás que se mantenga entretenido durante tu ausencia, sino que además favorecerás una relación positiva con él (ya que asociará tu marcha con algo positivo para él).
No obstante, si se trata de un juguete u objeto, debes retirárselo a tu regreso a casa para que no se acostumbre a él y no pierda ni el interés ni el efecto positivo que genera.

4. Rutina al volver al hogar
Sabemos que es muy difícil llegar a casa y no darle mimos y abrazos a nuestros amigos peludos. ¡Haz un esfuerzo! En el momento que vuelvas a casa, espera (aunque te cueste) a que tu perro se relaje para prestarle atención.
Una vez tranquilo ya puedes empezar a jugar con él y premiarle con caricias y palabras de afecto. Esto lo haremos para que no asocie nuestros mimos con su comportamiento al llegar. Es mejor que los asocie con un comportamiento calmado y relajado. De esta forma, sabrá que le prestamos atención cuando se tranquiliza.

5. Fuera castigos
"¿Qué has hecho? ¿Por qué lo has hecho? ¡malo!"... Seguro que os resultan familiares estas palabras, pero aunque todos tendemos a reaccionar de esta forma, tenemos que hacer todo lo contrario. No hay que castigarle (ni tampoco premiarle) por lo que haya hecho en nuestra ausencia.
Los perros no son capaces de asociar ni los castigos ni los premios con la acción realizada una vez que ésta ya haya pasado. Por lo que si te encuentras algún desperfecto o algo inadecuado al llegar a casa y le regañas, el perro no entenderá por qué está siendo castigado. Lo único que conseguirás será confundirle.

Si tienes un cachorro, aprende a educarle en positivo con 7 pautas y sin castigos.
6. Ejercicio diario
El exceso de energía acumulada durante el día genera estrés y ansiedad en el perro, cosa que empeora su conducta. No obstante, la actividad física le ayudará a desgastar esa energía y relajarse al llegar a casa. Por tanto, ¡no te olvides de sus juegos y paseos! Escoge el collar o arnés que mejor se adapte a él y llévale a dar un buen paseo.
Toma en cuenta varias recomendaciones para que el paseo sea productivo:
- Alárgalo un poco más para que vea que disfrutas de estar a su lado.
- Si eres deportista, sácalo a correr contigo para que estire bien sus patitas.
- Facilítale un parque o una zona para perros en la que pueda correr, desestresarse y socializar con otros perros.
- Juega y diviértete con él. Lánzale una pelota, un frisbee o cualquier otro juguete y anímale a que lo recoja para traértelo.
El truco está en que cuánto más corra y se ejercite, ¡más relajado estará en casa!

Es posible que te interese conocer algunos consejos a tener en cuenta para jugar con tu perro.
En caso de que estas medidas no te hayan servido para mejorar su conducta, te recomendamos que te pongas en contacto con el equipo profesional de Solo Es Un Perro para ofrecerle un tratamiento que le ayude en la ansiedad por separación.