Que el cabello es uno de los elementos más importantes de nuestro cuerpo es un hecho. Lo peinamos a diario, lo lavamos, lo teñimos, lo hidratamos... como parte de una función no solo higiénica, sino también estética, pues una melena bonita y saludable dice mucho de nuestra persona.
Es precisamente esa importancia la que hace que nos empeñemos en averiguar qué nos estamos echando en la cabeza y si las modas funcionan tan bien como lo pintan en las redes sociales. Por ejemplo, ¿te suena el tan famoso y viral champú de cebolla? ¿Lees artículos sobre cada cuánto tiempo es recomendable lavarse el pelo? ¿Te informas sobre los diferentes cuidados de un cabello cuando está teñido o ha sido sometido a un tratamiento de queratina o alisado japonés?
Quizá la única referencia a todo esto es que todo empieza por cómo nos lavamos el cabello y, aún más importante, por cuál es el mejor champú para nuestra melena. Y es aquí en donde entran en juego todos esos ingredientes que tienen los champús. Con sulfatos, parabenos y siliconas (o sin ellos), veamos en qué consiste esta nueva tendencia.
¿Qué son los sulfatos? ¿Para qué sirven?
Sin razón no hay sazón. Los sulfatos son tensioactivos (en lengua común "detergentes") que se encargan de limpiar el cabello y el cuero cabelludo. Su único propósito no es otro que eliminar la suciedad, pues son capaces de separar el sebo del cabello.
Ahora bien, si su único propósito es limpiar, ¿por qué tienen mala fama? El problema más asociado a los tensioactivos es que deshidratan e irritan la piel cuando se usa de forma desmedida y en grandes cantidades. Y, aún así, siguen siendo los mejores principios activos para limpiar el cuero cabelludo, sobre todo cuando éste es grasoso.
Y esto tiene su explicación lógica y científica: los sulfatos encapsulan la suciedad en estructuras llamadas "micelas" que sí son solubles en agua. Es decir, la materia grasa y la suciedad de la polución se quedan atrapadas en las micelas y son fácilmente arrastradas con el aclarado. Si nos lavamos el cabello simplemente con agua, no eliminamos la suciedad contenida. Necesitamos sí o sí de un producto que lo limpie en profundidad.
Que las grandes casas de cosmética, especializadas en productos capilares, utilicen sulfatos para elaborar sus productos no es casualidad teniendo en cuenta que lo hacen siempre siguiendo el reglamento cosmético de la Unión Europea en materia sanitaria. Además, si se analizan los sulfatos desde un punto de vista meramente científico se los considera útiles y, sobre todo, seguros.
Demonizar o denigrar los champús con sulfatos es un error ocasionado por bulos que puede repercutir negativamente en la industria cosmética y en las autoridades que lo avalan.

Existen distintos tipos de sulfatos, siendo el Soidium Laureth Sulfate el mejor tolerado y más utilizado en cosmética capilar.
Ahora bien, ¿en qué casos u ocasiones es necesario optar por un champú sin sulfatos y cuál elegir? Recuerda, no todos los cabellos son iguales ni todos presentan las mismas necesidades. La fórmula "sin" está siempre indicada para determinados casos: cabellos y cueros cabelludos sensibles, secos, con padecimientos de alergias, eczema y maltratados por tratamientos químicos como la queratina o la enzimoterapia.
¿Qué significa que un champú no tenga sulfatos?
Los champús sin sulfatos son champús que no llevan productos químicos en su fórmula. Dependiendo del elegido no contendrá parabenos, siliconas o colorantes, lo cual lo hace ideal para un cuero cabelludo sensible, seco y cabellos que han sido castigados en el tiempo por tratamientos con queratina, decoloraciones o teñidos sin descanso.
Estos champús conservan mejor los aceites naturales del cuero cabelludo, aliviando la irritación, sequedad extrema o sensibilidad en el cabello. Que lo natural se imponga a lo químico es una tendencia al alza en los últimos años y su gran crecimiento solo augura un mayor boom en la industria.
Antes de cambiar y usar otro tipo de champú siempre es recomendable consultar a un experto dermatólogo, al propio farmacéutico o tu peluquero de confianza. De hecho, tanto dermatólogos como farmacéuticos coinciden en que ni todas las melenas son iguales ni todos los champús "sin" ofrecerán resultados similares. Y, aun así, los champús sin sulfatos se han convertido en auténticos "bestseller" en el mercado.
Características de un champú sin sulfatos
Lo realmente importante en un champú es que sirva a su propósito, que es limpiar sin dañar el cuero cabelludo.
De este modo, te aconsejamos elegir siempre en función de las necesidades que tiene tu melena y cuero cabelludo. Es decir, si tienes caspa, deberás usar un champú anticaspa. Lo mismo ocurre con aquellos cabellos grasos.

Si el cuero cabelludo no se limpia como se debe, a la larga, es algo que pasará factura a tu melena.
¿Cómo saber si un champú no es bueno?
También es necesario que sepas distinguir cuándo un champú no es bueno para tu cabello. Comencemos por algo que es muy fácil de ver: la espuma. Cuando un champú genera una gran cantidad nada más entrar en contacto con el cuero cabelludo, ¡preocúpate!
Como venimos diciendo, el objetivo de los champús es que limpien y cuándo realizan esta acción, por lo general, en el primer lavado apenas se genera espuma, lo cual indica que su acción está siendo la adecuada. Por ejemplo, si aplicamos champú tras un primer lavado, podrá notarse mayor cantidad de espuma y es porque el cabello ya se encuentra más limpio que al principio.
Otro dato para tener en cuenta es cuándo un champú genera caspa. ¿Has cambiado de champú y tienes caspa? ¡preocúpate! Un brote de caspa no se produce por arte de magia, siempre existe una razón y la causa suele estar (casi siempre) en los productos que se emplean.
También conviene limitar el uso de champús con siliconas, pues hacen que el cabello se ensucie más rápido. En el caso de los parabenos, ten en cuenta que su objetivo es conservar el cabello, por lo que no significa que sean malos, simplemente no adecuados para cueros cabelludos con alergias.
Los mejores champús sin sulfatos (económicos)
Recuerda, la moda "sin" no necesariamente implica que sea apta para todo el mundo. Si tienes el cabello teñido, seco, quebradizo o maltratado por algún tratamiento, puedes optar por los siguientes champús en su versión más eco.
1. Los que protegen el color: Champú Okara Color Protection de Rene Furterer es uno de los que mejores reviews ofrece. Su fórmula ultra BIO lo convierten en el favorito de miles de consumidores. Si tienes el pelo muy maltratado puedes optar por el Champú Absolue Kératine.
2. Con propiedades anti-caída: Por una parte tenemos el champú Go Organic De Farma Dorchs con agentes 100% vegetales y, por otra parte, el champú 2 BIO de Vidalforce, el más vendido en la plataforma de Amazon y que es 100% vegano y no testado en animales.
3. De gama profesional: Te proponemos dos opciones profesionales de champús sin sulfatos: Dalire BIO, el favorito de dermatólogos y expertos y, el que más nos gusta, Elements de Wella Cosmetics (Amazon Choice del momento).
4. Con propiedades anti-seborreicas tenemos el Zaffiro Orgánica Champu ecológico con keratina vegetal, especial para cabellos maltratados, dañados y con un exceso de sebo. Por último, si tienes el pelo con tendencia al encrespamiento, te aconsejamos el Champú OGX (especial anti-frizz).