El peligro oculto de freír patatas en freidora de aire según la OCU
Cocina segura
Controlar la temperatura y el corte es clave para reducir la acrilamida en las patatas

La freidora de aire se ha convertido en un imprescindible en muchas cocinas por su promesa de cocinar con menos grasa y lograr texturas crujientes. Sin embargo, un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte de un riesgo poco conocido al preparar patatas en este electrodoméstico: la posible formación de sustancias nocivas si no se emplea correctamente.
¿Qué ha descubierto la OCU sobre las freidoras de aire?
La popularidad de las airfryers no deja de crecer. Su facilidad de uso y la sensación de comer más sano han hecho que millones de hogares las incorporen a su día a día. Pero la OCU pone el foco en un detalle que a menudo pasa desapercibido: el proceso de cocinado de ciertos alimentos puede generar compuestos potencialmente dañinos.
En el caso de las patatas, la combinación de almidón, altas temperaturas y cocción prolongada puede producir acrilamida, una sustancia clasificada como potencialmente cancerígena por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Aunque no es exclusiva de las freidoras de aire -también aparece en frituras tradicionales, tostadas o galletas-, la OCU recuerda que la falsa percepción de 'cocinar sin riesgo' puede llevar a un exceso de consumo.

Ojo a la temperatura: la clave para evitar la acrilamida
La acrilamida surge de forma natural en alimentos ricos en almidón cuando se cocinan a temperaturas muy elevadas, especialmente a partir de los 170 ºC. Y aquí está el punto que subraya la OCU: más que el tipo de freidora, lo que realmente influye es cómo se cocina.
En los ensayos de laboratorio, la organización comprobó que muchas freidoras de aire recomiendan programar las patatas a 195 ºC para obtener un resultado crujiente. Sin embargo, a esa temperatura los niveles de acrilamida se disparan.
En cambio, reducir el calor a 175 ºC disminuye las concentraciones a menos de una cuarta parte, lo que demuestra que la gestión del calor es la clave para cocinar seguro.
El problema, según la OCU, es que en muchos hogares se tiende a prolongar la fritura para lograr un acabado dorado intenso. Ese detalle que parece tan atractivo en lo estético puede comprometer la seguridad si no se controla bien la cocción. La recomendación es clara: mejor un dorado suave que un crujiente excesivo.

Cómo preparar patatas más seguras en freidora de aire
La buena noticia es que existen medidas sencillas para disfrutar de unas patatas crujientes sin renunciar a la seguridad:
1. Lavar y remojar
Después de cortar las patatas, conviene dejarlas en agua durante al menos 10 minutos y removerlas para eliminar parte del almidón. Este gesto simple ayuda a reducir la formación de acrilamida.
Antes de cocinarlas, deben secarse bien para que queden doradas en lugar de cocidas.
2. Elegir el corte correcto
Los bastones tradicionales de unos 10 mm son los más recomendables, tanto en patatas frescas como congeladas. Los cortes muy finos, o los productos tipo gajo con recubrimientos de harina y dextrosa, favorecen la generación de más acrilamida.
3. Escoger la variedad adecuada
Las patatas Agria, Monalisa, Kennebec o Spunta son buenas opciones por su bajo contenido en azúcares. En cambio, las patatas nuevas suelen dar frituras más oscuras porque contienen más azúcares reductores.
4. No sobrecargar la cubeta
Llenar en exceso la cesta impide que el aire circule de forma uniforme y puede hacer que la freidora trabaje a mayor temperatura. Es mejor cocinar en tandas pequeñas.
5. Remover durante la cocción
Agitar las patatas a mitad del tiempo permite un dorado homogéneo y evita que algunas piezas se quemen, lo que además mejora la textura final.
Patatas fritas: un placer a disfrutar con moderación
Aunque cocinar patatas en freidora de aire reduce la cantidad de grasa en comparación con la fritura tradicional, no las convierte automáticamente en un alimento saludable. La base sigue siendo rica en hidratos de carbono y calorías, y el impacto nutricional depende mucho de con qué se acompañen.
Los nutricionistas recomiendan consumirlas de manera ocasional, dentro de una dieta variada y equilibrada. Acompañarlas con proteínas de calidad (pollo, pescado, huevo) o con verduras frescas es una buena manera de equilibrar el plato. Lo que conviene evitar es añadir salsas industriales o un exceso de sal, que multiplican las calorías y restan valor nutritivo.
Consejos extra para un resultado perfecto
- Precalienta la freidora durante unos minutos antes de introducir las patatas, así garantizas un dorado más uniforme.
- Usa un pulverizador de aceite: una fina capa basta para potenciar el sabor y conseguir más crujiente sin excesos.
- El lema de los expertos: 'dorado, no quemado'. Cuanto más oscuras estén las patatas, mayor será la cantidad de acrilamida.
¿Y tú, cómo preparas tus patatas en la freidora de aire: con dorado suave o buscando el crujiente extremo?