Cómo cortar una cebolla sin llorar, y no fallar en el intento

Truco de cocina

Estos trucos ayudan a reducir los gases que hacen llorar al cortar cebolla

Aprende estas técnicas sencillas para cortar cebollas
Aprende estas técnicas sencillas para cortar cebollas

No importa si cocinas todos los días o solo los fines de semana. La cebolla no discrimina. Pica, escuece, hace que empieces a llorar. Y aun así, ahí estás. Porque no hay sofrito sin cebolla. Por suerte, no hace falta resignarse. Con algunos trucos sencillos, puedes cortar cebolla sin lágrimas.

Antes de empezar, hay que comprender la razón. Cuando cortamos una cebolla, rompemos las células que contienen compuestos de azufre.

Al liberarse, estos compuestos reaccionan con una enzima natural de la cebolla y se transforman en un gas volátil llamado propanotial S-óxido.

Este gas se eleva en el aire y entra en contacto con nuestros ojos, donde reacciona con la humedad natural que los recubre y genera una leve irritación.

Como mecanismo de defensa, el cuerpo produce lágrimas para intentar diluir y expulsar la sustancia irritante, lo que provoca ese característico llanto al picar cebolla. Aunque es una reacción completamente normal, puede resultar molesta.

La cebolla tiene compuestos de azufre en su interior
La cebolla tiene compuestos de azufre en su interior

Trucos de cocina para cortar una cebolla sin llorar

Refrigera la cebolla antes de cortarla

Una de las formas más sencillas y efectivas de evitar las lágrimas es refrigerar la cebolla durante unos 30 minutos antes de cortarla. El frío ralentiza la liberación del propanotial S-óxido, el compuesto responsable de la irritación ocular.

Corta la cebolla bajo el agua

Otra técnica útil consiste en cortar la cebolla sumergida en agua. El agua ayuda a capturar los gases irritantes y evita que lleguen a tus ojos.

Este método puede resultar un poco incómodo y provocar algo de desorden, además de desperdiciar agua, por lo que conviene reservarlo para cuando vayas a cortar varias cebollas. Llena un recipiente con agua y sumérgelas completamente mientras las cortas, asegurándote de que los gases queden atrapados en el líquido.

Usa un cuchillo bien afilado

Un cuchillo afilado no solo facilita el corte, sino que reduce la rotura de las células de la cebolla, lo que a su vez minimiza la liberación de compuestos volátiles.

Evita usar cuchillos sin filo, ya que tendrás que ejercer más presión y se liberarán más gases. Asegúrate de que la hoja esté bien afilada antes de comenzar.

Evita usar cuchillos sin filo
Evita usar cuchillos sin filo | Pexels

Utiliza un ventilador o el extractor

Si prefieres cortar la cebolla de forma habitual, un ventilador o el extractor de la cocina pueden ayudarte. Dirige el flujo de aire hacia donde estés cortando: así dispersarás los gases antes de que lleguen a tus ojos.

También puedes cambiar de ubicación y cortar la cebolla cerca de una ventana abierta o en una zona bien ventilada. Cuanto mejor circule el aire, menos gases quedarán concentrados en el ambiente.

Aplica una técnica de corte adecuada

La forma en que cortas la cebolla influye directamente en la cantidad de compuestos que se liberan. No empieces por el centro: retira primero la piel exterior y realiza cortes transversales, sin acercarte demasiado a la raíz, ya que es la parte que más gases irritantes concentra.

Cuando la cortamos, rompemos esas células y liberamos esas sustancias de azufre
Cuando la cortamos, rompemos esas células y liberamos esas sustancias de azufre

Usa gafas de protección

Si ninguna de las técnicas anteriores funciona y no quieres arriesgarte, puedes usar gafas protectoras o incluso gafas de natación o buceo.

Karlos Arguiñano ha mostrado este truco en televisión más de una vez: aunque parezca exagerado, es muy eficaz, sobre todo si la cebolla está especialmente fuerte.

Colócate las gafas antes de empezar a cortar. Puede resultar algo incómodo al principio, pero es una forma segura de evitar el contacto de los gases con los ojos.

Prueba la técnica del limón

El zumo de limón puede neutralizar parte de los compuestos irritantes de la cebolla. Frota un poco de limón sobre la hoja del cuchillo antes de cortar.

No eliminará completamente el efecto, pero puede reducir significativamente la irritación.

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