¿Guardas el queso en film o aluminio? Descubre por qué no deberías hacerlo nunca más
Secreto quesero
Truco fácil para dejar tu queso bien guardado antes de irte de vacaciones

¿Te has preguntado por qué tu queso se reseca, se llena de moho o pierde su sabor tan rápido? Muchas personas usan los materiales equivocados para conservarlo en casa, algo que se complica aún más cuando nos vamos unos días de vacaciones y dejamos la nevera llena.
Hoy te contamos el método que recomiendan los expertos para que tu queso se mantenga perfecto más tiempo, incluso si vas a estar unos días fuera y quieres encontrarlo en buen estado al volver.
El error más común: asfixiar al queso en la nevera
Cuando llegamos de la compra, muchos envolvemos el queso en film transparente o papel de aluminio pensando que así quedará más fresco. Pero estos materiales son justo lo contrario de lo que necesita:
- El film plástico no deja transpirar al queso. Genera un exceso de humedad, favoreciendo mohos no deseados y acelerando su descomposición.
- El papel de aluminio bloquea por completo la circulación de aire y puede transferirle un sabor metálico, sobre todo a los quesos más grasos.
En otras palabras: envolviéndolo así, lo estamos 'asfixiando' y estropeando su sabor y textura originales.

El método recomendado por los expertos
En lugar de film o aluminio, los especialistas en queso recomiendan algo mucho más sencillo y efectivo: papel de horno o papel encerado.
¿Por qué? Porque es un material ligeramente poroso, que deja transpirar el queso mientras controla la humedad:
- Permite que 'respire' evitando mohos indeseados.
- Mantiene la humedad justa para que no se reseque.
- Conserva mejor la corteza y la textura interna.
- Es barato, fácil de encontrar y más sostenible.
El queso sigue 'vivo' después de su elaboración, porque en su interior hay bacterias y mohos beneficiosos que le dan sabor y textura. Al envolverlo de forma hermética se corta ese intercambio natural con el aire, provocando exceso de humedad o sequedad y estropeando su perfil original.
Conservar el queso en papel de horno o encerado es el método que se usa habitualmente para quesos de calidad, permitiendo que sigan madurando lentamente sin estropearse.
Cómo hacerlo en casa paso a paso
Conservar bien tu queso en casa es muy sencillo. Solo necesitas un trozo de papel de horno del tamaño adecuado para cubrirlo bien. Envuélvelo como un paquete, cubriendo todos los bordes para protegerlo sin sellarlo herméticamente. Luego colócalo en un recipiente, ya sea de plástico o cristal, procurando que la tapa no cierre del todo para permitir algo de circulación de aire.
El papel de horno es ideal porque tiene un acabado antiadherente que evita que el queso se pegue y se estropee al desenvolverlo. Además, su porosidad controlada mantiene el equilibrio perfecto entre protegerlo de la desecación y permitir la transpiración necesaria para que conserve su aroma auténtico.
Revisa el queso cada pocos días y, si el papel está muy húmedo o manchado, reemplázalo por uno limpio. Con este truco fácil conseguirás que tu queso mantenga su sabor, textura y evites la aparición de moho indeseado.
Este método es ideal para quesos curados y semicurados: manchegos, parmesanos, idiazabales, comtés o gouda viejo. También funciona muy bien para quesos azules, que necesitan respirar para mantener su sabor característico. Así podrás disfrutarlo en todo su esplendor en recetas como estas croquetas de queso azul, irresistibles para cualquier amante del queso.

Para quesos frescos como burgos o mozzarella, mejor consérvarlos en un recipiente hermético con un poco de agua limpia o su suero original para que no se resequen.
Tener el queso bien conservado te permitirá usarlo cuando quieras para darle un toque especial a tus platos. Por ejemplo, puedes rallarlo o cortarlo en lascas para enriquecer recetas como este risotto de guisantes.
Más sostenible y económico
Además de conservar mejor el queso, este método tiene beneficios extra. Al usar papel de horno, reduces el consumo de plásticos de un solo uso y contribuyes a una cocina más sostenible.
El papel suele ser compostable si no está muy manchado y resulta más barato a largo plazo, ya que no tendrás que reponer film ni aluminio constantemente.
Pon en práctica este truco y comprueba cómo funciona, incluso si te vas de vacaciones unos días. Verás que conservar bien el queso también es una forma de planificar mejor tu nevera antes de salir de casa.