El queso más prohibido (y peligroso) del mundo está en Cerdeña: ¿te atreverías a probarlo?

No es apto para estómagos sensibles, está lleno de larvas vivas y aún así se considera un manjar tradicional. Así es el Casu Marzu, el queso más polémico de Italia.
Imagínate cortar un trozo de queso... y que comience a moverse. Esto no es una exageración, sino la experiencia real que viven quienes se atreven a probar el Casu Marzu, una de las joyas más extremas de la gastronomía italiana. Originario de la isla de Cerdeña, este queso de oveja ha sido declarado ilegal por la Unión Europea durante años, pero sigue elaborándose de forma artesanal y clandestina en muchas zonas rurales. ¿Su secreto (y su escándalo)? Está fermentado por larvas vivas.
¿Qué es el Casu Marzu?
En dialecto sardo, casu marzu significa literalmente "queso podrido", y no es un nombre casual. Este producto parte de un queso pecorino al que se le permite fermentar hasta límites que cualquier otro alimento no toleraría. Para ello, se introduce deliberadamente la Piophila casei, una mosca del queso cuyas larvas aceleran el proceso de descomposición.
Estas larvas digieren las grasas del queso, provocando una textura cremosa y un sabor intensamente fuerte, ácido y picante que solo los más valientes o acostumbrados son capaces de disfrutar. El resultado es un producto que, para muchos, roza lo grotesco y, para otros, la exquisitez.

¿Se come con las larvas vivas?
Sí, y aquí es donde el Casu Marzu se convierte en leyenda. Aunque hay quien prefiere retirarlas, lo tradicional es consumirlo tal cual, con las larvas vivas en movimiento. De hecho, si las larvas están muertas, el queso se considera en mal estado. Las pequeñas criaturas pueden saltar hasta 15 centímetros cuando se sienten perturbadas, así que muchos comensales se protegen los ojos mientras lo comen.
Además, la experiencia es única: el Casu Marzu no solo se saborea, se huele (con intensidad) y se observa... moverse. Todo esto lo convierte en uno de los quesos más extremos del mundo.
¿Es seguro comer Casu Marzu?
La legalidad y la seguridad del Casu Marzu han estado siempre en entredicho. Durante años estuvo prohibido por la normativa europea de seguridad alimentaria, debido a los riesgos potenciales de consumir alimentos en proceso de descomposición activa. Aunque no hay una evidencia clara de que este queso cause problemas si se elabora correctamente, existen riesgos de infecciones gastrointestinales si no se controla su producción. Sin embargo, en 2004 fue incluido en la lista de bienes patrimoniales de la región de Cerdeña, lo que le dio cierta protección cultural.
Actualmente, su venta sigue siendo técnicamente ilegal, pero se tolera en pequeños mercados locales, donde se comercializa de forma discreta o bajo pedido.

Un símbolo de identidad sarda
A pesar del rechazo que puede provocar fuera de Italia, el Casu Marzu es una parte importante de la identidad gastronómica de Cerdeña. Se sirve en celebraciones familiares, bodas y fiestas locales. Para muchos sardos, representa no solo una tradición centenaria, sino un acto de resistencia cultural frente a la homogeneización alimentaria.
No es raro que los viajeros más curiosos se embarquen en rutas por la isla para encontrar a algún pastor que les ofrezca una cata clandestina. Y aunque no es fácil de encontrar en menús de restaurantes convencionales, existen algunas experiencias turísticas (ilegales o alegales) que permiten probarlo bajo supervisión.
¿Por qué alguien querría comerlo?
Aunque parezca impensable, lo cierto es que el Casu Marzu tiene fans incondicionales. Su sabor es potente y único, su textura suave y untuosa, y para los paladares entrenados en sabores fuertes (como el roquefort o el gorgonzola), puede ser una experiencia inolvidable. Además, el hecho de que sea difícil de conseguir y rodeado de polémica añade un punto de exclusividad.
De hecho, en 2009 fue incluido en el Libro Guinness de los Récords como el queso más peligroso del mundo, algo que, paradójicamente, lo ha vuelto aún más deseado.
¿Te atreverías a probarlo?
El Casu Marzu divide a quienes lo conocen: algunos lo consideran una aberración, otros un tesoro cultural que debe protegerse. Pero nadie queda indiferente. Si te apasiona la gastronomía extrema o te atraen las tradiciones más radicales del mundo, este queso sardo debería estar en tu lista, aunque sea solo para contarlo.
De hecho, su fama ha trascendido tanto que forma parte del recorrido en varios museos dedicados a los alimentos más curiosos del planeta. Uno de ellos es el Museo de la Comida Asquerosa de Berlín, donde también se exponen delicias polémicas como el surströmming sueco o el vino de ratón coreano.
Eso sí, si lo pruebas, asegúrate de que las larvas estén vivas. Porque si no, no es el verdadero Casu Marzu.