El truco de cocina que necesitas: así logras que las berenjenas fritas no chupen aceite
Fritura ligera
Cocina este verano unas berenjenas doradas y nada aceitosas
En verano, la berenjena está en su mejor momento: jugosa, sabrosa y perfecta para preparar tapas, aperitivos o guarniciones. Pero hay un problema clásico: al freírla, se comporta como una auténtica esponja y acaba empapada en aceite.
Si quieres disfrutarla ligera, dorada y crujiente, hay un método casero muy fácil que te va a encantar. En este artículo te explicamos cómo evitar que las berenjenas absorban aceite al freírlas, con trucos sencillos y avalados por expertos en cocina y ciencia de los alimentos. ¡Ideal para tus comidas al aire libre, tapeos con amigos o cenas de verano!
¿Por qué las berenjenas absorben tanto aceite?
La berenjena tiene una carne porosa llena de aire. Al freírla, el agua que contiene se evapora rápidamente y deja pequeños huecos, que el aceite caliente ocupa de inmediato.
El científico Harold McGee lo explica muy bien en On Food and Cooking: 'una estructura vegetal muy abierta hace que el aceite penetre profundamente durante la fritura'. En otras palabras, si no haces nada antes de cocinarla, acabarás con trozos empapados de grasa, pesados y poco apetecibles.
El secreto para un resultado perfecto: remojo previo
Para bloquear esos huecos y sellar la estructura de la berenjena antes de freírla, hay dos métodos caseros súper efectivos. Son fáciles, baratos y perfectos para el verano, cuando quieres cocinar sin complicaciones pero con buenos resultados.
Remojo en leche
Uno de los trucos más populares y sencillos consiste en sumergir la berenjena en leche.
Cómo se hace:
- Corta las berenjenas en rodajas o bastones.
- Colócalas en un bol y cúbrelas con leche fría.
- Déjalas reposar al menos 30 minutos.
- Sécalas muy bien con papel de cocina antes de freír.
¿Por qué funciona?
- La leche penetra en la carne y reduce la porosidad.
- Evita que absorban tanto aceite al freírlas.
- Elimina parte del amargor natural y aporta un sabor más suave.
Este truco es muy utilizado en recetas veraniegas del sur de España, especialmente para preparar las populares berenjenas con miel.
Remojo en agua con sal
El método más clásico y extendido es sumergirlas en agua con sal, conocido como salmuera.
Cómo hacerlo:
- Corta la berenjena en la forma que prefieras.
- Llena un bol con agua fría y añade un par de cucharadas de sal.
- Deja las piezas sumergidas durante al menos 30 minutos.
- Escúrrelas bien y sécalas antes de freír.
Beneficios:
- La sal deshidrata ligeramente la carne y sella su estructura.
- Ayuda a eliminar el amargor característico.
- Reduce de forma notable la cantidad de aceite que absorben al freír.
La Encyclopedia of Food Sciences and Nutrition explica que los pretratamientos salinos modifican la microestructura de los vegetales y reducen la absorción de grasa durante la fritura.
Otros consejos para freír berenjenas en verano
- Usa aceite limpio y suficiente para cubrir bien las piezas.
- Calienta el aceite a unos 170 – 180 °C: si está demasiado frío, las berenjenas absorberán mucho más.
- Fríe en tandas pequeñas para mantener la temperatura constante.
- Seca siempre las rodajas en papel absorbente tras freír.
- Si quieres un resultado más crujiente, enharina ligeramente antes de freír para crear una barrera extra.
Este verano, aprovecha la temporada de berenjenas para preparar un aperitivo irresistible: dorado, crujiente y mucho más ligero. Tanto el remojo en leche como el baño en agua con sal son trucos sencillos que transforman por completo el resultado.
