El truco de Joseba Arguiñano para pelar el fuet fácilmente
¿Te cuesta pelar el fuet sin que se rompa la piel o se quede pegada? Joseba Arguiñano tiene el truco definitivo para hacerlo de forma fácil, rápida y sin ensuciar. Solo necesitas tres elementos básicos para que la piel salga entera. ¡Toma nota!
Si sigues con atención los trucos de Joseba Arguiñano para conservar carne fresca, conservar zanahorias o conservar fresco el pescado, no te pierdas el que te da hoy para poner solución a un problema que seguro que te has encontrado alguna vez en la cocina. Un problemilla de esos que desesperan.
Hay quienes se comen el fuet con piel y otros que la retiran siempre. Técnicamente, la piel del fuet es comestible, pero hay ocasiones en las que pelarlo es recomendable: por ejemplo, si vas a usarlo en una receta, como este tartar de fuet, o si tiene una textura demasiado seca o si prefieres un resultado más limpio al cortarlo.
Pero lo que es indiscutible es que quitarle la piel al fuet puede ser un auténtico reto. Casi siempre se rompe, se queda pegada o sale en tiras finas que desesperan.
Pero con el truco de Joseba Arguiñano, no lo volverás a sufrir. Un truco rápido, limpio, fácil y, sobre todo, efectivo. '¡Ya veréis cómo sale!', promete Joseba Arguiñano.
Y lo mejor de todo es que solo necesitas tres cosas que ya tienes en casa: un cuchillo afilado para hacer una pequeña incisión, un poco de papel de cocina absorbente y agua. Y para que sea más limpio, una fuente donde mojar el fuet sin poner todo perdido.
No hay técnicas complicadas ni utensilios especiales. Solo un poco de humedad, algo de paciencia y el corte justo para que la piel se desprenda con facilidad.
La piel del fuet suele ser una tripa natural o sintética seca, que se adhiere con fuerza a la carne curada con el tiempo. Por eso, la humedad es su mejor enemiga: la reblandece, permite que se dilate ligeramente y hace que la carne se separe de la envoltura.
Si intentas pelarlo en seco, es probable que se rompa en mil tiras finas. En cambio, con este método, la piel se ablanda de forma uniforme y puedes retirarla fácilmente, incluso sin cuchillo. ¡Apunta los pasos!
Los pasos de Joseba Arguiñano para pelar un fuet sin dificultades
1. Haz una grieta en la piel del fuet
Con el cuchillo, haz un corte longitudinal (de lado a lado) superficial, solo para abrir la piel. No cortes la carne, solo necesitas debilitar la tripa que lo recubre.
2. Envuelve el fuet con unos trozos de papel absorbente
Envuelve completamente el fuet con unos trozos de papel absorbente para conservar la humedad.
3. Moja el fuet envuelto
Coloca el fuet envuelto en una bandeja o fuente para no poner todo perdido y mójalo con agua. No te dejes ningún rincón por humedecer.
4. Deja reposar 10 minutos
Este es el paso más importante: el agua irá penetrando poco a poco en la piel, reblandeciéndola y haciendo que se despegue con facilidad. Es el momento de dejar que la humedad haga su trabajo.
5. Seca el fuet y retira la piel
Pasados 10 minutos, retira el papel y seca ligeramente el fuet con otro trozo seco, para evitar que quede pegajoso, 'porque si no, cuesta sacar'. Verás cómo la piel se desprende entera, de una sola vez y sin romperse. '¡Ya veis con qué facilidad sale toda la piel del embutido! ¡Así, enterito!', demuestra Joseba.
Una vez pelado, puedes cortarlo en rodajas finas para aperitivos o tablas de embutido, picarlo en dados para añadir a una tortilla o quiche, incorporarlo en pasta, ensaladas o pan relleno, tostarlo brevemente en sartén para dar un toque crujiente a platos de verduras o arroz...
¿Funciona con otros embutidos?
Sí. Este truco no solo sirve para el fuet. Puedes aplicarlo también a: salchichón, chorizo curado, lomo embuchado o longaniza seca. Eso sí, el resultado puede variar según el tipo de tripa.
Algunos embutidos usan tripas naturales más porosas, otros usan tripas artificiales que se retiran peor. En cualquier caso, la hidratación previa mejora notablemente el resultado.