Ensalada de rúcula y pera, receta fresca de Arguiñano
La ensalada de rúcula y pera es una opción fresca y nutritiva que combina ingredientes naturales llenos de sabor.
La mezcla de rúcula con su toque ligeramente picante, la dulzura de la pera, la frescura de los tomates cherry y el crujiente de las nueces hacen de esta receta de Karlos Arguiñano un plato ideal para acompañar carnes, pescados o disfrutar sola como una entrada ligera.
Este plato es perfecto para quienes buscan una alternativa rápida y llena de nutrientes. Aprende a preparar esta ensalada con pocos ingredientes y un aliño sencillo que resalta todos los sabores.
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
10 m
Tiempo total
10 m
Ingredientes (4 personas):
- 150 g de rúcula
- 12 tomates cherry
- 1 pera
- 8 nueces
- aceite de oliva virgen extra
- vinagre
- sal
Elaboración de la ensalada de rúcula y pera paso a paso
1. Prepara la rúcula:
Coloca las hojas de rúcula en un bol grande y lávalas bien bajo el agua fría. Escúrrelas y sécalas cuidadosamente con una centrifugadora de ensaladas o un paño limpio para evitar que el agua diluya el aliño
2. Prepara los tomates:
cherry: Lava los tomates cherry y córtalos por la mitad. Puedes elegir entre tomates rojos o incluso amarillos si quieres añadir color a la ensalada. Agrégalos a la rúcula en la fuente de servir.
3. Prepara la pera:
Pela la pera, quítale el corazón y córtala en dados pequeños. Para evitar que se oxide y pierda su color, puedes rociarla con unas gotas de zumo de limón antes de añadirla a la ensalada.
4. Pica las nueces:
Pela las nueces y pícalas ligeramente. Puedes dejarlas en trozos más grandes para un crujido más intenso o picarlas finamente según tu preferencia.
5. Monta la ensalada:
En la fuente donde ya tienes la rúcula y los tomates cherry, añade los dados de pera y las nueces picadas. Mezcla suavemente para que todos los ingredientes queden bien distribuidos.
6. Prepara el aliño:
En un bol pequeño, vierte un poco de aceite de oliva virgen extra, un chorrito de vinagre y sal al gusto. Remueve bien hasta que el aliño esté bien mezclado.
7. Aliña y sirve la ensalada:
Rocía la ensalada con el aliño justo antes de servir. Mezcla nuevamente para que cada hoja e ingrediente quede bien impregnado del sabor.Sirve la ensalada de inmediato para disfrutar de la frescura de todos los ingredientes.
Consejos para preparar una ensalada de rúcula y pera perfecta
Elige bien la rúcula
La rúcula fresca debe tener un color verde vibrante y sin manchas. Escoge hojas frescas y tiernas, ya que tienen un sabor más suave y menos amargo.
Elige bien las peras
La pera madura añade dulzura natural a la ensalada. Puedes optar por variedades como la pera conferencia o la pera Williams, que tienen una textura jugosa y un sabor dulce que armoniza perfectamente con la rúcula.
Dale un toque más de dulzor
Si prefieres una ensalada más dulce, puedes añadir un poco de miel al aliño, que combinará muy bien con la pera y las nueces.
Varía la textura crujiente
Las nueces aportan un toque crujiente y saludable a la ensalada. Si deseas variar, prueba con otros frutos secos como almendras, avellanas o incluso semillas de calabaza.
Con qué acompañar la ensalada de rúcula y pera
Esta ensalada es muy versátil y puede acompañar una gran variedad de platos principales o ser disfrutada sola. Esta ensalada aporta frescura y un contraste de texturas en platos de carne como estas costillas de cerdo al ajillo o unos filetes de ternera de la abuela.
Para una comida ligera, nutritiva y completa, acompaña con esta ensalada una lubina al horno con patatas o un salmón a la plancha con patatas.
La combinación de frutas y verduras hace de esta ensalada un plato principal ideal para un almuerzo rápido. Puedes acompañarla con un poco de pan integral o tostadas.
Cómo conservar la ensalada de rúcula y pera
Para mantener la ensalada fresca, es ideal prepararla justo antes de consumirla. Sin embargo, si deseas conservar los ingredientes, sigue estos consejos.
Lava y seca las hojas de rúcula, y guárdalas en un recipiente hermético en el refrigerador con una toalla de papel para absorber el exceso de humedad. Durarán frescas hasta 3 días.
Rocía los trozos de pera con un poco de jugo de limón para evitar la oxidación y guárdalos en un recipiente hermético.
