El secreto mejor guardado del pincho moruno está en su adobo
Receta milenaria
Un plato sencillo que encierra toda la herencia de Al-Ándalus

Un pincho moruno recién hecho es la prueba de que las cosas más simples son también las más irresistibles. Es uno de esos platos que nunca falla: brochetas de carne jugosa, especiadas y aromáticas, y que conquistan por igual a mayores y pequeños. Pero ¿qué es lo que los hace tan especiales? La clave está en el adobo.
En este artículo te contamos cómo hacer unos pinchos morunos auténticos, qué especias no pueden faltar y con qué acompañarlos para disfrutar de una experiencia completa.
Origen cultural y evolución histórica
El pincho moruno tiene su origen en la influencia árabe durante la época de Al-Ándalus. Se inspiró en preparaciones del norte de África y de Oriente Medio, como el shish kebab, en que se ensarta carne especiada y se cocina a la parrilla.
En esa zona, la carne de cordero era la opción tradicional por motivos religiosos -el cerdo está prohibido en el Islam-, así que los primeros pinchos morunos se preparaban casi exclusivamente con cordero.
Esto está claramente documentado en fuentes que subrayan que 'el pincho original no era de cerdo sino de cordero'.
Razones prácticas e históricas de su forma y uso
Según relatos históricos, en muchas culturas islámicas se evitaba usar cuchillos en la mesa por considerarlos armas. Por ello, la carne se troceaba en la cocina y se servía directamente ensartada en brochetas, facilitando tanto el consumo como la distribución.

Adopción y adaptación en España
La receta llegó a la península, especialmente al sur de España, y se integró en la gastronomía de Andalucía y zonas como Ceuta y Melilla, donde todavía hoy es un plato muy presente en ferias, chiringuitos y bares.
Con el tiempo, se comenzó a preparar con otras carnes más accesibles como el cerdo o el pollo, lo que explica que en muchas carnicerías y bares de hoy en día los pinchos morunos estén hechos principalmente de esas carnes.
Sin embargo, es clave destacar que estas versiones son adaptaciones modernas, mientras que el auténtico pincho moruno original se basa en el uso de cordero.
Sobre el adobo tradicional
La magia del pincho moruno está en su adobo: una técnica de marinado que realza sabor, textura y apariencia, heredada de prácticas culinarias antiguas.
Las especias típicas del adobo incluyen:
- Pimentón (para sabor ahumado y color),
- Comino, cúrcuma, jengibre, ajo, cilantro, pimienta negra, azafrán o incluso canela en algunas versiones.
El adobo permite que la carne se impregne en profundidad de todos los aromas, por eso lo ideal es dejarla reposar en la nevera entre 8 y 24 horas antes de cocinarla.

Cómo preparar y disfrutar unos pinchos morunos auténticos
La magia de los pinchos morunos está en lo sencillo de su preparación y en cómo, con unas especias bien escogidas, se transforma la carne en un bocado lleno de sabor.
Para conseguirlos en casa, solo tienes que cortar la carne en dados del mismo tamaño, cubrirlos con un buen adobo de pimentón, comino, ajo, limón y aceite de oliva, y dejar que reposen en la nevera al menos 4 horas.
Después, ensarta los trozos en brochetas y cocínalos a la plancha, en barbacoa o incluso en freidora de aire: en este último caso, con 12-15 minutos a 180 ºC tendrás un resultado dorado por fuera y jugoso por dentro.
Versiones tradicionales y ligeras para todos los gustos
Si buscas una versión más tradicional, puedes seguir la receta de pinchos morunos caseros de cordero de Karlos Arguiñano, con todo el sabor auténtico de la receta original. Y si prefieres una opción más ligera, también tienes estos pinchos morunos de pavo, ideales para quienes buscan una alternativa saludable sin renunciar al gusto.
A la hora de servirlos, lo mejor es acompañarlos de una guarnición que realce su aroma especiado. Un pan pita es perfecto para aprovechar los jugos, mientras que una ensalada cuscús y pepino aporta el contraste ideal. También puedes combinarlos con un cuscús de verduras para darles un aire marroquí, o apostar por unas patatas asadas o fritas si prefieres la versión más clásica.
En definitiva, el pincho moruno auténtico es mucho más que una brocheta especiada: es un viaje al pasado, a las raíces de nuestra cocina y a la herencia de Al-Ándalus.