Las fresas son una de las frutas que dan más juego en la cocina, especialmente en los postres. Pueden servir para dar un toque cítrico a tus platos, por ejemplo, preparando una vinagreta de fresas para aliñar tus ensaladas. Pero también serán el ingrediente perfecto para hacer refrescantes batidos o smothies, polos o helados.
Solas, forman el binomio perfecto con la nata (una tentación ideal para compartir) pero también se combinan con otros ingredientes para formar bizcochos y brazo gitano, magdalenas, tartas, milhojas, tortitas, crepes... ¡Las posibilidades son infinitas!
En esta receta Karlos Arguiñano nos propone confitar las fresas y acompañarlas con nata en una deliciosa copa.
Ingredientes (4 personas):
- 500 g de fresas
- 80 g de azúcar moreno
- 60 ml de agua
- 400 ml de nata líquida (36% materia grasa)
- hojas de menta
Elaboración de las fresas confitadas con nata:
Lava las fresas y retírales el tallo verde.
En una cazuela (amplia y baja) pon a calentar el azúcar.

Introduce las fresas y cocínalas a fuego medio durante 10-15 minutos, removiéndolas de vez en cuando. Apaga el fuego, retira las fresas a una fuente, riégalas con la salsa que han soltado y espera a que se templen.

Pon la nata en un bol grande y móntala con una batidora de varillas eléctrica.

Sirve la nata en las base de las copas, riégala con un poco de salsa y reparte encima las fresas. Adorna las copas con unas hojas de menta.

Consejo:
No hace falta añadir azúcar a la nata porque las fresas confitadas ya llevan bastante, pero si sois muy golosos, podéis hacerlo.
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