Salsa gorgonzola

La salsa gorgonzola es una de las más cremosas y sabrosas que puedes preparar en casa. Bruno Oteiza te muestra cómo hacerla paso a paso con queso gorgonzola, mantequilla y nata. Una receta rápida y deliciosa, perfecta para acompañar platos de pasta y carne, y que puedes preparar en tan sólo 12 minutos.
Raciones
2
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
5 m
Cocinado
7 m
Tiempo total
12 m
Ingredientes (2 personas)
- 200 g de queso gorgonzola
- 25 g de mantequilla
- 250 ml de nata líquida
- Pimienta negra al gusto
Elaboración de la salsa gorgonzola paso a paso
1. Trocea el queso y comienza a calentar
Saca el queso gorgonzola de la nevera unas horas antes de usarlo para potenciar su sabor. Trocea el queso en dados pequeños y colócalo en un cazo u olla pequeña. Añade la mantequilla y un poco de pimienta negra. Lleva a fuego medio-bajo para que el queso comience a fundirse con la mantequilla.
2. Incorpora la nata
Cuando el queso y la mantequilla estén integrados, añade la nata para cocinar. Remueve constantemente con una varilla para lograr una mezcla homogénea y cremosa.
3. Cocina hasta que espese
Mantén el fuego bajo y sigue removiendo durante unos minutos hasta que la nata se haya integrado completamente y la salsa adquiera una textura suave y espesa.
4. Sirve al momento o reserva
Puedes verter la salsa gorgonzola directamente sobre tus platos o presentarla en una salsera. Si no la usas de inmediato, deja que se enfríe y guárdala en la nevera.
Consejos para una salsa gorgonzola perfecta
Temperatura del queso
Para una textura más suave y un sabor más intenso, saca el queso del frigorífico entre 2 y 3 horas antes de utilizarlo. Esto facilitará su fusión con la mantequilla.
Ajusta la textura según el plato
Si vas a servirla con pasta larga (como espaguetis o tagliatelle), puedes añadir un poco más de nata para que quede más fluida y se reparta mejor.
Para carnes o verduras, una textura más densa puede ser ideal.
Preparación con antelación
La salsa gorgonzola se puede hacer con antelación. Déjala enfriar a temperatura ambiente y guárdala en un recipiente hermético en la nevera. Se conserva bien durante 2-3 días. Al recalentar, hazlo a fuego suave para evitar que se corte.
Elige bien el tipo de queso gorgonzola
Depende del resultado que quieras puedes elegir entre un gorgonzola dulce o uno picante. Si prefieres una salsa ligera opta por el gorgonzola dulce de textura cremosa y sabor suave. Si vas a utilizar la salsa para acompañar platos de carne apuesta por un gorgonzola picante, mas fuerte e intenso.
Con qué platos se puede acompañar la salsa gorgonzola
La salsa gorgonzola es muy versátil y se adapta a múltiples elaboraciones, desde recetas clásicas hasta combinaciones más originales. Su textura cremosa y su sabor intenso hacen que combine especialmente bien con platos salados que necesiten un toque extra de carácter.
Uno de los usos más populares de la salsa gorgonzola es para acompañar pasta. Funciona muy bien con variedades como tagliatelle, penne, fusilli o gnocchis, ya que la salsa se adhiere perfectamente y potencia el sabor del plato.
Si buscas una receta completa donde esta salsa sea protagonista, te recomendamos estos tagliatelle con calabacín y queso gorgonzola. Es un plato sabroso, equilibrado y muy fácil de preparar en casa.
La salsa gorgonzola también es una gran aliada de las carnes. Puedes utilizarla para acompañar filetes de ternera, solomillo de cerdo o pechuga de pollo a la plancha. Aporta cremosidad y un contraste muy agradable al paladar, especialmente con carnes a la parrilla o asadas.
Las verduras asadas, como las coles de Bruselas, el brócoli o la coliflor, ganan mucho sabor si se acompañan con una cucharada de salsa gorgonzola caliente por encima. También puedes usarla para gratinar patatas, calabaza o incluso coles al horno.
Esta salsa no solo se limita a platos principales. Puedes emplearla en pequeños aperitivos, canapés o sándwiches calientes. Una idea deliciosa es este sándwich de champiñones y gorgonzola, ideal para una cena informal o un entrante especial.
En definitiva, la salsa gorgonzola puede transformar un plato sencillo en una receta gourmet, con muy poco esfuerzo y en muy poco tiempo.
Cómo conservar la salsa gorgonzola
Una vez preparada, deja que la salsa se enfríe a temperatura ambiente. Luego guárdala en un recipiente hermético en el frigorífico. Se conserva en buen estado durante 2 o 3 días.
No se recomienda congelar esta salsa. Debido a su contenido en nata y queso, la textura puede separarse al descongelar, resultando una salsa cortada o granulada.
Para recalentar la salsa gorgonzola se deberá hacer a fuego muy suave y sin dejar de remover. Si ves que está muy espesa, añade una cucharada de leche o nata para aligerarla.