Karlos Arguiñano elabora una receta de sopa de tapioca, garbanzos, calabacín y caldo de pollo con albóndigas caseras de pollo.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Karlos Arguiñano, 23 de enero de 2017
Sopas y cremas
Karlos Arguiñano elabora una receta de sopa de tapioca, garbanzos, calabacín y caldo de pollo con albóndigas caseras de pollo.
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Karlos Arguiñano, 23 de enero de 2017
Coloca la carne picada en un bol. Agrega el ajo pelado y picadito, un poco de perejil picado, una pizca de sal y otra de pimienta. Mezcla todo bien, forma las bolitas, pásalas por la harina de maíz refinada y fríelas en una sartén con aceite de oliva. Escúrrelas en una fuente con papel absorbente de cocina.
Pon los garbanzos a remojo de víspera. Escurre, colócalos en la red y mételos en la olla. Agrega el esqueleto de pollo, la cebolla pelada y cortada por la mitad, las zanahorias peladas y los puerros troceados. Pon a punto de sal, cierra la olla y cuece todo durante 20 minutos desde el momento en que suba la válvula de seguridad.
Cuela el caldo y colócalo en una cazuela grande. Añade la tapioca y cuécela durante 10 minutos aproximadamente. Incorpora las albóndigas y el calabacín rallado.
Saltea los garbanzos en una sartén con un poco de aceite y un poco de perejil picado. Añádelos a la sopa y espolvoréala con el maíz frito machacado.
Sopa nutritiva y reconfortante, ideal para los meses fríos de invierno. Es una sopa que aporta agua, necesaria para una buena hidratación, vitaminas del grupo B, C y E, minerales como el hierro de fácil asimilación, zinc, sodio, potasio, antioxidantes, fibra, hidratos de carbono, proteínas de calidad y grasas.
Sopa recomendada para todos, ya que sus ingredientes son sanos y nutritivos y están cocinados de una manera saludable, la recomendada para mantener en óptimas condiciones nuestra salud.
Por su fácil masticación y digestión, está recomendada en especial para las personas mayores, las cuales tienen necesidades aumentadas de proteínas y deben de hidratarse a base de sopas como ésta.
La presencia de hortalizas como el calabacín, zanahorias, puerros y ajos, mejora la densidad de vitaminas A, C, K, fibra y antioxidantes que mejoran el funcionamiento de nuestro organismo.
La fritura de las albóndigas está hecha con aceite de oliva virgen extra, el que mejor soporta las altas temperaturas y el que menos impregna de grasa el alimento a la hora de freírlo. Este aceite aporta grasas necesarias para que nuestro organismo funcione correctamente. Son además grasas que nos ayudan a estar más sanos ya que regulan los niveles de colesterol, mejoran el estado de los huesos, son necesarias para el cerebro... pero dejarán de ser sanas si las consumimos en exceso ya que aportan muchas calorías. Por lo tanto no haremos más de 3 o 4 frituras a la semana para mantenernos en un peso saludable.
Junto a la ensalada de entrante se considerará plato único, acompañada de una pieza de fruta y un flan.
Comida:
Cena:
En invierno también nos hidrataremos a base de caldos, sopas e infusiones.