Cómo limpiar el armario sin esfuerzo
Limpiar el armario de ropa es más sencillo de lo que imaginas. ¿Qué necesitas? Agua tibia y jabón neutro, la solución de toda la vida que limpia y desinfecta en un abrir y cerrar de ojos.
El armario, ese mueble de madera o melamina que pone a buen recaudo tesoros y secretos de moda, merece una atención especial. Como ya sabes, estos muebles son grandes aliados para mantener el orden en el hogar, sin embargo, tienden a acumular polvo, migas, suciedad y manchas por culpa de la humedad y falta de ventilación. ¿Tu armario luce descolorido y sin encanto? Devuélvele su aspecto original vida con una limpieza profunda y práctica.
Descubre aquí los trucos más precisos para limpiar el armario y dejarlo con la misma frescura que evocan las casas de revista.
Cómo limpiar tu armario de manera efectiva
El primer paso para limpiar un armario sin dañarlo es vaciarlo por completo y utilizar un paño de microfibra para retirar el polvo y las migas. Si el armario tiene puertas correderas, succiona el polvo y los ácaros de los rieles con una succión potente de la aspiradora.
Sea de madera natural o melamina, pasa un paño humedecido en agua jabonosa tibia por toda la superficie del armario, incluidas las puertas y el techo. Hazlo siempre el dirección vertical para evitar marcas en la madera. La calidez del agua, sumado a la suavidad del jabón, elimina la suciedad sin dañar el mueble. También puedes utilizar un limpiador de madera genérico o un limpiador especializado. Procura que sea una fórmula suave, pero potente.
En último lugar, utiliza un paño limpio y seco para quitar la humedad del armario. Una vez limpio y seco, procede a ordenarlo con los trucos de Marie Kondo y famoso método Konmari. Con su técnica ganarás espacio en el ropero y el orden de las prendas se mantendrá por mucho tiempo.
Más trucos para limpiar el armario
Si el armario hace mucho tiempo que no se usa recurre a un limpiador natural más potente, preferiblemente a base de vinagre o almendra, ingredientes ecológicos que limpian, cuidan y nutren la madera. Recuerda, el mueble debe estar seco antes de introducir la ropa u objetos.
Si el armario tiene algún rayón antiestético recurre a una mejunje de aceite de oliva y café. Ambos ingredientes penetran en la madera, lo nutren y disimulan el rayón con una eficacia impresionante. Otro truco para acabar con los rayones en los muebles de madera tiene que ver con un fruto seco: la nuez. Basta frotarla contra el rayón para que su aceite natural rellene las marcas blancas que dejan los arañazos.
Si el ropero tiene humedad, ¡no desesperes! Si tu armario es tienen a la humedad, límpialo a fondo cada dos semanas con agua tibia, jabón neutro y un chorrito de vinagre de manzana. Deja que se airee a diario y procura colocar un deshumidicador portátil que absorba el exceso de humedad del mueble.
Si las puertas de los armarios tienen espejos, puedes usar agua y jabón para dejarlos cristalinos, aunque el limpiador de cristales y espejos por excelencia es el amoníaco rebajado en agua.
Por último, para conseguir frescura y buen olor en tu armario procura dejar bolsitas de telas con hierbas secas como la lavanda o el romero. Incluso unas pieles de naranja y mandarina harán que huela de maravilla (esta solución también funciona como repelente natural de polillas).
Errores al limpiar el armario
- Lo que nunca debes hacer al limpiar el armario es utilizar productos abrasivos como amoníacos y desengrasantes, ¡podrías estropear la madera!
- Tampoco almacenes ropa húmeda en los armarios y roperos. ¡Esto hace que adquieren humedad y moho! En su lugar, ventílalos a diario, junto con toda la casa.
- En el caso de que tus roperos sean abiertos, pasa un paño de microfibra a diario. ¡Evitas la acumulación de polvo y migas!
