Cómo limpiar los cristales para que queden perfectos

Consigue unos cristales brillantes y cristalinos con productos que tienes en casa: ¡truco barato, económico y sumamente efectivo!
Limpiar los cristales y que el resultado sea impecable es sencillo si aplicamos lo métodos y productos correctos. Sin embargo, la falta de experiencia en el entorno y el desconocimiento absoluto de qué productos son ideales para lograr una transparencia absoluta nos obligan a conformarnos con lo que tenemos y hacemos.
Y sí, por experiencia propia sé lo aburrido y desesperante que resulta ver cómo las ventanas y los espejos quedan con marcas y manchas blanquecinas que afean su estética.
No obstante, ¡no temas! Hoy te enseño el mejor método para limpiar los cristales y que queden perfectos. Ah, y otros dos métodos igual de efectivos para maximizar su higiene en el hogar. Pero antes, para una limpieza perfecta, sencilla y sin esfuerzo ten a mano los siguientes materiales: paños de microfibra o algodón (no dejan pelusa), amoníaco líquido, agua y jabón líquido de platos.
Cristales perfectos y relucientes con este limpiador
Amoníaco, agua y jabón, la fórmula más efectiva
Si hay un producto que destaca en la limpieza de cristales, espejos y ventanas, ese es el amoníaco líquido, un potente desengrasante y desodorizante; se utiliza muchísimo para acabar con la grasa de la cocina, el mal olor de la ropa y para quitar las manchas de la tapicería.
Ahora bien, para limpiar los cristales y que queden reluciente debemos limpiarlos con una mezcla de amoníaco, agua y un chorrito de jabón de lavavajillas. Con esta fórmula y la ayuda de un paño de microfibra limpiamos todos los cristales, desde ventanas hasta mesas de cristal y los espejos. ¡Quedarán limpios, sin marcas y con una transparencia garantizada!
Recuerda retirar el polvo con un plumero antes de aplicar el producto. Y si ves que quedan muy mojados, procura secarlos con otro paño limpio o con papel de periódico.

Sobre las cantidades, este limpiador de cristales tiene que tener un 70% de agua, 30% de amoníaco y una cucharadita de jabón líquido. Ah, esta fórmula también sirve para limpiar los perfiles de las ventanas y los cristales del coche.
Otros trucos para abrillantar los cristales
Aunque la fórmula anterior consigue resultados impresionantes, también existen más trucos para limpiar y abrillantar los cristales:
Limpiador multiusos Triple A para una limpieza profunda
Triple A es un limpiador multiusos casero que tiene infinidad de usos; desde quitar la suciedad de mamparas hasta abrillantar espejos ventanas y repisas. Incluso es muy recomendable para dejar los azulejos de la cocina sin grasa ni manchas amarillas.
El limpiador Triple A se formula a base de amoníaco, alcohol y agua, todo a partes iguales. Tras aplicarlo sobre los cristales, pasamos el trapo hasta dejar los cristales limpios y brillantes. No requiere de aclarado.
Alcohol de limpieza para unos cristales brillantes
También puedes limpiar los cristales directamente con alcohol isopropílico, también conocido como alcohol de limpieza. En este caso, rociamos alcohol en un paño humedecido y lo pasamos por los cristales con movimientos firmes y constantes, siempre en vertical (de arriba hacia abajo).
Este alcohol es muy demandado en la limpieza de pantallas electrónicas (móviles, tablets, televisores, ordenadores), componentes informáticos, impresoras 3D y objetivos de cámara.
Vinagre blanco para los cristales con moho
Finalmente, si los cristales tienen moho, manchas amarillas o persistentes, límpialos con una solución de vinagre blanco, jabón líquido y agua caliente. El vinagre es un producto de limpieza natural, ecológico y con un grado de acidez perfecto para acabar con el moho y las manchas más complicadas.
Consejos para mantener los cristales relucientes por más tiempo
Te dejamos también una serie de consejos para que tus cristales, ventanas y espejos estén siempre limpios y sin una mota de polvo:
- 1. Si tus cristales son grandes procura tener a mano una mopa de mango extensible que te permita llegar a las zonas más elevadas.
- 2. Para evitar la acumulación de polvo y suciedad, procura limpiarlos con cierta frecuencia, por ejemplo, dos veces por semana .
- 3. Por otra parte, para proteger los cristales de daños evita limpiarlos con productos abrasivos como quitagrasas comerciales que los manchen y lanas de acero que los rayen.